El Departamento de Estado acaba de publicar una hoja informativa
que revela la caótica situación económica
de Cuba, resume las actividades de espionaje del régimen
castrista contra Estados Unidos y denuncia la situación
de los prisioneros políticos en la isla.
''Dunn
and Bradstreet ha clasificado a Cuba como una de las economías
de mayor riesgo en el mundo'', aseguró el informe,
emitido por el Buró de Asuntos Hemisféricos
con fecha 30 de julio. ``Sólo Angola, Congo, Sierra
Leona, Zimbabwe e Iraq, son peores''.
La
deuda externa de Cuba equivale a $3,000 por habitante,
superada sólo por la Argentina que es de $3,517
y muy por encima de México ($1,584) y Brasil ($1,503),
entre otros.
Citando
como fuente al Banco Central de Cuba, el informe indica
que la deuda externa de Cuba en divisas alcanzó
la cifra récord de $12,210 millones a fines de
2002. Añade, además, que Cuba adeuda otros
$1,000 millones en créditos comerciales que trata
de renegociar con sus acreedores, sin contar los, aproximadamente,
$20,000 millones que debe a Rusia; $6,300 a ciudadanos
norteamericanos cuyas propiedades fueron confiscadas en
la isla y una cifra desconocida, pero importante, a ciudadanos
cubanos que igualmente fueron despojados de sus propiedades.
Existen
amplios informes que revelan problemas de pago a varios
países como Japón, España, Francia,
Gran Bretaña, Sudáfrica, Argentina, Chile,
México y Venezuela, aseguró el documento.
Al
abordar el tema de las sanciones económicas al
régimen castrista, en particular la que prohíbe
el turismo norteamericano a la isla, el Departamento de
Estado rechazó categóricamente los argumentos
de quienes alegan que el turismo estadounidense, ayudaría
a un cambio democrático en Cuba.
''Si
se permite el turismo norteamericano a Cuba, el gobierno
de Castro seguirá la misma práctica de la
antigua Unión Soviética y la Europa Oriental'',
controlando el contacto de esos turistas con la población,
indicó el documento.
Estados
Unidos estaría ''enviando un mensaje equivocado''
a sus enemigos si flexibiliza las sanciones contra el
régimen de Castro, dijo el informe citando entre
otros puntos:
•
Que cualquier gobierno extranjero puede confiscar propiedades
norteamericanas sin compensación.
•
Instalar en su territorio misiles nucleares para amenazar
a Estados Unidos.
•
Ejecutar a miles de sus opositores políticos, incluyendo
a ciudadanos estadounidenses.
•
Auspiciar el terrorismo y el antinorteamericanismo a través
del mundo y esperar ``eventualmente que Estados Unidos
olvide, perdone y premie a ese régimen con turismo
e inversiones''.
En
el capítulo dedicado al espionaje, el Departamento
de Estado cita, el caso de Ana Belén Montes, analista
de inteligencia del Pentágono, que espió
para Cuba durante 16 años en ese organismo. Además,
menciona a los espías cubanos que integraban la
llamada Red Avispa y los que, bajo cobertura diplomática,
han estado espiando en Estados Unidos, entre otros casos.
''El
régimen de Castro ha mantenido a Estados Unidos
como blanco de sus intensas actividades de espionaje,
por largo tiempo'', subrayó el informe.
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