Por Pablo Felipe Pérez G.
"Una
mentira adecuadamente repetida mil veces se convierte en una
verdad", decía Goebbles. Y en la historia de Cuba
se ha practicado en más de una oportunidad, para la usura
de una minoría, y ruina de la sociedad.
Durante
más de cuatro décadas, adentro y fuera de Cuba
- castristas y opositores - han manipulado sin escrúpulo
miles de acontecimientos, con un solo propósito, el engaño
disfrazado del desinterés; que al final de cuentas han
sumergido al pueblo cubano en la más deshonrosa inopia,
no solo material, también espiritual.
Deslumbrante
gozo maquiavélico
La
mojiganga gloriosa del egoísmo coherente de los seres
humanos, es la gazmoñería del desinterés.
Es decir, todo desinterés oculta - consciente o no -
un provecho real. Toda interpretación y apología
discrepante, no deja de ser, en último análisis,
otro "desinterés", para ocultar la verdad del
interés. ¿Acaso cree el lector que al reflexionar
sobre este embarazoso tema no existe un interés con su
cuota de desinterés?
El
interés, al igual que el desinterés, tiene sus
raíces en verdades sumergidas en las costumbres, que
se encuentra en el comportamiento mentiroso del hipócrita
ritual cotidiano, en la convivencia familiar y social; encadenándose
como hiedra al individuo o colectivo para sean diz bufones,
que van a "complacer" las normas del "statu quo",
y ardorosamente tratar de encubrir los orígenes políticos,
sociales y económicos de sus angustias desperdigadas.
En
lo personal, no acepto la arrogancia de las costumbres impuestas,
admiro las autenticas y espontáneas, pero las primeras
al igual que las segundas, infortunadamente son imprescindibles
vehículos y cómplices irreverentes de los agentes
sociales; que se aglutinan en torno al maquiavélico gozo
del "servicio" y de sus excelentes cualidades pervertidas,
que sistemáticamente colaboran para generar embelecos
sobre el futuro de Cuba.
Los
ganforros y "servidores" castristas y opositores,
ambicionan "servir" a la Patria - sin tener al menos
el consenso de aprobación y legitimidad histórica
ante el pueblo todo - animados hasta los tuétanos por
la farsa, la corrupción, las inmoralidades, el engaño,
y el terrorismo al estilo de lo que ahora EE.UU. quiere combatir
y hacen "ojos no videntes" para estos "terroristas
caribeños". Así "sirven" desinteresadamente
para el bienestar del pueblo, sujetos a los hábitos obstinados
de utilizar métodos que manosean la memoria social cubana,
y exacerban el odio - con ayuda del accionar y el tiempo -,
que, después de Fidel Castro, alimentaran la anarquía
en los intereses económicos y políticos de una
facción minoritaria.
Existen
los que se "sacrifican" y afirman su desinterés
por el provecho personal, pero no tienen interés de un
encuentro y diálogo sincero para solucionar el problema
entre cubanos, a partir de las ideas, sin morbo visceral e insinceridad
descarada, teniendo como premisa buscar la excelencia y talante
amalgamados en el alma cubana, rica en tradición intelectual
y emancipadora.
Cuba
libre, soberana, e independiente
Durante
más de cuatro décadas, desnaturalizados "amantes
de la patria", con total desfachatez han hecho mucho menos
de lo que parlotean por "amor" al pueblo de Cuba,
y han sido incapaces de llevar a la práctica lo que dicen,
con transparencia y decoro. Son los que pretenden hacer leyes
en Cuba después del comunismo, para responder a su "desinterés"
embustero, antes de cumplir con el sagrado deber de salvaguardar
la dignidad y soberanía de la Patria.
Estoy
persuadido de una inevitable y pacífica reforma democrática
en la isla, pero no se debe aceptar a protagonistas que más
allá de buscar el bienestar de los compatriotas, solo
especulan y desean aumentar sus ganancias económicas
y retomar el poder perdido en enero de 1959. Me refiero a individuos
como el anexionista cubano-estadounidense y congresista republicano,
por la Florida, Lincoln Días-Balart, y su hermano Mario
("hijos de Rafael Díaz-Balart que fuera presidente
de la 'Juventud Batistiana' y legislador junto a su padre en
el Congreso impuesto por el dictador Fulgencio Batista y Zaldivar,
después de su golpe de Estado el 10 de marzo de 1952,
que, además, fundo la primera organización contra
Fidel Castro, con la ayuda 'generosa' de conocidos hampones
y asesinos de la tiranía batistiana"). También
los que declaran "patriota" al decrépito y
excelso terrorista del "exilio" Orlando Bosh, y sus
émulos Jorge Mas Santos (que de inmaculado no tiene un
ápice al igual que su difunto padre), Andrés Nazario
Sargén, Frank Calzón, Luis Posada Carriles, Ricardo
Boffill, José Basulto y "el cubanito de las manos
sucias para las cosas sucias" Otto Reich; que decir, de
los "defensores de la democracia y los derechos humanos"
Armando Pérez Roura, Agustín Tamargo, y el desprestigiado
Armandito Valladares. Ab uno disce omnes. Todos, sin excepción,
respaldan se perpetúe el indecente bloqueo contra Cuba.
¿Es merecedor el pueblo cubano de este latrocinio?
Empero,
no todos los hombres y mujeres del "exilio" son de
la extrema derecha o políticos petulantes, los hay honorables
y fieles al pensamiento martiano, de sea Cuba libre, soberana,
e independiente de los Estados Unidos de América, en
este caso hay que destacar a Max Lesnik (víctima del
terrorismo - que no persigue EE.UU. - de la extrema derecha
cubana, en más de una oportunidad, y llamado por sus
opositores "La Oveja Negra de Miami"), que no a tenido
miedo y ha denunciado "a las ratas, ladrones, políticos
corruptos, bandidos y canallas que han convertido a Miami en
la capital del robo y la desvergüenza". Es evidente
de que Miami no-solo es turismo, sol y playas.
Aplausos
para los que se sacrifican y reafirman su interés por
el provecho del pueblo cubano, como Eloy Gutiérrez Menoyo
y Max Lesnik; cómo olvidar al pundonoroso profesor Ángel
Fernández Varela (fallecido). También Luis Ortega
Sierra, uno de los grandes periodistas que ha dado Cuba; sin
excluir a quienes tienen interés de un encuentro y diálogo
sincero para solucionar el problema entre cubanos, a partir
de los ideales, sin fanatismo y franqueza; buscando la grandeza
y noble carácter amalgamado en el alma cubana, fértil
en tradición independentista. Abrazo con fervor a los
cubanos que han apostado por la reconciliación pacífica
de los nacionales, más allá de las ideas políticas,
y ad majorem Dei gloriam.
Sé,
perversos "señores" y sus incondicionales me
llamaran ignaro y hasta incriminarme de agente castrista, como
ya lo han hecho con los compatriotas que han participado en
las reuniones de La Nación y la Inmigración, celebradas
en La Habana, en la década pasada, o a los congresistas
que adelantan en el capitolio enmiendas convenientes para la
eliminación de medidas que permitan levantar el bloqueo
comercial de Estados Unidos contra Cuba, vigente desde hace
más de cuarenta años (Ya el presidente Bush se
adelanto a decir de que cualquier enmienda la vetará).
No
obstante, a pesar de los dimes y diretes, la generalidad del
pueblo cubano decidirá, en su momento, lo que considere
mejor para el futuro de la nación. Esto sólo ocurrirá
cuando exista un líder que eclipse a Fidel Castro; hasta
hoy día no lo he visto o escuchado. Multi sunt vocati,
pauci vero electi. ¿Hay que esperar la ponzoñosa
orgía después de que muera Fidel? ¿Hace
falta un cubano inteligente como Mijail Gorbachov o Vaclav Havel?
Porque no se debe olvidar de no solo los finales son complejos,
peligrosos y confusos, también los comienzos; lo será
después del comunismo en la isla, pues, existen especímenes
"desinteresados" con mucho poder económico
y un innegable apoyo del gobierno estadounidense.
Después
de lo antedicho, no temo las diatribas a lo expresado desde
el alma, de ningún modo las festejo o censuro; las admito
como testimonios de que pensando en el bien de Cuba y los cubanos
escribo con discernimiento, libertad, altruismo, placer vehemente,
y estoicismo. Homo sum: humani nihil a me alienum puto. Verba
volat, scripta manet. A bon entendeur salut toto corde. (Soy
hombre y nada de cuanto es humano me es extraño. Las
palabras vuelan, los escritos quedan. Al buen entendedor, saludo
de todo corazón.).