Por Jorge Felix
Editor del Semanario ¨El Veraz¨

Trataré de expresar en este artículo, algunas impresiones personales de todo lo surgido a raíz del Concierto ofrecido el día 20 de septiembre en la Habana.

Si notan, no me refiero al concierto como el concierto de Juanes, mucho menos como el concierto de Paz sin fronteras.

Lo que vi, fue el concierto del Castrismo, el concierto de la mentira. Un intento de lavarle la cara al régimen de la Habana

Nunca me ha gustado nada que huela a comunismo. Y este concierto apestaba a eso de principio a fin.

Si vemos la ideología del mensajero, podemos entonces descalificar su mensaje.

Para pruebas con un botón basta. Hemos visto la adoración de Juanes por los iconos comunistas impuestos desde arriba por la Dictadura cubana al pueblo de Cuba... Ernesto Che Guevara, Silvio Rodriguez y su nueva trova. Hablo de Iconos para la exportación para engañar a idiotas e ingenuos latinoamericanos.

¿Acaso alguien puede desmentirme el hecho de que en Cuba, las personas que oían a Silvio Rodríguez eran en su gran mayoría militantes comunistas?

Era muy raro ver a una persona que no fuera militante del partido o de la Juventud que le gustara Silvio, mucho menos a la mayoria de las personas que como yo escapaban de la realidad cubana con la música extranjera.

La Dictadura cubana logró con Juanes lo que no logró con la inmensa mayoría de los cubanos de cualquier generación, convertirlo en el Hombre nuevo, algo que la inmensa mayoría de los cubanos rechazamos.

Pero ojo, un hombre nuevo gozando de las bondades del capitalismo y es muy fácil ser comunista viviendo en Estados Unidos con la barriga llena y el bolsillo con dinero.

Gracias a Dios, nunca he comprado ningún CD de Juanes. Su fortuna no me la debe a mi, mucho menos los Grammy.

Siempre me ha parecido una persona con poco talento, las letras de sus canciones me parecen panfletarias, idiotas e infantiles, creadas por una persona con pocos recursos intelectuales... parece un Guajiro cantando canciones infantiles.

Las pocas veces que lo he oído, es porque no me queda mas remedio, cuando en algún centro comercial ponen su indeseable música.

Los Grammy que ha ganado no me dicen nada, lejos está la época en que para triunfar, había que ser virtuoso. Existe un deterioro cultural a nivel mundial. Estamos en una época en que cuanto menos talento se tiene… más Grammy se ganan.

Aparte de esto los premios Grammy a Juanes me dicen… que todos los días nacen 20 millones de tontos y el vivo vive del tonto y el tonto de su trabajo.

Ademas de todo lo anterior, no estamos en presencia de un ingenuo, estamos en presencia de una persona que siente admiración por la Dictadura cubana... no por el pueblo cubano.

Nunca, en ninguna de las entrevistas que les hicieron antes del concierto, ni a Juanes, ni a ninguno de los que lo acompañaron, hicieron ningún tipo de crítica a la Dictadura Cubana.

Ni una sola crítica, ni una sola condena, ni libertad para los presos políticos… nada de nada. Lejos de eso, se comportaron arrogantemente, importandoles bien poco, los aplastantes argumentos del Exilio.

Una semana antes del concierto llame a mi hijo de 17 años que está en Cuba y le pregunté:

- Hijo que te parece el Concierto que va a hacer Juanes en la Habana?

Me dice el:

- ¿Quiénes son esos papá?

Pensando que se trataba de un Duo, grupo o algo así

Pensé entonces, que quizas por ser mi hijo amante del rock duro americano y europeo, era de los pocos que no lo conocía.

Pero no fue así. En el concierto me di cuenta con alegría… que para la mayoría de los cubanos era un total desconocido.

Eso se pudo notar sobre todo al terminar cada una de sus canciones, en las que recibió tímidos aplausos, si lo comparamos con los recibidos por Olga Tañón.

El Concierto en si, me pareció una reverenda porquería. Cantó Olga Tañón y con ella terminó el concierto. El concierto nunca mas pudo levantarse después de eso. No hubo manera.

Amaury no logró cantar mejor que Raúl Castro. Le tocó el turno a Silvio y se empezó a vaciar la plaza. Esto es evidencia de lo que dije anteriormente, de que a la mayoría de los cubanos nunca les ha gustado Silvio y que siempre fue y ha sido considerado por los cubanos, como un producto para la exportación del MININT.

A punto de dormirme estuve cuando desperté de un sobresalto.

Quizás lo que más hizo levantar el Concierto fue la entrada de CUCU Diamante.

Me reía desde que empezó hasta que se fue.

Aquello parecía el día del Orgullo Gay con CUCU Diamante en la Tarima. He recibido varios email de amigos de Cuba, preguntándome si aquello era un travesti. Aún no tengo respuestas… pero me sigo riendo.

Ahora hablando un poco mas en serio. Creo que no tenemos nada que agradecer al concierto, mucho menos a los que lo crearon.

Siempre he pensado que son los cubanos, los que tienen que resolver el problema de Cuba.

Pero siempre los cubanos esperan gestos de solidaridad, comprension y apoyo de aquellas personas extranjeras, que se dicen amantes de la paz y la libertad.

Y solo vale la pena recordar la marca que dejo en el pueblo cubano las palabras del Papa Juan Pablo II.

El Papa fue a Cuba con un mensaje de paz, de amor, de unidad, pero también de libertad y pidió libertad para los cubanos.

Y un Cubano, el Obispo Pedro Meurice Estiú, tuvo el valor que nadie ha tenido en Cuba al pedir lo mismo para el pueblo cubano, condenando al comunismo al decir: Le presento, además, a un número creciente de cubanos que han confundido la Patria con un partido, la nación con el proceso histórico que hemos vivido en las últimas décadas, y la cultura con una ideología.

En todo el concierto se esquivo la palabra ¨Libertad¨… era un sacrilegio, una mala palabra y Juanes grito Cuba Libre, Cuba Libre como si estuvieran pidiendo un trago de Ron con Coca Cola.

El pueblo cubano después de 50 años de Dictadura, no entiende ya de simbolismos, no entiende ya de lenguaje subliminar… al cubano ya hay que hablarle claro, al duro y sin guante

Cantar y hablar por lo claro como lo hace Gorki con su canción de: No comas tanta pinga Comandante… canción esta que es el reflejo de la frustración, la obstinacion, la falta de esperanza que tiene el cubano de hoy.

¿Que semilla sembró el concierto en el pueblo cubano?

Algo que esta sembrado hace rato en Cuba, que hay que ser extranjero para hablar en Cuba, que hay que irse.

Sinceramente para mi, ninguno de estos cantantes comunistas que estuvieron en la Habana fue sincero.

Ahora después del concierto comienzan a aparecer audios y videos para tratar de lavarse la cara con el exilio. Ahora sale un video con Juanes y Bose protestando, llorando como perras ruinas y llamando a los periodistas...

Le diria yo a Juanes, ¿quién te manda a darte a la lengua con la Dictadura? ¿Esos no eran tus iconos? ¿Dónde estaba Silvio Rodriguez? ¿Donde estaban los Van Van?

Por eso mismo que hicieron en el Lobby del Hotel Nacional, a un cubano lo revientan a patadas... a Usted no... usted puede seguir cantando estupidas canciones, dando concierticos inutiles y no le pasa nada, usted puede seguir adorando a la Dictadura y limpiandose con el dolor del exilio

¿Quién ganó con el concierto?

Sin duda alguna el gobierno cubano, ellos pusieron sus reglas y no hubo ni una sola critica directa a la Dictadura.

Este concierto forma parte de la misma estrategia de las visitas de los Presidentes latinoamericanos a Cuba. Buscan fuera de Cuba el apoyo a la mal llamada revolución que ya no encuentra ni encontraran dentro de Cuba

¿Quién más ganó con el concierto?

Pues Juanes y compañía. Para lograr la publicidad que ellos lograron en 2 meses de todos los medios de comunicación y de todas las cadenas de televisión a nivel mundial…. la Coca Cola debe hacer una inversión de 200 millones de dólares en ese mismo tiempo.

Toda esta Publicidad fue lograda a costa del dolor del exilio cubano.

Finalmente, quisiera preguntarle al lector imparcial... ¿acaso Juanes y Olga Tañón, cuando llegaron a la Florida y que no eran lo que son hoy, hubieran hablado o pensado en hacer un concierto en Cuba?

Me juego la mano derecha que nunca lo hubieran hecho.

Son en resumen, unos perversos y oportunistas. Esperemos que el Exilio ni olvide ni perdone