Por
Claudia Márquez Linares
Siempre
las frases que lleven intrínseco el sentimiento del
odio me causan repulsión. Uno de los miembros de
la Caravana Pastores por la Paz en declaraciones que ofreció
a la televisión cubana manifestó que detestaba
y sentía mucho odio contra el gobierno de los Estados
Unidos.
Se
supone que los susodichos Pastores por la Paz sean personas
inspiradas en principios cristianos. El amor al prójimo,
la comprensión, la tolerancia y
el respeto son virtudes que deben guiar las vidas de los
cristianos donde quiera que se encuentren.
Pero
como siempre sucede, en Cuba, todo se politiza. Ya los Pastores
no parecen humildes y desinteresadas personas a quienes
les anima traer donaciones al pueblo cubano sino militantes
del Partido Comunista o combatientes seguidores del Che
Guevara.
El
discurso de sus integrantes se ha tornado puramente político
y sí en algún momento han emitido pensamientos
cristianos estos nunca se han transmitido por la televisión
estatal.
Para
el cubano común víctima de la manipulación
informativa estas personas vienen al país a hacer
turismo
político a su conveniencia. Para nadie sería
difícil observar que en Cuba la población
no disfruta de libertades básicas y que para nuestro
pueblo resulta una muestra de lo que es la democracia ver
a los Pastores protestando en las calles de los Estados
Unidos pacíficamente sin que les ocurra nada.
En
Cuba sólo se permiten las manifestaciones callejeras
pro gubernamentales. Eso de andar con carteles que critican
a Bush no lo podemos hacer los cubanos criticando a Fidel
Castro pues las consecuencias para las personas que se atrevan
resultarían impredecibles.
Sentir misericordia por el prójimo no es sólo
aparecerse con las manos llenas de objetos materiales que
el gobierno destina según sus intereses. Sentir misericordia
también sería señalar con valentía
las mordazas que oprimen las voces de quienes se dedican
humildemente a promover la democracia en Cuba. Sería
pedir el mejoramiento de las condiciones carcelarias para
los presos políticos y de conciencia y para la población
penal en general.
Con
sus boinas imitando al Che y camisetas donde se leía:
“Cambio de régimen en USA, no en Cuba” parecen guerrilleros
del castrismo proliferando las mismas ofensas que a diario
las autoridades cubanas lanzan contra el gobierno de los
Estados Unidos.
El
pueblo de Cuba esta cansado. Sufre calladamente con la convicción
de quienes saben que han perdido lo más valioso para
el hombre: la libertad.
Basta
ya de politiquerías ciegas que solo vienen a abarrotar
la mente del cubano agotado por el diario sacrificio de
alimentar a su familia. Y no me digan que es por el embargo
que el pueblo pasa hambre. Existen otros embargos que dañan
profundamente la conciencia y el pensamiento del cubano.
Primero, protestemos por el embargo interno y después
ocupémonos por el externo. La experiencia ha demostrado
que el primero lacera y duele. El hambre de libertad en
estos momentos es insaciable para los cubanos. No creo que
los Pastores por la Paz contribuirán a aplacarla.
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