Por
Jay Martinez
Recientemente
nos ha llamado la atención la decisión por
parte de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos de
impedir la entrada a una veintena de disidentes a la sede
diplomática y la salida definitiva del país
al reconocido periodista independiente Bernardo Arévalo
Padrón.
La
decisión ha dejado a mucha gente desconcertada. La
sede diplomática ofrece internet de manera gratuita
a los opositores y periodistas alternativos al menos dos
veces al mes pues debemos recordar que internet en Cuba
sólo esta reservado para la nomenclatura y para el
bolsillo de los turistas.
Cuando
la agencia AP indagó sobre esta situación
los americanos se limitaron a decir que sobre asuntos consulares
y de inteligencia no daban información. Para nadie
es un secreto que el apoyo moral y en bibliografía
por parte de la sede norteamericana siempre ha sido importante
para la disidencia interna. La mayoría de los libros
que nunca se han publicado en la Isla como I984 de Geroge
Orwell o “Cómo llegó la noche” de Hubert Matos
llegan al país a través de esta sede.
Para
los que vivimos fuera del país por tantos años
todos los disidentes y periodistas independientes tienen
el mismo valor. Excepto aquellos que se declararon en los
juicios sumarísimos de marzo de 2003 como “infiltrados”;
esos, por supuesto, que ya se encuentran en los anales de
la historia como traidores al ejercer el bajo oficio de
“informantes baratos”.
Muchos
disidentes han manifestado su desconcierto y esto es normal
pues después de marzo al ver que los infiltrados
ocupaban altos cargos dentro de la disidencia no es fácil
delimitar con acierto quien sería informante o no.
En
el caso de Arévalo Padrón sabemos que fue
miembro de la Seguridad del Estado, el órgano encargado
de reprimir a la oposición, y que luego decidió
ser periodista independiente y fue condenado a seis años
de cárcel. Pero el gobierno norteamericano ha determinado
que personas que alguna vez pertenecieron a organizaciones
del gobierno cubano ya no podrán asilarse en los
Estados Unidos.
Cada
país tiene el derecho de acoger en su tierra a quien
mejor le plazca. Creo que mientras exista dictadura en Cuba
siempre la realidad será así de nebulosa y
confusa. Por un tiempo los que eran del gobierno y se iban
para la Yuma eran recibidos como héroes. Hoy ya no
los quieren alli. La política es así. Depende
de la circunstancias históricas. |