Esteban
Casañas Lostal.
Montreal..
Canadá
Correría
el mes de Febrero de este año cuando se realizó
una asamblea en un teatro de los muelles de La Habana. Allí
se le informaba oficialmente a los marinos cubanos sobre
el naufragio de todas las flotas cubanas, pero no es tan
sencillo como aparece en estas tres líneas. Aquello
era un “calabaza, calabaza, cada uno pa’su casa”, poco se
diferenciaba de aquella expresión infantil. Muy desastrosa
era aquella noticia para los miles de cubanos que habían
perdido el empleo al que dedicaran la mayor parte de su
vida. Se les dijo fríamente que ya no existía
la lista de espera para ser enrolados, y que tampoco serían
aceptados quienes no tuvieran dominio del inglés.
Ironías de la vida o la historia, pienso ahora, ¿no
resulta algo cruel exigir el idioma del enemigo? Peor aún,
cómo explicarles a esos muchachitos hoy envejecidos,
alguna razón que justificara el cambio del idioma
inglés por ruso en sus escuelas secundarias.
Esa fue la suerte de aquellos hombres, fueron puestos en
la calle a voluntad de la suerte, porque señores,
en la isla no existe un seguro de empleo del que recibas
alguna ayuda mientras se resuelve esa situación.
Muchos de mis compañeros de trabajo salieron a vender
maní, y los más avispados a “inventar”.
Los extranjeros que lean estas líneas no lo comprenderán
muy bien. Inventar es sinónimo de robar, pero para
los habitantes de un archipiélago al que pertenecí,
eso no es delinquir.
La noticia que nos llega hoy desde La Habana es un rayo
de esperanza para aquellos hombres abandonados. Cuba abrirá
un mercado de contratación de marinos (no olviden
que deben aprender inglés) Es lógico que sea
acogida esa decisión con mucha alegría, el
que así no lo entienda debe probar a vivir en Cuba,
sin dólares por favor. Pero analicemos un poco cómo
nos llega esa noticia.
Resulta que hay un individuo nombrado Timochenko Fernández,
bonito nombre para un cubano y prueba viviente de nuestro
pasado reciente como colonia, no es necesario decir de quien.
Pues a este señorito se le ha dado la responsabilidad
de promoción de ese nuevo mercado y para ello se
ha convocado a un evento internacional que se realizará
en Cuba. Allí podrán asistir todos esos mercaderes
del dolor cubano a contratar los servicios de esos esclavos.
Dice la nota que la flota cubana declinó con la crisis
económica de los 90, pero se omite los miles de millones
de dólares recibidos hasta la caída del bloque
comunista. Superior a la cantidad que recibieron los países
europeos por medio del plan Marshall, y que fueran despilfarrados
en guerras por el tirano cubano (los izquierdistas le llaman
presidente) en sus aventuras guerreristas. No se menciona
para nada, todos los descalabros que se produjeron por malas
operaciones de explotación en esas flotas, solo esa
notica, declinó por una crisis. Antes de continuar
permítanme presentarme para los que no me conocen
y puedan acusarme de extremista. Yo trabajé en esa
flota durante 24 años, la vi crecer y me sentí
orgulloso de pertenecer a ella. Pude ver como iba desapareciendo
también.
Pues ahora el señor Timochenko en su labor de promotor
de esa venta de esclavos, le dice al mundo lo siguiente;
“Los marineros cubanos son "reconocidos internacionalmente
por su alta preparación profesional, experiencia
y disposición de trabajo". Bueno, está
muy bien que en medio de la desesperación se defiendan,
pero coñito, tampoco abusen tanto. Yo le preguntaría
a este individuo si ya se han muerto la mayoría de
los socotrocos con los que tuve la fatalidad de compartir
singladuras. ¡Ah! Hay que decirle al señor
Timochenko que en la misma Academia Naval se cometieron
miles de fraudes. Perdón señores, se me olvidaba
decirles que yo fui profesor de Navegación y cuando
suspendía a cualquier alumno, el mismísimo
Jefe de Cátedra me ordenaba aprobarlos para cumplir
las metas. Ya sabe Timochenko, debe matar a varios de las
promociones 17 y 19, no te hablo de otras ni menciono a
los graduados en los cursos externos. Menciona este individuo
la disposición para el trabajo de los marinos cubanos.
¡Coñito! Como cambian los tiempos, se acabó
el relajito de las actividades en horarios de trabajo, las
reuniones del partido, las del sindicato. Se acabó
la presencia del Comisario Político con una escopetita
de tirar perles haciendo competencias en horas laborales.
Y lo peor de todo esto señores, cuando yo exigía
trabajo me acusaban de anti partido. La defensa está
permitida señores, ya tenemos no solo a las jineteras
más ilustradas del mundo, también lo son nuestros
marineros.
Pero bien, como el hambre tocó las puertas de todos
los militantes, y como ahora se encuentran viviendo un capitalismo
más salvaje que todos los conocidos por nuestra historia.
Puede estar seguro de que esos hombres saldrán a
cubierta con una piqueta en una mano, una raqueta en la
otra, el cepillo de alambre en la boca, ¿y la brocha?,
ya sabe Ud. señor Timochenko. Puede estar convencido
de que así será, esos hombres saldrán
a comerse la cubierta antes de permanecer un día
más en tierra. ¡Ah! Se me olvidaba decirles,
la nota expresa que esta práctica viene realizándose
desde hace unos diez años. Se equivoca el camarada,
hace muchos años se vendieron los servicios de otros
esclavos a diferentes países. Yo fui uno de aquellos
que firmó un contrato en una empresa llamada Cuba
Técnica, y luego me pagaban un dólar diario.
No mienta Timochenko.
En fin, Cuba ha descubierto que se pueden cambiar médicos
por petróleo, vaginas y penes por fulas, y que el
turismo da plata. Muy tarde se dieron cuenta de eso, pero
finalmente lo comprendieron. Muchas veces se toma tiempo
domar a un animal para trabajar en un circo.
Dice la nota; El foro será parte de la Feria Internacional
del Transporte que en su VIII edición, reunirá
a hombres de negocios y expertos de más de 17 países
en EXPOCUBA. Pabellón ferial de las afueras de la
capital cubana, donde los asistentes ya reservaron más
de 2.130 metros cuadrados para exposiciones.
¿Hombres
de negocio? ¡Si, claro! Gente de la misma calaña
y bajos escrúpulos, que hoy explotan a los infelices
trabajadores del turismo en amistoso contubernio con el
régimen de la isla. Asistirán otros pocos
conocidos y servirá para demostrarle al mundo que,
los emigrantes cubanos pueden invertir también. Me
refiero a unos cuantos cabronzuelos que pertenecieron a
la flota, y que de la noche a la mañana se han convertido
en pequeños armadores. ¡Tomen nota venezolanos!
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