Por Mario Servando Pérez
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Santa Bárbara cumplió otro aniversario,
el 4 de diciembre. El pueblo habanero acudió hoy
masivamente a visitar la pequeña iglesia del reparto
capitalino de Parraga, uno de los dos santuarios en Ciudad
Habana dedicado a esta mártir.
Hermoso
y sencillo templo blanco con dos torres laterales con
campana. En su interior, un gran salón con portones
al frente y costados, ventanas intercaladas con otras
bellas esculturas religiosas, un pasillo central que conduce
al altar mayor y sobre este un crucifijo casi a escala
natural. La gran Santa formada está debajo de la
cruz, tiene su cuerpo cubierto por una capa roja resplandeciente
de adornos dorados, su espada y su copa en las manos y
la simbólica torre a la derecha.
Ambiente
celestial con música sacra, velas encendidas, olor
a incienso y de muchas flores traídas por sus devotos,
el murmullo y su eco de los que rezan sentados y de rodilla,
movimiento saturado de sacerdotes y monjas, previo preparativo
de la misa de las seis de la tarde. Gente negra, mulata
y blanca vistiendo algo rojo sobre su cuerpo. Ancianos
y niños acompañados de menores. Turistas
con cámaras de videos, mendigos de promesa y una
pareja de recién casados con traje de cola y saco,
depositaron flores a los pies de la imagen.
Mujeres
vestidas de blanco, unas por que son religiosas y otras
porque pertenecen a familiares de presos políticos.
También pequeños grupos de disidentes y
opositores se dieron cita en el lugar y la policía
política hizo sobredimensionada presencia en las
afueras para controlarlos.
Pilar
Xiomara Ruiz, Dama de Blanco, madre de Félix Gerardo
Vega, al depositar un bello ramo de flores rojas, con
el cansancio reflejado en la cara por los años
y la angustia de tener injustamente a su hijo preso en
la prisión de máxima rigurosidad de Quivicán,
explicó la similitud de comportamientos ante la
vida, en dos épocas diferentes distantes en un
milenio. En un lado la bella joven y rica Bárbara
que abrazó un ideal, el cristianismo, corriente
religiosa maoísta del comienzos del medioevo, que
tenia a los esclavos en la siria musulmana medio oriental,
y le costó el encierro en una torre y la decapitación.
Posteriormente declarada Santa Mártir por la religión
católica. Varios siglos han transcurridos de aquellos
hechos en que valientes jóvenes de América,
de Cuba, que también han abrazado una corriente
humanista de actualidad, la defensa de los derechos humanos,
jóvenes como su hijo y amigos de su hijo, como
Carlos Martí, encerrado también en Quivicán
o como Héctor Raúl Valle Hernández,
preso en la cárcel de Guanajay o como Julián
Enrique Martínez Báez y Virgilio Marante
Guelmes, internados en el penal de Melena del Sur o como
varios cientos que languidecen en prisiones castristas
de todo el país, victimas de la inhumana intolerancia.
El tiempo y la historia serán quienes juzgaran
y reconocerán la actitud asumidas por estos hombres
de estos tiempos y del futuro. Libertad para todos los
Presos Políticos y de Conciencia