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Población
: 11.271.000
Internautas
: 120.000
Precio
medio por 20 horas de conexión : 45
euros
DAI*
: 0,38
Apreciación**
: Situación
Grave |
El
régimen cubano intenta mantener a sus ciudadanos
al margen de la Red. La compra de material informático
se encuentra estrictamente regulada, el acceso a Internet
controlado y las comunicaciones electrónicas estrechamente
vigiladas. Las actas de acusación de la mayoría
de los periodistas independientes encarcelados en marzo
de 2003 incluyen referencias a su actividad en Internet.
La libertad de expresión está proscrita
en Cuba, la mayor cárcel del mundo para los periodistas.
El régimen, demasiado dedicado al control de la
información destilada para sus ciudadanos, no tolera
ninguna prensa independiente. En relación con Internet,
el gobierno ha adoptado una postura paradójica.
Forma a miles de estudiantes en las nuevas tecnologías
-de fuente oficial, actualmente se estarían formando
cerca de 30.000-, pero impide a la gran mayoría
de la población acceder a la Red. A veces, las
autoridades presentan el Net como "la gran enfermedad
del siglo XXI", porque surte a los internautas de
informaciones "contrarrevolucionarias". Pero
es también una baza inevitable para el desarrollo
económico del país, como repite hasta la
saciedad González Planas, el Ministro de Telecomunicaciones
cubano.
Cuba
es hoy uno de los diez países más represivos
del mundo con la libertad de expresión en la Red.
Este medio de comunicación se reserva para una
élite cercana al poder. Pero, incluso esos pocos
privilegiados frecuentemente solo acceden a una Intranet,
especialmente concebida y filtrada por las autoridades.
Los
cubanos han encontrado medios para eludir la omnipresente
censura del Estado, comprando el acceso a Internet en
el mercado negro, o compartiendo las pocas conexiones
autorizadas. Sin embargo, el gobierno actúa severamente
contra cualquier utilización "ilegal"
de la Red. Por otra parte, los tribunales de la isla cada
vez usan más una nueva acusación, la utilización
"contrarrevolucionaria" del Net, para condenar
a los disidentes.
La
compra de material se encuentra estrictamente controlada
Las
restricciones materiales son el principal obstáculo
para una expansión de la Red al público
en general. Por una parte, la densidad telefónica
no pasa de seis líneas por cada cien habitantes.
Por otra, el coste prohibitivo de las comunicaciones telefónicas
internacionales (dos dólares el minuto con Estados
Unidos), y la escasez de líneas internacionales,
concedidas con criterios políticos y estrictamente
vigiladas, impiden cualquier conexión a través
de un proveedor de acceso situado en el extranjero.
Los
equipos necesarios, incluidos los más recientes,
solo están disponibles en los almacenes del Estado
especializados, a los que únicamente pueden acceder
las personas autorizadas. Además, desde enero de
2002 una orden del Ministerio de Comercio Interior prohíbe
la venta a los particulares, en los almacenes del Estado,
"de ordenadores, impresoras, multicopistas, fotocopiadoras
y cualquier otro instrumento de impresión masiva".
Si se considera indispensable hacer esa compra hay que
solicitar autorización en el Ministerio de Comercio
Interior. Antes de esa fecha ya estaba prohibida la venta
de modems al público. En esas condiciones, Internet
en Cuba aparece como un fenómeno limitado, mientras
que las empresas informáticas cubanas demuestran
un perfecto dominio de esta nueva tecnología.
El
acceso a Internet sometido a autorización
El
gobierno ha legislado desde el mismo momento de la aparición
de Internet en la isla. En junio de 1996, el Decreto-ley
209, titulado "Acceso desde la República de
Cuba a la red informática global", precisa
que su utilización no puede hacerse "violando
los principios morales de la sociedad cubana o las leyes
del país", y que los mensajes electrónicos
no pueden "comprometer la seguridad nacional".
Para
conseguir la acreditación obligatoria, los cubanos
que quieren disponer de un acceso a Internet, o utilizar
los puntos de acceso abiertos al público, tienen
que dar una "razón válida" y firmar
un contrato de utilización, con cláusulas
restrictivas. Igual que para el teléfono, el procedimiento
requiere el acuerdo de ETEC SA, único operador
de telecomunicaciones del país, y después
el de una comisión local dependiente del Comité
de Defensa de la Revolución, que evalúa
los méritos del demandante.
Según
el Decreto-ley 209, el acceso se concede "en virtud
de reglamentos que dan prioridad a las entidades e instituciones
que puedan contribuir a la vida y el desarrollo de la
nación". A este título, y al margen
de las embajadas o sociedades extranjeras, pueden pretenderlo
las personalidades políticas, altos funcionarios,
intelectuales, profesores universitarios, investigadores
y periodistas oficiales ; los cuadros de las empresas
culturales dedicadas a la exportación o de las
empresas informáticas, así como la jerarquía
católica.
El
13 de enero de 2000 se creó un Ministerio de Informática
y Comunicaciones para "regular, dirigir, supervisar
y controlar la política cubana en materia de tecnologías
de la comunicación, la informática, las
telecomunicaciones, las redes informáticas, la
radiodifusión, el espectro radioeléctrico,
los servicios postales y la industria electrónica".
Las
mensajerías electrónicas bajo vigilancia
Desde
septiembre de 2001, en los puntos de acceso ETEC SA, los
cubanos pueden acceder a un servicio de correo electrónico
nacional, sin conectarse a la Web, tras conseguir una
dirección de e-mail personal. Una tarjeta nominativa
de acceso al servicio cuesta 3,5 euros, para un uso de
tres horas (el salario medio de un cubano está
entorno a los 10 euros). Las tarjetas son nominativas.
Cada comprador tiene que justificar su identidad, rellenar
un formulario detallado, y se registran sus datos. Así,
el proveedor de acceso puede controlar cualquier correo
recibido o enviado, antes de emitirlo o entregarlo a su
destinatario. Según algunas declaraciones oficiales,
Cuba tendría hoy 480.000 cuentas de e-mail.
Salas
de Internet para acceder...a una Intranet
Los
cubanos, salvo los que disponen de una autorización
formal de las autoridades, no pueden acceder a Internet
a partir de un punto de acceso público. La Web
está únicamente abierta para los turistas,
a una tarifa prohibitiva (alrededor de 6 euros por hora),
en los hoteles y algunos cibercafés.
El
gobierno ha creado salas de Internet, normalmente en las
oficinas de correos, donde los cubanos acceden a su correo
electrónico, así como a una Intranet, Tu
Isla, constituida por sitios seleccionados por las autoridades.
Tu Isla incluye, entre otras cosas, las radios y televisiones
del Estado, que difunden sus programas en línea.
Para utilizar esos puntos de acceso públicos es
obligatorio inscribirse en un registro, y enseñar
un documento de identidad.
El
Net en el mercado negro
Aunque
restringida, la difusión de las nuevas tecnologías
y de los accesos a Internet ha generado un pequeño
mercado negro de la Web, todavía marginal pero
ya organizado. Algunos de los que tienen derecho alquilan
su login y contraseña, por unos 60 dólares
al mes (el equivalente a seis meses de salario mínimo).
Otros acogen a los internautas en su propio punto de acceso,
y facturan la conexión por el tiempo empleado.
Algunos empleados de los puntos de acceso ETEC SA conceden
con gusto una secuencia de navegación a sus amigos
y relaciones, en algunos casos mediante pago. Finalmente,
algunos testimonios afirman que los cubanos han podido
introducir en la isla parabólicas y modems, que
les permiten conectarse por satélite (Starband
o DirectPC), pagando directamente el abono en Estados
Unidos (del orden de 500 dólares la puesta en servicio,
y luego unos 100 dólares al mes).
Ha
nacido un mercado negro de direcciones que disfrutan los
escasos cubanos que disponen de un ordenador. El 1 de
enero de 2001, en el Ministerio de Informática
y Comunicaciones se creó una Agencia de Control
y Supervisión (ACS), encargada entre otras cosas
de dar caza a quienes hagan "un uso indebido de las
redes informáticas". Citado en un artículo
del diario Gramma publicado el 23 de abril de 2003, Carlos
Martínez Albuerne, director de la ACS, cuenta que,
en 2002, se adoptaron sanciones contra 31 personas, por
ese motivo o "por utilizar mensajerías electrónicas
que no les pertenecían". El artículo
no precisa las "sanciones" adoptadas.
|
Héctor
Maseda Gutiérrez, periodista, acusado
entre otras cosas de publicar textos en el sitio
Cubanet, y de recibir dinero de ese medio de comunicación.
Está condenado a 20 años de cárcel. |
Algunos
periodistas encarcelados por sus escritos en el Net
|
Adolfo
Fernández Sainz, entre otras cosas
acusado de publicar artículos "contrarrevolucionarios"
en el sitio www.nuevaprensa.org, para que "sean
utilizados, directa o indirectamente, por el gobierno
norteamericano, para continuar su política
de agresión contra Cuba". Está
condenado a 15 años de cárcel. |
En
marzo de 2003 fueron detenidos veintisiete periodistas independientes,
haciendo de la isla la mayor cárcel del mundo para
la profesión. Fueron condenados a penas que van de
14 a 27 años de cárcel. La mayor parte de
las actas de acusación incluyen algunas referencias
a su actividad en Internet. En efecto, la mayoría
utilizaba sitios de Internet con sede en Estados Unidos,
para publicar sus artículos. Entre ellos Raúl
Rivero Castañeda, poeta, periodista y escritor, acusado
entre otras cosas de publicar textos "contrarrevolucionarios"
en el sitio norteamericano Cubanet (www.cubanet.org). Esta
condenado a 30 años de cárcel
|
Julio César Gálvez Rodríguez,
periodista, acusado entre otras cosas de haber recibido
dinero de sitios de Internet como Cubanet y Encuentro
en la Red, y de consultar el Net desde la Sección
de Intereses Norteamericanos. Está condenado
a 15 años de cárcel. |
La
caza de los internautas "no autorizados"
En
enero de 2004, las autoridades decidieron prohibir completamente
la utilización de la red telefónica ordinaria
para acceder a la Web, con el fin de luchar contra las
conexiones piratas.
|
Carmelo
Díaz Fernández,
Director de la Agencia de Prensa Sindical Independiente
(APSIC), acusado de publicar artículos
en Cubanet, "agencia de prensa financiada
con fondos concedidos por el Congreso de Estados
Unidos, "para efectuar un trabajo de subversión
contra el gobierno de Cuba". Está
condenado a 15 años de cárcel.
|
Además,
el decreto gubernamental pedía a ETEC SA "que
empleara todos los medios técnicos necesarios que
permitan detectar e impedir el acceso a Internet" a
las personas no autorizadas. El decreto no ha entrado en
vigor todavía.
Telecom.
Italia, accionistas de las telecomunicaciones cubanas
Telecom.
Italia posee el 29,3% de las acciones de ETEC SA, el único
operador de telecomunicaciones cubano ; el resto del capital
es de propiedad del Estado. Pero ETEC SA, que controla
enteramente el Internet del país, es utilizada
por el gobierno para censurar la Web y dar caza a los
disidentes políticos. En el proceso de los periodistas
detenidos en marzo de 2003 el operador cubano facilitó
algunos informes, para probar que los inculpados habían
utilizado la Red de manera "contrarrevolucionaria".
En marzo de 2004, Reporteros sin Fronteras escribió
al presidente del consejo de administración de
Telecom. Italia, para llamar su atención acerca
de las consecuencias de la participación de su
empresa en ETEC SA. La organización le pidió
que "interviniera, para intentar influir en la política
del régimen cubano respecto al Net, y pedir la
liberación de los 27 periodistas encarcelados".
*
El DAI (Digital Access Index)
es un índice creado por la Unión Internacional
de Telecomunicaciones, para medir la capacidad de los
individuos de un país dado para acceder a las tecnologías
de la información y la comunicación. Las
notas van de 0 (incapacidad total) a 1 (acceso perfecto)
**
Las apreciaciones (situación buena, media, difícil,
grave) se han establecido a partir de siete criterios
: ciberdisidentes o periodistas digitales muertos, encarcelados,
acosados, censura de sitios informativos, existencia de
sitios informativos independientes, existencia de proveedores
de acceso independientes, coste abusivo de la conexión.