Por
Lalo López.
Hay
ciudades y países más renombrados por sus
bien ganados títulos que por sus reales nombres...
Como "El País de las sombras largas" se
conoce a Alaska, Japón es "el País del
sol Naciente" y aquí en México, tierra
azteca que tan generosamente ha acogido a miles de migrantes
cubanos, se reconoce como "la Ciudad Blanca" a
Mérida, capitán de Yucatán, y como
"La Bella Airosa" a Pachuca, capital de Hidalgo"...
Hoy por hoy, al bello caimán que flota en el corazón
del Caribe, sus propios sobrevivientes lo conocen ya como
la "Tierra del Nunca Jamás", ( donde habita
un muy viejo Peter Pan, que no quiere cambiar ni crecer
y que nada ni nadie a su alrededor tampoco evolucione),
el "Reino del Revés", donde todo anda de
cabeza, o el "País de la Siguaraya..."
en la dimensión mística.
La
Siguaraya es un árbol santo, según la tradición
yoruba o lucumí de la muy respetable religión
afrocubana... Una canción muy conocida aquí
en México y en el mundo dice: "En mi Cuba nace
una mata que sin permiso no se pué tumbar. No se
pué tumbá, eé, porque son Orisha..."-
Fabulosa interpretación del inolvidable Benny Moré,
el Bárbaro del Ritmo-.
Y
precisamente en Cuba, el "mágico País
de la Siguaraya", donde toda la ficción imaginable
es cotidianeidad, impera egocentrista, inamovible por varias
décadas el Brujo Mayor, el "Bárbaro de
la Economía", el que "sin permiso no se
pué tumbá" ( al parecer el permiso ha
de ser de él mismo, por eso nunca lo dará),
quien no ha sido tan buen cantante ni tan querido como el
Benny, pero es un verdadero artista, porque realmente es
superdifícil mantener por tantas décadas la
economía de un País en total desastre. Ni
aún con toda la ayuda "desinteresada"
brindada por el imperio Soviético a cambio de convertir
a Cuba en punta de lanza nuclear a sólo 90 millas
náuticas de territorio estadounidense, el pueblo
recibió la tranquilidad de una estabilidad material:
a fuerza la libreta de abastecimiento, economía de
guerra -sin balazos pero con igual hambre y escasez- que
establecía derecho a comprar mendrugos de azúcar
( 4 libras mensuales por persona, en la tierra productora
por antonomasia ), arroz ( 5 libras mens. p.p.), café
unas onzas p.p. cada 15 días, mezclado en alta proporción
con chícharo tostado), aceite ( media libra al mes
p.p, y eso cuando surten), etc... la carne, el pollo, frijoles,
la manteca, el huevo y la madre de los tomates todo limitado,
todo pujado como en el más loco y diario de los partos...
Por
eso la también célebre frase de "resolver"...
Allá la vida diaria es resolver transporte, resolver
comida, resolver una puerta o ventana para tu destruida
casa, resolver un foco o combustible para cocinar...Es como
el cuento de los dos infiernos, pero del género costumbrista...
Se muere Castro, ( gracias a Dios), y al llegar lógicamente
al Infierno se encuentra que hay dos: Infierno Capitalista
e Infierno Comunista. Para entrar en el primero nadie, enorme
puerta abierta y vacía, pero para acceder al Comunista
la fila era dantesca: Todos querían entrar allí.
Castro entusiasmado de que al fin en lugar alguno entendieran
y apoyaran totalmente su decrépita y obsoleta filosofía,
pregunta muy orondo a los muy serios difuntos: " ¡A
ver, que hacen esos malditos capitalistas con la pobre gente?".
" Pues mire, Comandante, te clavan a un madero, te
suspenden con soga o cadenas sobre un enorme cazo de aceite
hirviendo con flamas de gas eterno, y te sumergen una y
otra vez produciéndote los más crueles castigos..."
" Que bárbaros, abusivos, explotadores estos
imperialistas... ¿ Y acá en el Infierno Comunista
todo es bueno, verdad?".
"Pues mire que no, te hacen exactamente lo mismo, lo
mismito en los dos lados...". Castro extrañado
le espeta... "Pero Chico, no es posible, si son exactamente
iguales, porqué todos prefieren este otro, será
acaso por convencimiento ideológico ?". "
No se equivoque otra vez, Comandante, estamos aquí
por supervivencia, es que en el comunismo cuando hay madera
no hay clavos, cuando hay las dos no hay aceite, ni soga
ni cadena, y cuando todo se consigue no hay gas para que
te frian, en fin, pasan los siglos y nunca nos pasa nada...".
Y
este cuento se hace cotidiano, costumbrista en el quehacer
diario cuando necesita lo más insólito o simple
en el País de la Siguaraya... Todo se compra, todo
se vende en el mercado negro, muchas veces lo que necesitas
no aparece pero agarras lo que caiga por si acaso... Años
de prisión severa te cuesta comprar langosta o camarón,
más grave aún matar una vaca o "aguantarle
la pata", aunque sea hija y nieta de tus propias vacas,
resulta la sentencia más alta que por matar a un
cristiano; y si te agarran comprando carne de res eres cómplice,
y prisión segura... Además por si fuera poco,
TODAS LAS TIENDAS son del Estado, mediocremente surtidas
por empresas militares que adquieren e importan productos
libres de impuestos por mayoreo con la mínima calidad
y más bajo costo para revenderlos luego a la muy
necesitada población cubana a precios inaccesibles
y en dólares. Con pesos cubanos no te venden casi
nada, y el salario te lo paga el Gobierno en moneda nacional,
( entre 6 y 10 dólares en promedio mensual al cambio
vigente), lo cual alcanza para muy poco.
Existen dos embargos, el de afuera hacia adentro, y el de
adentro hacia adentro, que es el peor, porque ahorca a los
productores campesinos, no permite la libre empresa y corta
de raíz toda posibilidad de crecimiento económico
o esperanza de solución a esta gran tragedia, mientras
su Líder jamás
electo popularmente se manifiesta groseramente y en términos
nada diplomáticos contra toda nación que tenga
el valor de reconocer las continuas y permanentes violaciones
a los Derechos Humanos en Cuba, como ha sido el caso del
actual Gobierno de México, y pronuncia amenazas hecatombicas
sobre el futuro de su propio pueblo. ¡ Quién
entiende aquello!
Lo
peor es la ya muy enraizada Cultura de la Simulación:
El Gobierno hace como que paga, la gente hace como que trabaja,
y todo el quehacer económico es una burundanga. Además,
todos roban de todo a las empresas estatales, y se justifican
ingenuamente con que el "sistema" los obliga a
ello. No es un Estado de Derecho, sino un atípico
Estado Delictivo sin Derechos.
¿
Que será de mi País, qué herencia laboral
y social recogerá la democracia que algún
día sustituya a esta Dictadura, que ha forjado durante
cuarenta y cinco años a una población acostumbrada
al mercado negro, a robar al gobierno, a simular conformismo,
a ahogar sus penas en alcohol, "chispa de tren",
o lo peor, en todo tipo de drogas, inexistentes hace algunos
años, pero que han florecido con las pacas extraviadas
del mercado de tránsito que en aguas nacionales se
facilita desde el Poder a la mafia internacional, con extraordinarias
ganancias para la clase gobernante; a que el sexo, otrora
deporte nacional, sea la mejor vía para conseguir
los indispensables dólares, en que ser "jinetera"
o "pinguero" significa acceder a una clase más
favorecida, pudiente y privilegiada de la sociedad... ¿
Es éste el Hombre Nuevo que nos impusiera el "Che",
enviando a todo el que fuera, actuara o pensara diferente,
a los campos de concentración de la UMAP ? Esta cochinada
es la muy justa sociedad de la que se vanagloria en sus
kilométricos discursos cuajados de cifras nunca tangibles
o verificables y distorsionadas y autocomplacientes estadísticas,
el obsoleto Dictador y las réplicas al carbón
que convenientemente le rodean?. Dicen que Castro un día
encontró en la calle al muchacho más famoso
del mundo y muy enojado le dijo... "Así que
tú eres Pepito el de los cuentos, no? Y aquel contestó:
"No Comandante, yo soy el de los chistes, del de los
'cuentos' es Usted".
No
importa, somos una raza heterogénea que a todo solemos
decir en absurdo y pertinaz cubanéo: NO HAY PROBLEMA...
En el País de la Siguaraya todo es al Revés,
pero la gente sigue respirando, aunque tenga sólo
tres opciones de cambio: Protestar por cualquier vía,
que significa cambiar tu triste vida por abundantes años
en una prisión de Alta Seguridad plagada de oscuras
represalias; sacarte el "bombo", anhelado sueño
de lotería en que el premio gordo no es dinero, sino
una visa legal a USA; y escapar como balsero entre tormentas
y tiburones, lo que no representa la última opción,
sino un privilegio ya que pocos tienen los medios para obtener
una improvisada embarcación.
Cuba
no ha desaparecido, a pesar de todos los esfuerzos realizados
por varias generaciones bajo un único Partido, un
único Reyezuelo, un único Dueño de
vidas y destinos, por reventar las leyes de la sociedad,
la economía y del raciocinio. ¿ Por qué
entonces, qué magia la mantiene a flote?. Existe
una creencia popular con miras a convertirse en mito o leyenda,
( no la estimo probable, sino ya creo que es muy cierta),
que afirma que la única razón por la que no
se ha hundido irremediablemente en el Caribe, es porque
nuestra Isla es de CORCHO.
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