Por:Jay
Martinez
EVANGELIO: Tal Vez Fue Un Error Venir Aqui...
Evangelio
Francisco Blanco Vardés, llegó al Perú en
1980 con el grupo de 10 mil personas que pidieron asilo político
a la embajada peruana en Cuba. Ya han pasado 25 años y
Evangelio aún recuerda los momentos en que dejó
toda una vida en la isla, para comenzar otra en un lugar que sólo
conoció por libros que contaban historias de incas y conquistas.
Tiene
70 años, pero parece de menos tal vez 50 o 60. Su desconfianza
en las personas se muestra con las repuestas rápidas y
concretas que siempre da incluyendo su leve balbuceo al hablar,
defecto que se extiende de forma intensa, llegando hasta el delirio,
cuando narra sobre su casa perdida en Pachacamac o de la familia
que nunca llegó a formar en el Perú.
En
Cuba
Yo
crecí en La Habana, con la música de la Sonora Matancera.
Desde el inicio pasé necesidades pero nos arreglabamos
en mi casa para poder comer. En la Habana fui obrero, hacía
todo tipo de trabajo, era albañil, gasfitero y pintor.
Allá
la comida es basada en las menestras: fréjoles, pallares
o lentejas y lo acompañas con plátanos y algo de
arroz; de bebida , sin duda, el ron. Uno en La Habana no deja
de probar el ron y los puros, eso es inevitable.
Bueno,
te cuento que fui a la embajada el 4 de abril del ochenta, día
en que Fidel decretó que la Embajada del Perú no
tendría custodia. Y mira, Cuando llegué ya había
cerca de mil personas, todo era un caos no se podía ni
respirar. En un momento pensé regresar a mi casa pero no
se por qué no lo hice. Aún recuerdo como nos peleábamos
por la comida, agarramos un cuarto como baño, ya te imaginarias
el olor, pero igual nos quedamos. Yo ya había perdido mi
vínculo
laboral, era obrero, y no sabía que hacer porque Fidel
formó sindicatos y si tu, hermano, no estabas en uno de
ellos difícilmente conseguías trabajo.
En
Lima
Mira, si quieres te cuento como llegue aquí. Yo tenía
46 años en es época, ahora tengo 70 o sea que ya
voy cumplir 25 en el Perú. Pero bueno, te contaré,
bajamos del aeropuerto. El primer día dormimos allí,
después nos llevaron al distrito de San Luis, en el parque
Túpac Amaru, ahí permanecimos un buen tiempo hasta
que el gobierno del presidente Belaunde nos donó el terreno
en Pachacamac. Estuve viviendo ahí pero hace un año
que lo dejé por una problema judicial que tiene la casa
. Hasta ahora la vida no ha sido fácil. Y mira, aún
recuerdo cuando salíamos a vender ropa por las calles y
mercados, cuando recibíamos comida de la gente o cuando
la mujer con la que estuve me dijo que ya no me quería.
A ella la comprendo, porque no es fácil amar a alguien
que no te ofrece muchas cosas para formar una familia.
Y
mírame ahora, estoy en el ACJ, ya llevo 15 años
limpiando carros. La gente ya me conoce me ayudan con lo que pueden.
Pero todo cambia cuando regreso a dormir, hago lo posible para
pagar el cuarto en el que vivo, en La Victoria, me cuesta 300
soles. Yo de esto, saco 200 mensuales y los otros cien me lo da
la Comisión Católica Cristiana de Migraciones, si
quieres puedes ir allá, queda aquí cerca, allí
te pueden dar información sobre nosotros. Y mira, a veces
se extraña la isla, no te puedo mentir, hasta ahora no
se que ha pasado con mis padres si están vivos o no, también
pienso que fue un error venir aquí pero de nada sirve regresar
cuando no se es libre, esa es la gran diferencia. Aunque la verdad
estoy aquí es por locura, me dijeron para venir al Perú
y aquí me tienes. Además la gente es muy buena,
te ayudan con lo que pueden y eso se agradece.
Hasta
ahora, la diferencia entre un peruano y un cubano no la encuentro
cada uno es como quiere ser o como ha sido formado, eso ya forma
parte de uno mismo. La amistad, también, al principio una
persona es tu amigo porque comparten cosas pero una vez que discuten
la amistad se pierde, eso de la amistad es relativo hoy pueden
estar juntos pero mañana no sabes lo que puede pasar.
Evangelio
deja por un momento el trapo sucio, su herramienta de trabajo,
y camina mirando a lo lejos, apoyado en el tronco de un árbol
cercano, un botella de gaseosa, bebe un poco y luego coge una
bolsa, donde trae su pertenencias, la abre mira lo que hay dentro:
un polo, una chalina y un periódico y lo vuelve a cerrar.
Se seca el sudor de la frente con el brazo y va de retorno al
auto que dejó a mitad de trabajo. Es la una de la tarde
y faltan aún diez horas para que finalice su labor. Lo
dejé limpiando un Toyota del 90 y le dije sólo una
palabra de despedida. Suerte.
INES:
CUBA SE PARECE A MIRAFLORES
Inés Reyes Hernández tenía 16 años
cuando llegó al Perú los recuerdos de Cuba ya no
formar parte tanto de su vida, es más, hasta
creó que es tan peruana como cualquier otra. Siempre con
la mirada en el suelo tratando de pensar las respuesta que me
va dando. Aún, mantiene su dejo caribeño, reemplaza
la L por la R lo que causa bromas entre sus amigos. Y lo que sigue
es lo que me contó sobre su venida al Perú
"Yo
me metí a la embajada el 2 de junio del año ochenta,
con mi padre, mi madre y mi hermano. Mi hermano y mi madre ya
murieron yo vivo aquí con mis cuatro hijos, que son peruanos"
me cuenta Inés haciendo un esfuerzo por recordar sus primeros
días en Lima.
Ella
vive en Villa El Salvador, en la zona de Pachacamac, desde el
año 1983. "desde que llegamos aquí la gente
nos ha tratado muy bien, te diré. Pero, hubo un tiempo
en que la gente nos veía como lo peor. Fueron algunos hechos
de delincuencia, que siempre hay en todas partes del mundo, y
nos tildaron de lo peor. Esa es la velda-verdad-" dice Inés
en un momento de la entrevista.
Inés
me dijo que Fidel Castro ordenó abrir la cárceles
en el año 1980, tiempo después del incidente con
la embajada peruana, los delincuentes más peligrosos lograron
escapar hacia Estados Unidos por el Puerto de Mariel y crearon
el caos en ese país y de paso la gente se llevó
un mal concepto de los cubanos. "Pero, al Perú no
llegó ese tipo de gente. Además, en Cuba nos dijeron
que el Perú iba a ser un puente hacia Estados Unidos. Y
ya vez, seguimos aquí" para Inés el incidente
en el puerto de Mariel hizo que se le negaran las visas hacia
los Estados Unidos.
En
la actualidad, muchas personas siguen pensando que al venir aquí,
a Pachacamac, se exponen a cualquier acto de delincuencia. Durante
la tarde que permanecí en este lugar no observe ningún
acto de vandalismo.
"
Cuba es bien diferente al Perú se parece más al
distrito de Miraflores, a su malecón, es bien limpio, sus
playas son más bonitas, su arena es blanca y las calles
son más angostas. Tu caminas por cualquier lugar y puedes
encontrar palmeras y el cielo siempre es azul, esos es lo que
extraño de Cuba. Sus Playas" Inés suelta una
sonrisa de su rostro, la primera de la tarde, sentada en un rincón
al frene de su hogar.
"Yo
dejé un amor en La Habana era una joven que se estaba preparando
para ser médico. Pero ya pasé esa etapa. Ahora mi
vida está en el Perú ya me acostumbre a vivir aquí
, si vuelvo a Cuba es sólo para pasear". Los ojos
de Inés se humedecen, la voz se entrecorta ella no puede
negarlo, aunque quisiera, extraña más que a nadie
su Cuba de antaño.
arriba
¡Cuidado
con lo que escuchas!
Según Inés si algún peruano desea viajar
a Cuba es necesario que esté atento a las palabras que
escucha para que después no salga sorprendido y se ahorren
una discusión o un mal entendido. ¡Atentos a esta
lista!
Bomba:
corazón
Cachadita:
pasar el cigarrillo a un amigo
Cartucho:
bolsa de papel
Comemierda:
tonto
Chivo:
bicicleta
Jodedor:
mujeriego
Jalao:
borracho
Papaya:
órgano sexual femenino
Pincho:
alambre
Pajilla:
trapo para limpiar
Pájaro:
homosexual
Palo:
trago de ron
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