Alicia
Bombino Lumpuy
Nací
en Cuba pero un extranjero tiene aquí más derechos
que yo.
Soy
libre pero no puedo hablar lo que pienso ni decir lo que sueño.
Vivo
en una ¨democracia¨ pero en mi vida solo he visto un partido,
un solo punto de vista, un solo gobernante que es el dueño
del partido y de la isla
Puedo
votar en elecciones pero solamente se presenta un candidato del
único partido.
Mi
educación fue gratis pero tuve que trabajar voluntario
en las escuelas del campo obligado para que no me botaran de las
"escuelas gratuitas".
Mi
educación fue gratis pero no pude escoger lo que quería
estudiar.
Tengo
un título universitario pero trabajo en un paladar (especie
de merendero casero donde se vende lo mismo, refrescos y dulces
autoelaborados), que oficialmente no existe ni se puede anunciar
porque lo cierran.
Oficialmente
no hay nada en las tiendas debido al bloqueo norteamericano, pero
para los extranjeros y dirigentes el bloqueo no existe.
Mi
mamá me decía que en los gobiernos de antes, cuando
no había que comer, se comía harina... ¿Qué
cosa es harina? Ni eso existe ahora.
Mi
cuidado médico es gratis pero en las farmacias no hay medicinas
y el médico de familia en el barrio está muy ocupado
manejando un taxi porque lo que gana como tal no le alcanza para
mantener su familia y la enfermera en las noches trabaja como
jinetera (prostitutas cubanas) y como está despierta toda
la noche, no se le puede molestar por el día.
Tengo
un televisor pero hay solo dos canales de televisión y
la misma cara en los dos.
Tengo
un ventilador pero no hay corriente eléctrica.
Me
gusta bañarme pero no hay agua en mi barrio hace tres años,
debido dicen al bloqueo imperialista.
Cuando
tengo cepillo para los dientes no vino la pasta a la bodega. Cuando
tengo pasta no tengo cepillo.
Tengo
un lápiz pero no hay papel, esperare entrar de vacaciones
para traer escondidas unas hojas de mi oficina.
Cuando
tengo lápiz y papel me recuerdo que no se puede escribir
lo que piensa el gobierno.
Trabajo
donde hay muchas computadoras, pero todas tienen bloqueadas el
acceso a Internet, solo sustituyeron las tradicionales máquinas
de escribir.
Dicen
que la vida se vive una sola vez; se ve que el que escribió
eso no estaba en Cuba.
Aquí
la vida no se vive si no que se sobrevive.
La
Libertad tarda, pero llega.
|