Por
Miguel A. García Puñales
Director de CENINFEC
Silogismos
a voluntad... o ¡calumnia, que algo quedará!
A
terminado la Primera Reunión Nacional de la Asamblea para
Promover la Sociedad Civil, para muchos -incluido el que estas
notas escribe- Primer Congreso para la Democracia en Cuba.
Evidentemente
es un logro de sus promotores y de todas las organizaciones, asociaciones
y particulares que a lo largo y ancho del mundo han apoyado el
evento.
Como
obra humana está a mucha distancia de la perfección,
sobre todo teniendo en cuenta las condiciones en que se ha tenido
que trabajar para llevar este cónclave a buen fin. Sin
embargo su principal mérito radica precisamente en su propia
existencia.
Ya
se sabe que de este, ni de ningún proyecto vigente en la
realidad cubana se encuentran excluidos los protagonismos, pero
¿Qué sería de los demócratas cubanos
si no asumieran por propia decisión el protagonismo de
su Historia y promover por tanto los cambios en los destinos del
país?
Desde
Concilio Cubano -malogrado en 1996- no habían tenido los
demócratas cubanos oportunidad de intentar un evento de
iguales características. No obstante, el hecho que la dictadura
haya decidido –por voluntad manipuladora o por fuerza de los tiempos-
permitir el acontecimiento, ha motivado el aislamiento público
entre diferentes sectores de la oposición cubana.
No
nos engañemos, el proceso increíblemente difícil
del tránsito hacia una mentalidad democrática pasa
indefectiblemente por la percepción que cada protagonista
de ese complejo acto tenga sobre el momento histórico concreto
en que vive y por supuesto también por la propia autovaloración
de su figura en ese protagonismo. También pasa por diferentes
procesos de evaluación de la información a su alcance,
en muchos casos manipulada por los servicios de inteligencia de
la dictadura y que es asimilada con mas o menos gusto por los
destinatarios deseosos de ver en cada “señal” una reafirmación
a sus propias conclusiones o ideas preconcebidas.
Desde
la antigüedad -concretamente desde Aristóteles- son
conocidos los esfuerzos por estudiar en el proceso de adquisición
del conocimiento, los mecanismos efectivos de búsqueda
de la Verdad.
La
aplicación de ese complejo proceso identificó ya
en aquella época, tres componentes, a saber; las variables,
la consideración formal pura y el sistema axiomático.
Sobre
estas bases fueron identificadas las llamadas tres figuras del
Silogismo –ampliada a la cuarta figura por Teofrasto- y que han
seguido evolucionando hasta nuestros días a lo largo del
desarrollo de la humanidad en general, así como de la Lógica
y las Matemáticas en particular.
Ya
desde Leibniz (1666) y la Representación Diagramática
de Euler (1768) así como los posteriores desarrollos de
Venn (1880) se hacen esfuerzos por transformar en esquemas de
base Matemática, soluciones de la Lógica como especialidad
filosófica.
Todos,
son elementos que se tienen en cuenta por las técnicas
sociológicas convertidas en instrumentos para la manipulación
de la opinión pública a través de la propaganda.
Siempre
hemos argumentado que la llamada “Revolución cubana” ha
sido ante todo un gigantesco fraude promocional que utilizó
desde sus inicios
la enorme experiencia acopiada en dos grandes sectores de la realidad
social cubana; la experiencia en propaganda política de
las agrupaciones comunistas y las técnicas de propaganda
comercial ampliamente desarrolladas en la Isla en los dos decenios
anteriores al ascenso de Castro al poder.
Bastaría
recordar la “escenificación” de la columna rebelde de Castro
en su avance por la Carretera Central, hasta su entrada en La
Habana el día 8 de enero, sin mencionar la escenificación
del vuelo de la paloma hasta el hombro de Castro -por cierto repetida
estúpidamente a inicios de los 90, por si a alguien le
quedaban dudas- o el tratamiento de estudio fotográfico
aportado a las diferentes figuras del nuevo poder que se instauraba,
sin contar el tratamiento cinematográfico de los personajes
y el control de la televisión como medio absoluto de transmisión
de propaganda.
Poco
se ha abordado no obstante sobre la manipulación del discurso
político donde la utilización del método
inductivo les permite crear a voluntad falsos axiomas. Desgraciadamente,
esta técnica manipuladora no sólo es desarrollada
por la tiranía, sino que es también copiada por
algunos componentes de la oposición democrática.
A dos ejemplos quisiera referirme si a estas alturas el lector
no se ha aburrido demasiado.
Después
de preparar condiciones para “espectaculares revelaciones sobre
la participación de Cuba en la lucha antiterrorista” y
hacer coincidir con la apertura de la reunión nacional
de la Asamblea civilista una “marcha del pueblo” frente a la Oficina
de Intereses americana, no se le ocurre nada mejor que dejar con
las vergüenzas al aire a uno de los más viejos agentes
del gobierno cubano, el escritor Gabriel García Márquez.
Las
trascendentales “revelaciones” y siguiendo el propio hilo argumental
de Castro demuestran en realidad tres cosas a las que nos referiremos
en párrafos posteriores; ahora quisiera llamar la atención
sobre la intención inductiva del discurso
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No
se le ocurre nada mejor que dejar con
las vergüenzas al aire a uno de los
más viejos agentes del gobierno
cubano, el escritor Gabriel García
Márquez. |
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Según
el discurso lógico que Castro nos quiere inducir: a partir
de información de inteligencia transmitida por el gobierno
cubano al de los Estados Unidos sobre “el terrorismo de los grupos
cubano-americanos del exilio”, el gobierno americano no sólo
no actúa “como debía” sino que sacando propias conclusiones
detectó el origen de la información, desarticuló
la “Red Avispa” y “descuidó su vigilancia anti-terrorista”
trayendo esto como consecuencia directa los atentados del 11 de
septiembre sobre las Torres Gemelas.
.Castro
parte de un falso sistema axiomático, según el cual
su palabra refleja siempre la Verdad, aborda una consideración
formal pura; los americanos siempre son “malos” y él es
el “líder invicto” que debe ser imitado. Donde las variables
dejan de serlo para convertirse en axiomas por conveniencia de
su discurso. No obstante semejante perorata sólo tienen
lectura lineal para el público real al que va dirigido,
es decir, los incondicionales de su discurso político.
De
lo cual no es de extrañar que los numerosos medios de propaganda
de que dispone, propios, asociados y de los numerosos tontos útiles
que en el mundo son, comiencen una furiosa campaña según
la cual y por carácter transitivo, no atender los consejos
de Fidel Castro llevó a los Estados Unidos al desastre
terrorista más grande de su Historia, así de simple.
La
realidad nos demuestra algo bien diferente; primero quema a una
supuesta “figura independiente y amiga” sin motivos aparentes,
pues para hacer referencia a los contactos con los sistemas de
contrainteligencia americanos ninguna necesidad tenía de
desenmascarar al antaño oscuro periodista de la Agencia
Prensa Latina, segundo pretende imponer la tesis de que las redes
de espionaje instaladas en territorio americano no constituyen
una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, -algo que
ya fuera inducido por la boricua Ana Belén Montes desde
su puesto de analista en el Pentágono y precisamente la
principal figura de la Red de información de Castro en
territorio de la Unión Americana- y por último quiere
hacer creer que esa Red se limitaba a los cinco espías
objeto de la campaña propagandística de La Habana.
Pretende
hacer olvidar a la opinión pública que los equipos
de inteligencia cubanos no sólo van dirigidos contra los
grupos opositores sino también contra la propia nación
americana y sobre todo quiere lograr el olvido para el hecho de
que la mayor parte de los integrantes del grupo detenido, pactó
con la justicia a cambio de proporcionar toda la información
a su alcance, desvirtuando así la leyenda del agente capaz
de morir antes de informar sobre su actividad.
El
otro cuarto, por increíble que parezca se alquila también.
Para nadie que esté al tanto de la realidad cubana es desconocido
que los diferentes proyectos promocionados por diferentes grupos
de la oposición interna han tenido históricamente
como principales contrarios a ¡otros grupos de esa misma
oposición!
Ya
se sabe que detrás de esa división de criterios
puede que esté y de hecho seguramente estará la
mano del aparato represivo cubano, que no sólo estimula
las diferencias internas, sino que además capta agentes
dentro de las filas de la oposición. Dilucidar en qué
medida y cuanto corresponde a una u otra variable, sólo
será posible el día en que se tenga acceso a los
archivos del propio órgano represivo; aunque quizás
para esa fecha ya no interese tanto. En estos momentos casi todas
las elucubraciones al respecto pueden ser y de hecho serán
inducidas por el propio interesado, es decir por el gobierno de
la Isla.
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Las
acusaciones emitidas en sus juicios sobre
la recién culminada Reunión
Nacional por Oswaldo Payá si no
se demuestran con pruebas, quedarán
sólo como un pataleteo de alguien
que ha desarrollado su ego a límites
insospechados y que encaja muy mal la
realidad de no ser emisor de un proyecto
único para la realidad nacional. |
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Al
margen de la libertad de pensamiento y expresión que todos
invocamos –sólo es necesario visitar algunas páginas
de cierto “grupo opositor” que se expresa impúdicamente
defensor de los “logros” de la dictadura llegando a clamar por
´”el paredón de fusilamiento” para algún sector
de la oposición interna- están también los
que evidentemente no entienden de más proyectos que el
suyo y olvidan el apoyo que en su momento recibieron de numerosos
grupos de la oposición interna y del exilio pues desde
hace una buena temporada vienen acusando a todo el que no le apoye
de agente del castrismo.
En
aras de la unidad, a pesar de las evidentes limitaciones del Proyecto
Varela y por el simple caso de afectar al sistema, le apoyamos
públicamente, de la misma forma y con la misma intensidad
con que acabamos de apoyar –con hechos no sólo de palabras-
a la Asamblea de la Sociedad Civil.
Sin
embargo las acusaciones emitidas en sus juicios sobre la recién
culminada Reunión Nacional por Oswaldo Payá si no
se demuestran con pruebas, quedarán sólo como un
pataleteo de alguien que ha desarrollado su ego a límites
insospechados y que encaja muy mal la realidad de no ser emisor
de un proyecto único para la realidad nacional.
Con
muchos más elementos objetivos –variables- alguno de los
que él acusa podría revertir la imputación
sólo haciendo referencia a hechos concretos totalmente
conocidos y de muy difícil explicación lógica
por su parte. Sin embargo, no lo hacen. La actual disputa pública
tiene su detonante en una entrevista realizada a René Gómez
Manzano, donde este emite sus criterios sobre el Movimiento Cristiano
Liberación, pero sobre todo sobre la figura y los métodos
de Payá.
Al
margen de lo fundamentado o no del método, la respuesta
es desproporcionada y propia de quién considera su proyecto
como la única tabla de salvación nacional –a sus
palabras me remito- llegando incluso algunos de sus seguidores
en el exilio a hacer campaña entre los que estábamos
apoyando la Asamblea para que abandonáramos tal empeño.
Personalmente
recibí una llamada telefónica de un miembro de su
Movimiento con tales intenciones, creo que lo curé en salud.
Espero que no vuelva a ocurrir, es necesario aclarar que sabemos
todo cuanto sea necesario saber, hasta donde la sociedad de la
información lo permite y personalmente me parece un insulto
a la inteligencia que pretendan tratarme como si mis interlocutores
se encontraran en posesión de “información secreta”
que el resto de los mortales no dominamos. No nos manipula todo
el que quiere, sino el que puede y para eso tendrán que
trabajar con mucha más profesionalidad de lo que han intentado.
No
nos inmiscuimos en disputas que sólo afectan el objetivo
común, pero creo que acusaciones del talante de las que
se han hecho necesitan pruebas contrastables a riesgo de quedar
ante la opinión pública como émulos de los
mismos métodos manipuladores de Castro; en lo personal
estaría dispuesto a retractarme públicamente de
alguna parte de las percepciones que realmente tengo del problema,
las mismas que transmití en su momento al miembro de Liberación
que contactó conmigo. El exilio y la oposición interna
deben exigir esas pruebas y en cualesquiera de los casos actuar
en consecuencia, es la única salida digna a esta situación.
Si no se presentan evidentemente estaremos en presencia de una
campaña de difamación
por intereses políticos.
A
estas alturas, después de tamaña demostración
de fuerza por parte de la renacida sociedad civil cubana, es imposible
admitir que queden agentes demostrados sin denuncia objetiva o
que por el contrario se suspendan calumnias sobre la honra de
verdaderos patriotas.
Personalmente
estoy de vuelta de muchas cosas, de iluminados, de héroes,
de salvadores de la patria, de personas “informadas”, de asociaciones
con un aprendiz de dictador al frente, en fin creo -y en eso pienso
que coincida con muchos lectores- que es hora ya de que la transparencia
y la tolerancia lleguen a las filas de los que estamos trabajando
por un cambio en Cuba, de ello depende que se nos crea; no sólo
en el extranjero; el pueblo cubano necesita creer y sin esa credibilidad
no hay futuro para la democracia.
MARTHA
BEATRIZ ROQUE CABELLO
Ya, en este momento, hay un antes y un después. Antes era
de una forma y después es de otra. Antes las relaciones
con el exilio no eran tan estrechas como ahora, con todo el exilio.
Después de la Asamblea podremos hablar de la nación
cubana unida en su gran mayoría.
La Asamblea tiene catorce resoluciones y en ellas están
las tareas futuras, pero en su proyecto de resolución general
está también como la Asamblea se va a proyectar.
Esta reunión es el principio del trabajo que se va a realizar
y el hecho de modificar un terreno lleno de hierbas, que en muchos
años no se atendió para nada, que se hizo con menos
de la cuarta parte de lo que se necesitaba para hacerlo, en una
tribuna para hacer la reunión, va a demostrar que la oposición
¡sí puede!
RENE
GOMEZ MANZANO
Hoy
--fecha patria que el régimen castrista pretende demonizar--
tenemos previsto reunirnos los delegados de los más de
tres centenares y medio de organizaciones adscritas a la Asamblea
para Promover la Sociedad Civil. También se espera la asistencia
de invitados de otras organizaciones y coaliciones de la disidencia
interna y del exilio, amén de diplomáticos, periodistas
y otros huéspedes extranjeros. Desde luego, la celebración
o no del magno evento depende de la decisión que tome al
respecto el gobierno comunista, el cual --como todos sabemos--
podría abortarlo por medio de una nueva oleada represiva
similar a la de la primavera negra de 2003. El mismo razonamiento
es válido al hablar de la presencia o no, en la capital
cubana, de las prominentes personalidades extranjeras que anunciaron
su propósito de asistir.
En ese contexto, creo que un logro innegable de la Asamblea para
Promover la Sociedad Civil es el haber colocado al régimen
totalitario de La Habana en una especie de ''trampa 22'': perderá
si decide permitir la reunión general y los distinguidos
visitantes provenientes del extranjero; pero también perderá
--y creo que aún más-- si opta por la represión,
pues el costo político que tendría que pagar sería
altísimo: todavía mayor que el que ha sufrido por
la feroz represión del 2003. Y creo que es justo señalar
que el mérito de haber colocado al gobierno comunista en
esa difícil encrucijada corresponde a los cientos de miembros
de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, quienes han demostrado
su disposición a reunirse a cualquier precio. Estimo que
el logro principal de este primer congreso de demócratas
cubanos, aparte de la disposición misma de reunirnos en
desafío al poder totalitario, radicará en servir
como punto de inflexión en la lucha pacífica que
libra la oposición cubana en contra del sistema que nos
oprime: a la luz de lo planificado para hoy, podemos afirmar que,
en lo adelante --y haya o no congreso--, habrá que hablar
de un antes del 20 de mayo y de un después. Sin pecar de
exceso de optimismo, creo que no es aventurado pensar que, del
mismo modo que el 20 de mayo de 1902 --con todo y la Enmienda
Platt-- sentó un hito luminoso en la historia de nuestra
patria, así también el 20 de mayo de 2005 y los
importantes documentos que serán adoptados en esta fecha
representarán ni más ni menos que el inicio del
fin del totalitarismo cubano. ¡Amén!
FELIX
BONNE CARCASSES
Me
informa un entrañable amigo que debo escribir un comentario
breve sobre este 20 de mayo. Como sólo dispongo de una
escasa media hora, es inevitable que acuda a mi mente el soneto
que tanto gustaba a mi ya fallecido profesor de español
en el bachillerato, Ezequiel Vieta:
En mi vida me he visto en tal aprieto. El 20 de mayo es una fecha
de enorme significado para nuestra patria, aunque también
muy controvertida. Un grupo de nuestros constituyentes votó
en contra de la Enmienda Platt, la que era necesaria desde el
punto de vista del gobierno de los Estados
Unidos de aquel entonces. Otro grupo votó a favor. Pienso
que ambos, idealistas y realistas, tuvieron una cuota de razón.
Como parte de la guía para opinar sobre el tema, me agrada
recordar el Número 24 de la revista Encuentro --la que
releo a menudo--, sobre todo su primer artículo: Una observación
sobre el mundo al advenimiento de la República de Cuba
(1902), cuyo autor es Pablo J. Hernández. (El enigmático
significado de su portada: Manuel García, rey de los campos
de Cuba, de Carlos Enríquez, me obsesiona.) Acepto plenamente
la tesis de este artículo: el gobierno comunista, desde
su inicio, se ha empeñado en reprimir el significado de
esta fecha o --en su defecto-- minimizarlo al máximo; y
en relación con nuestra dos últimas generaciones,
ha tenido relativo éxito. En la actualidad la Asamblea
para Promover la Sociedad Civil está enfrascada en lograr
la organización de la disidencia cubana. Soy de la opinión
de que ya este importante objetivo lo hemos logrado en el momento
en que escribo estas líneas, pues la mayor parte de la
disidencia cubana nos apoya y alienta. Los que no, tienen su propio
proyecto que aspira a dialogar con el gobierno totalitario,
a pesar de que esta política, desde los tiempos del general
contemporizador romano y hasta el primer ministro inglés
Neville Chamberlain, sólo ha llevado a desastres. Otro
grupo pretende que el evento es una provocación al gobierno
comunista, como si éste necesitase de provocaciones para
reprimir y aterrorizar a la población. A unos y otros les
reitero lo expresado en párrafos anteriores: nuestro objetivo
inicial es organizar a la mayor parte posible de la disidencia
cubana, y esto ya lo hemos logrado gracias al extraordinario trabajo
realizado por las comisiones; sólo resta el evento final,
para el cual solamente esperamos modificaciones menores o de detalles.
Los trabajos en el lugar del evento están concluidos. La
naturaleza ha estado de nuestra parte, pues no ha llovido, lo
que habría sido un obstáculo enorme, de haberse
producido. Hemos recibido y aún recibimos enormes presiones
de la policía política cubana, algunos de una sordidez
increíble. A pesar de todo, cumpliremos con nuestro deber
para con nuestra nación, pues estamos convencidos de que
la patria es de todos y de que para Cuba ya es hora
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