Wilfredo
Cancio Isla
En Cuba hay una creciente mayoría de ciudadanos que, sin
pertenecer a la disidencia política conocida, comparten
un sentimiento de rechazo y desafío al régimen de
Fidel Castro, dijo ayer en Miami el conocido opositor Manuel Vázquez
Portal, el primer disidente del llamado Grupo de los 75 que viaja
a Estados Unidos como refugiado político.
''Hay
una fuerte disidencia social underground que tiene muchos modos
de enfrentarse al régimen, gente que busca espacios de
independencia sin vínculos gubernamentales, y que su rechazo
se afirma en la indiferencia ante el discurso político'',
dijo Vázquez Portal en entrevista con El Nuevo Herald.
``Todos ellos son gérmenes de la sociedad civil que han
tomado conciencia de que el principal obstáculo para un
futuro democrático en Cuba es el gobierno actual''.
Vázquez
Portal, de 54 años, llegó a Estados Unidos el martes
por la noche. Raúl Rivero, otro de los 14 prisioneros liberados
este año con una licencia extrapenal humanitaria, obtuvo
el permiso de las autoridades cubanas y se radicó en España
el pasado abril.
''La
salida de Vázquez Portal nos deja a todos aquí más
desprotegidos... acaba de irse y siento ya que lo estoy extrañando'',
comentó anoche desde La Habana, Laura Pollán, líder
del movimiento Damas de Blanco y esposa del prisionero de conciencia
Héctor Maseda. ``Es la tragedia interminable de la separación
de familias y amigos, pero para ellos se habían cerrado
todas las puertas en este país''.
La
llegada de Vázquez Portal al exilio se produjo en compañía
de su esposa Yolanda Huerga, y el hijo de ambos, Gabriel, de 11
años.
''Hay
un gran porciento de indiferencia en todos los sectores de la
vida pública'', aseveró el disidente. ``Dejo atrás
un país devastado económica y espiritualmente, donde
el éxodo paulatino y continuado de profesionales e intelectuales
ha provocado una orfandad de pensamiento dentro de la isla''.
Periodista,
poeta y narrador de obra notable, Vázquez Portal decidió
abandonar su puesto en el semanario Pionero en 1989, inconforme
con la situación política del país. En 1995
se vinculó al periodismo independiente y dos años
después fundó el Grupo de Trabajo Decoro, que fungió
como una agencia de noticias y espacio de creación ``sin
intoxicaciones doctrinales''.
Fue
encarcelado durante la ola represiva de marzo del 2003, sentenciado
a 18 años y puesto en libertad en junio del 2004 por motivos
de salud (bula pulmonar enfisematosa). En noviembre obtuvo el
permiso de salida tras denunciar las trabas gubernamentales para
emigrar.
''Tomé
el camino del pueblo hebreo, porque en Cuba mi presencia era inútil
teniendo que guardar silencio para no retornar a la cárcel'',
comentó. ``Nunca había pensado en exiliarme, porque
siempre pensé que al toro se le ponen los banderillas en
el ruedo''.
Locuaz
y reflexivo, matizando sus afirmaciones con gestos enfáticos,
Vázquez Portal reveló que piensa permanecer en Miami,
donde trabajará para la agencia Cubanet, institución
dedicada a divulgar la labor de los periodistas independientes
de la isla.
''Creo
que en Miami voy a tener un margen de debate más amplio
y podré seguir en contacto con el interior de la isla,
que para mí es esencial'', explicó.
Entre
sus proyectos inmediatos está la publicación de
Escrito sin permiso: reportaje desde el calabozo, un volumen de
400 páginas que reúne su diario en prisión,
poemas, cartas a su esposa y testimonios de sus días de
confinamiento en cárceles de Santiago de Cuba, donde realizó
varias huelgas de hambre. Actualmente gestiona la edición
en Europa y espera que el libro pueda estar listo para finales
de año.
''Es
una historia honesta de la prisión, de las sesiones de
interrogatorios, con el propósito de ser lo más
objetivo, lo menos tendencioso'', contó. ``Un libro amoroso,
sin rencores''.
''Fue
el momento en que el gobierno acudió al último de
los mecanismos de represión: cercenar el derecho a la existencia
y convertirnos en objetos expuestos a la deshumanización'',
confesó.
Pero
Vázquez Portal piensa que el arresto de 75 líderes
opositores en el 2003 puede considerarse, en términos boxísticos,
''un golpe, pero no el knock out'' para el movimiento disidente
interno.
''La
disidencia política y el periodismo independiente han comenzado
a asimilar el golpe y están saliendo fortalecidos, como
lo demuestra el movimiento de las Damas de Blanco y la reciente
reunión de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil
[el pasado mayo]'', aseveró. ``Hay un convencimiento de
que se puede seguir luchando aun desde la cárcel y de que
la lucha contra una dictadura es una especie de carrera de relevos''.
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