Por
Roberto de Jesús Guerra Pérez
En la madrugada del 26 de junio, la vivienda de Majela Hurtado
Delgado y José Labrada Taboada fue objeto de un ataque,
por parte de personas no identificadas, de excremento, piedras
y botellas.
Esa
es parte de la política del gobierno castrista para neutralizar
la oposición interna: el hostigamiento en su propio hogar,
como es el caso de esta pareja -padres de dos niños-, ambos
activistas del Movimiento 24 de Febrero en el municipio Güines,
provincia Habana.
La
función actual de Majela y José es recoger juguetes,
ropas y otros artículos para el taller Reyes Mayos promovido
por la Corriente Martiana, que a partir del 6 de enero sesionará
en su domicilio, en el que se le repartirán estos objetos
a niños pobres cubanos.
El
matrimonio le informó a este reportero que sus dos niños,
estos menores de 7 años, no logran dormir por el estado
de nervio que han sembrado en ellos estos actos vandálicos.
En
días pasados había sucedido algo parecido; en esa
ocasión, Norlen, su hijo de 7 años de edad, recibió
una herida en la cabeza producto de una pedrada.
Con
esta repugnante actitud, el gobierno castrista demuestra su debilidad,
y, su carácter represivo y violador de los derechos elementales
del ciudadano cubano. |