En
la noche del 13 de julio de 1994 — hace 11 años — la dictadura
de Fidel Castro hundió en el mar frente al puerto de La
Habana al viejo remolcador “13 de Marzo”
A bordo 72 hombres, mujeres y niños intentaban escapar
de Cuba para vivir libres en Estados Unidos.
En
el hundimiento murieron 40 de los fugitivos — 23 niños
entre ellos — y los 32 sobrevivientes fueron forzados a regresar
al régimen infernal del cual habían tratado de escapar.
Hoy,
11 años más tarde, lo que queda de los restos de
aquellos muertos sigue reposando en el fondo del mar dentro del
remolcador hundido.
El
“13 de Marzo”, fabricado durante la Segunda Guerra Mundial, había
sido modernizado, pero no pudo resistir el ataque de los barcos
patrulleros del régimen comunista que lo embistieron con
sus proas y los barcos de incendio que lo inundaron con potentes
chorros de agua hasta hacerlo zozobrar.
De
nada valió que las madres a bordo levantaran en vilo a
sus hijos y suplicaran a los agresores que pararan el ataque para
que no murieran. En muchos casos los niños les fueron arrancados
de los brazos con los potentes chorros de agua que les disparaban,
dijeron sobrevivientes.
Ni
siquiera permitieron los barcos del gobierno que se rindieran
los fugitivos, afirmaron varios sobrevivientes, aunque trataron
de hacerlo muchas veces.
Una
sobreviviente nombrada Mayda Tacoronte Vega dijo a su hermana
Fe María Pimienta que vio que los chorros de agua “arrancaban
a los niños de los brazos de sus madres y los tiraban al
mar” y que otros niños eran barridos de la cubierta y caían
al agua.
Posteriormente
el régimen rehusó intentar rescatar a las víctimas
que se hundieron
con el remolcador. Nunca nadie ha sido juzgado por el masivo acto
de asesinato.
“Se
burlaban de los sobrevivientes y de los familiares de los muertos
cuando pedían que las autoridades rescataran los cadáveres”,
dijo el sobreviviente Gerardo Pérez en conferencia de prensa.
“Los oficiales decían que para ellos, los que se ahogaron
no eran más que perros contrarrevolucionarios”.
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