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Gustavo
Lazzari, Director de Políticas Públicas
de Fundación Atlas. Se desempeña como
Profesor de la Universidad de Buenos Aires (Facultad
de Derecho), Profresor en la Escuela Superior de Economía
y Administración de Empresas. |
Por
Gustavo Lazzari
Especial
para "El Veraz", cortesía de Fundación
Atlas
www.atlas.org.ar
En
el programa Hora Clave de Mariano Grondona emitido
el Domingo 10 de Julio, se realizó un sondeo telefónico
en el cual se preguntaba ¿Cuál es el peor enemigo
de la Humanidad... el Terrorismo o el Capitalismo?
Seguramente
puede cuestionarse la rigurosidad de la pregunta. Sin embargo
el resultado de la compulsa es mas que preocupante. Según
los argentinos que llamaron y respondieron esa encuesta el 62%
considera que el principal enemigo de la humanidad es el capitalismo
en tanto que sólo el 38% de votó por el terrorismo
como la mayor amenaza.
Es
digno de estudiar ¿qué nos pasa a los argentinos?.
Mas
allá que la encuesta sea o no cuestionable desde lo técnico,
el resultado no difiere mucho de la realidad . Según
una encuesta de Gallup, la Argentina es el país donde los
Estados Unidos tienen peor imagen. La globalización no
gana adeptos y el comercio es visto como una amenaza.
De
hecho, muchos personajes públicos, periodistas y formadores
de opinión se alegraron públicamente cuando fue
el atentado a las Torres Gemelas el 11 de Septiembre del 2001.
Algunos de ellos, como Hebe de Bonafini, tiene acceso directo
al Presidente de la Nación y es invitada infaltable en
actos oficiales y viajes presidenciales. Incluso luego de desear
y celebrar la muerte de Juan Pablo II en
forma pública.
A
la hora de explicar los atentados de las Torres Gemelas, Atocha
y el reciente de Londres, muchos periodistas y analistas del “tercer
mundo” desempolvan (con inocultable sonrisa) la teoría
del “por algo será”.
En
los estadios de fútbol se ven banderas de Irak (con los
colores de los equipos), de Corea del Norte y svásticas
nazis. Incluso la Asociación del Fútbol Argentino
(AFA) tuvo que emitir una resolución para castigar con
el descuento de puntos la aparición de svásticas
nazis en las tribunas. En las fiestas de casamiento pululan las
máscaras de Bin Laden y Sadam Hussein. Muchos se tatúan
la imagen del Che Guevara como un signo “fashion”
de una revolución tan desconocida como fracasada. En la
TV oficial se emiten programas especiales resaltando las virtudes
del Sandinismo en Nicaragua, de la dictadura Bolivariana y del
Castrismo.
Los
argentinos decimos que amamos la democracia y la libertad sin
embargo nuestros ídolos populares son el Che Guevara, Bin
Laden, Fidel Castro y el Coronel Chávez y su loro.
La
encuesta de Mariano Grondona debe tomarse con seria preocupación.
Si nos dieran a optar entre Bin Laden y Bill Gates, sin duda los
argentinos elegiríamos por el terrorista antes que por
el empresario.
El
éxito en la Argentina está mal visto. El
esfuerzo individual es motivo de burla y descrédito. Los
ahorros suelen ser confiscados y las propiedades usurpadas. La
palabra comerciante se utiliza como un insulto y muchos sueñan
con un “mundo sin dinero”.
Nuestro
país tiene ejemplos históricos de auténticos
héroes capitalistas. Héroes creadores de riqueza,
trabajo y oportunidades. Debemos refrescar y reelaborar nuestra
categoría de ídolos. Es necesario desempolvar la
historia y buscar los buenos ejemplos de emprendedores privados,
creadores de riqueza que no dependieron del estado y que se la
jugaron en un ambiente hostil.
Para
la Argentina es imprescindible respetar a los creadores de riqueza
del pasado y admirar y felicitar a los del presente. Desde Luis
Piedra Buena, Federico Lacroze, Federico Braun, Juan Manuel Fangio,
Goar Mestre, Robert Bagley, Eduardo Bradley, Jorge Newbery, Juan
Fugl, Alberto Gainza Paz, Guillermo Kraft, Jacobo Peuser, Pedro
Piccardo, John Parish Robertson, Jorge Temperley, Carlos Thays,
William Wheelwright, entre otros muchísimos hasta los actuales,
Marcelo Tinelli, Adrian Suar, Nito Artaza, Cris Morena, Grobopatel,
entre otros menos conocidos.
Los
capitalistas son personas que crean riqueza. El terrorismo son
cobardes que asesinan y destruyen.
En
la Argentina los atentados se festejan y las inversiones se espantan.
Nuestra frustración resultante, es canalizada celebrando
los asesinatos que los terroristas desconocidos hacen en lugares
que envidiamos. El culto a la envidia está instalado en
la sociedad argentina y ahora fogoneado desde el gobierno.
La
Fundación Atlas 1853 defiende los valores de libertad,
tolerancia, iniciativa individual, seguridad jurídica y
paz. Esos valores permiten que personas privadas se conviertan
en emprendedores y hacedores. Los países crecen gracias
a esos valores. Hoy estamos perdiendo el debate por goleada. Pero
el partido sigue y merece nuestro mayor esfuerzo.
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