Los
abusos de derechos humanos empeoraron de manera dramática
en Cuba el año pasado, estimó ayer el informe
anual del Departamento de Estado sobre los derechos humanos
en el mundo.
''En
Cuba, los derechos humanos empeoraron dramáticamente:
75 disidentes pacíficos fueron sentenciados a penas
carcelarias de un promedio de 20 años por tratar
de ejercer sus derechos fundamentales'', sostuvo el informe.
''El
gobierno negó a disidentes políticos y defensores
de derechos humanos un debido proceso y los sometió
a juicios injustos'', añadió.
El
gobierno de Fidel Castro negó a los cubanos la
libertad de expresión, prensa, reunión y
asociación y vigiló estrechamente a los
periodistas nacionales y extranjeros a través de
una vigilancia física y electrónica, aseguró
el Departamento de Estado.
Durante
2003, además, ''el régimen de Castro ignoró
las peticiones que contenían miles de firmas recolectadas
entre ciudadanos cubanos por los organizadores del denominado
Proyecto Varela, que ejercitaban su derecho constitucional
a solicitar un referéndum sobre una reforma política
y económica'' en la isla, añadió
el informe.
Estados
Unidos también denunció el ''pobre'' desempeño
de derechos humanos en 2003 de los gobiernos de Guatemala,
Haití, República Dominicana y Venezuela,
aunque destacó avances en la región, como
la elección de seis mandatarios en comicios libres
y justos.
El
Departamento de Estado denunció el aumento de la
presión del gobierno venezolano de Hugo Chávez
contra la prensa de su país, ``así como
los esfuerzos legislativos para limitar el ejercicio de
la libertad de expresión por parte de los medios
de comunicación''.
La
situación de derechos humanos en Haití fue
''pobre'', sostuvo, además, el informe, que implicó
a las autoridades en varios abusos cometidos en la nación
caribeña, centro de una insurrección armada
desde el 5 de febrero pasado que ha dejado más
de 70 muertos.
En
Guatemala ''hubo informes creíbles de asesinatos
por parte de personas relacionadas con las fuerzas de
seguridad y de asesinatos motivados políticamente
por actores no estatales'', indicó el informe.
En República Dominicana, ''miembros de las fuerzas
de seguridad continuaron cometiendo matanzas ilegales'',
lamentó.
Si
bien consideró que el gobierno federal brasileño
''respetó de manera general los derechos humanos
de sus ciudadanos'', sostuvo que ''siguió habiendo
varios abusos serios y el desempeño de varios gobiernos
estatales fue pobre''. México fue ubicado en una
categoría similar a Brasil. Por otra parte, el
Departamento de Estado vio un retroceso en la situación
de los derechos en China, así como una manipulación
electoral por las autoridades en Rusia.