Por
Mario Torres
Mientras
que el engendro más mal nacido en la historia cubana, el
más pérfido, odioso, tramposo, desvergonzado, mentiroso,
implacable, inmisericordioso y despreciable ser, que deshonra,
ofende y humilla la cuna de tantos ilustres buenos hijos de la
patria de la antigua Perla de las Antillas, por triste y desconocido
cumplimiento devenido máximo líder del país
y siniestro dictador en jefe, recrudece día tras día,
en inexplicable y cruel maldición, su garra opresora y
su letal mordaza sobre el sufrido y asfixiado pueblo de Cuba con
su máquina del tiempo marcando constantemente más
y más años de atraso en el doloroso y hambreado
país caribeño.
Mientras
que el verdugo pudre a los anónimos presos políticos
en sus prisiones, mientras que la descuidada y sospechosa indiferencia
norteamericana prosigue y la falta de unidad del exilio se hace
más crónica, haciendo que el castigo y la fatal
condena de estos 46 años
se mantenga sin ningún signo de salvación a la vista,
el dueño y señor del pais caribeño sigue
encargando para sí los más caros vinos y jamones
de España, continua acomodando a su familia para el cambio
que ve venir, guarda sus millones en el extranjero, se vanagloria
de su mágica Salud Pública sin médicos ni
medicinas y de su partidista sistema de Educación con sus
discursos como libros de texto y sigue "maniobrando"
su poder en la mayor de las Antillas por todos los medios posibles
tanto dentro de ella con su obligados lavados de cerebro como
en el exterior con su falsa y engañosa propaganda, haciendo
tratos con gobernadores de estados americanos que burlan el embargo,
agenciándose aliados en otros paises como en el caso de
Chávez y hasta buscando petróleo en el mar y en
general como dice la canción: la vida sigue igual.
Uno de sus golpes "magistrales" esta vez no con la ayuda
desinteresada de la Unión Soviética sino con la
misteriosa e incomprensible para muchos de sus archienemigos norteamericanos
ha sido el control de la migración en los momentos claves
y necesarios para su sistema como un escape lógico a la
"olla de presión" de cada ciclo histórico
en la isla.
Castro se ha beneficiado de los Estados Unidos desde el mismo
1ero de enero de 1959 con la huida hacia la Florida de elementos
fieles a en aquel tiempo considerado dictador Fulgencio Batista
y de las clases más ricas de la sociedad cubana de los
años 50. Estas personas prefirieron irse antes de poner
oposición y parece que marcaron una ley hasta nuestros
dias de irse y dejar hacer que se mantiene hasta los balseros
del 90 y la loteria de visas, hasta un punto que se puede decir
que la sola existencia de los Estados Unidos como refugio ha mantenido
en el poder al diablo cubano por tantos años ya que nunca
ha tenido una oposición interna prevalente por lo que el
odiado Imperialismo Yankee ha sido su mejor aliado durante todos
estos años
Esta olla ha tomado y liberado presión en muchas ocasiones
como cuando las salidas de Peter Pan, Camarioca, las innumerables
salidas ilegales en balsas, el peligroso cruce hasta la base de
Guantánamo, las escapadas incognitas y hasta en trenes
de aterrizaje de aviones, las huidas via terceros paises o en
funciones de negocios, trabajo, paseo o visitas de todo tipo,
las reunificaciones familiares, las salidas hacia los Estados
Unidos de los antiguos presos políticos, las huidas de
"traidores", arrepentidos y las falsas de inflitrados
y espías, las diferentes y generosas loterias de visas
y finalmente los masivos éxodos de la Embajada del Perú,
del Mariel y de Guantánamo. Todo esto, entre pies secos
y mojados, obligadas marchas de pueblo combatiente impuestas y
dictadas por los siniestros CDRs y actos de repudio que van y
que vienen en cada escape, y todos televisados para incrementar
la propaganda engañosa, han mantenido al diablo con corona
hasta estos días cuando ahora juega al gato y al ratón
con valerosos e indefensos opositores como Martha Beatriz Roque
y sus seguidores.
Una regla que el tirano ha olvidado pero que en verdad no le importa
es que no hay, ni hace falta, represión ni imposición
en un pais donde todos estén conformes, felices y de acuerdo
con su gobierno y régimen y que si él la impone
es porque algo anda mal.
En estos momentos, en los que la situación empeora y la
vida del cubano se deteriora a niveles increibles, el miedo a
las inevitables protestas y expresiones del pueblo crece entre
el dictador y su comprada y comprometida camarilla y para controlar
estos posibles disturbios ha activado sus fuerzas de acción
rápida que son solapados elementos gubernamentales y de
la seguridad del estado y policía secreta que, disfrazados
como pueblo, montan una injusta y muy creible obra de teatro de
indignación y condena ante la protesta de cualquier hambreado
que ose solicitar sus derechos. La máxima expresión
de esta sucia "indignación revolucionaria" es
el "acto de repudio" donde estas mismas turbas legalizadas
con la patente de corso de la tiranía o elementos populares
de bajos principios coaccionados o comprados con prevendas están
autorizados a apedrear y a apalear casas y personas y a dar gritos
de ofensa e indignación contra éstas sin importar
que sean mujeres o niños.
Al final de todas estas lamentables historias y con el mismo resultado
de que nunca ocurre nada, todo, pero absolutamente todo termina
en una migración hacia los Estados Unidos ya sea de la
zorra rica o de la zorra pobre, y para colmo, el generoso y anhelado
Miami que olvida, perdona y respeta, el de Judas y discípulos,
el de siquitrillados y escoria, el de la podredumbre gusana desalojada
por la anti-revolución, el basurero de los arrepentidos,
el refugio del frustrado "hombre nuevo", la cueva de
mercenarios y segurosos, el paraiso de torturados y torturadores,
el foro de mentes libres, en su laberinto de espias y espiados,
de descubiertos y disfrazados, siempre abre sus brazos en involuntaria
tragicomedia a todo desvalido, canalla, espía u oportunista,
amigo o enemigo aun cuando sepa que obtendrá daño
como pago a su dádiva y aunque esté consciente de
que se convierte con esto en cómplice del demonio al mismo
tiempo e irónicamente entonces la vida sigue igual.
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