Por
Pablo Alfonso
El
Nuevo Herald
Hace cuatro décadas que el gobernante cubano Fidel Castro
aprendió una importante lección: transformar los
problemas internos
de su régimen en problemas domésticos de Estados
Unidos, y utilizar el éxodo masivo de refugiados como
un arma política para negociar con Washington.
Castro
ha sido el único gobernante en la historia que ha puesto
en práctica este procedimiento, del cual ha obtenido
resultados positivos.
El
próximo 28 de septiembre se cumplen 40 años de
la insólita declaración que hizo Castro en un
acto público, celebrado en La Habana, al anunciar que
el pequeño puerto pesquero de Camarioca, al norte de
la provincia de Matanzas, sería abierto para recibir
a las embarcaciones de cubanos que, procedentes de Estados Unidos,
viajaran a la isla para recoger a sus familiares.
Fue
la primera vez que Castro utilizó la emigración
masiva como un arma política en su conflicto permanente
con Estados Unidos. La medida tomó por sorpresa a las
autoridades norteamericanas que, también por primera
vez, enfrentaban una emigración masiva provocada deliberadamente
por un país extranjero.
Para
borrar las dudas iniciales que provocaron su anuncio, Castro
reiteró dos días más tarde el ofrecimiento,
durante una entrevista difundida por la radio cubana, añadiendo
esta vez que estaría dispuesto incluso a enviar dos vuelos
diarios a Miami desde La Habana.
En
Miami, la noticia fue acogida al principio con sorpresa y recelos,
pero muy pronto, dejando a un lado la suspicacias que provocaba
el anuncio, y motivados por años de incomunicación
y separación, cientos de exiliados cubanos atravesaron
el Estrecho de la Florida en todo tipo de embarcaciones para
ir a buscar a sus familiares.
Pocos
días después del anuncio de Castro, casi un centenar
de embarcaciones habían arribado ya a Camarioca y Varadero.
El 3 de octubre quedaba abierto oficialmente el puente marítimo
entre la Florida y Camarioca.
Ese
mismo día, el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson,
en ocasión de firmar la nueva Ley de Emigración
de Estados Unidos, respondía al reto lanzado por Castro
en un memorable discurso pronunciado a la sombra de la Estatua
de la Libertad en New York.
''Yo
le anuncio esta tarde al pueblo de Cuba que aquellos que busquen
refugio en Estados Unidos lo encontrarán. La tradicional
vocación de Estados Unidos de otorgarle asilo a los oprimidos
será mantenida en el caso de los cubanos'', dijo Johnson.
El
primer grupo de refugiados procedentes de Camarioca llegó
el 7 de octubre a Cayo Marathon en la costas de la Florida .
Una noticia publicada 15 días después en Granma,
órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, informaba
que en esos momentos había ya 150 embarcaciones en Camarioca
procedentes de Estados Unidos esperando recoger familiares.
El
éxodo de Camarioca inauguró una práctica
que el régimen cubano repetiría años después
en dos ocasiones (Mariel, 1980; y Crisis de Balseros, 1994)
para alcanzar con éxito objetivos de política
interna y de complejas negociaciones con Estados Unidos.
Estos
ciclos de emigración masiva, que se han repetido desde
entonces cada 15 años, han hecho afirmar a algunos que
es La Habana y no Washington quien controla las fronteras marítimas
de la Florida, creando a su conveniencia el caos en la región
y demostrando con cuánta facilidad su régimen
ha
podido desestabilizar las leyes migratorias de Estados Unidos.
A
pesar de la declaración de Johnson, las autoridades del
Servicio Guardacostas intentaron hacer cumplir las leyes vigentes
y advirtieron que confiscarían las embarcaciones, señalando
que era ilegal introducir a extranjeros en el país sin
la debida documentación.
Aunque
al principio se confiscaron algunas embarcaciones, todas fueron
devueltas a sus propietarios y, al final, nadie fue procesado.
El
puente marítimo duró apenas 42 días y trajo
a las costas de la Florida 2,979 refugiados. Aunque el 3 de
noviembre Granma informaba que ese día habían
partido hacia la Florida las últimas embarcaciones, el
puerto de Camarioca fue cerrado oficialmente el 15 de noviembre,
luego de que los gobiernos de Estados Unidos y Cuba llegaran
a un acuerdo que puso fin al improvisado puente marítimo.
De
hecho, el embajador suizo en La Habana, Emil Anton Stadelhofer,
cuya sede diplomática representaba los intereses de Estados
Unidos en Cuba, viajó a Varadero y Camarioca para coordinar
el traslado de aproximadamente 2,000 cubanos que esperaban salir
de la isla cuando se cerró el puerto.
El
12 de noviembre, el navío Skipper K, de 85 pies de eslora,
partía a las 3:20 p.m. del puerto de Matanzas, en el
primero de varios viajes fletados por el gobierno norteamericano
para transportar a los cubanos que habían quedado varados
en Camarioca.
Lo
cierto es que, preocupada por el conflicto bélico en
Vietnam y temiendo una tragedia en el Estrecho de la Florida,
la administración de Johnson había propuesto de
inmediato una solución a la crisis que, con la anuencia
de Castro, culminó sin mayores costos políticos
para ambas partes.
En
medio del trasiego de embarcaciones y refugiados, Washington
y La Habana habían estado negociando un acuerdo que no
estuvo exento de tensiones.
Castro
hizo una sorprendente propuesta. Liberar a 70,000 presos políticos
que en esos momentos tenía encarcelados en la isla, a
cambio de que Estados Unidos gestionara la libertad de revolucionarios
cubanos detenidos en varios países latinoamericamericanos
por actividades subversivas. Entre los países mencionados
se encontraban Venezuela, Colombia, Guatemala, Honduras,
El Salvador, Ecuador, Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia
y Argentina.
La
propuesta cubana entregada a la embajada suiza en La Habana
llegó también al Departamento de Estado, a través
de la misión de Cuba en Naciones Unidas.
''Debe
quedar bien claro que esos ciudadanos (liberados en otros países)
deben recibir también las facilidades necesarias para
viajar a Cuba con sus familias'', precisó la nota oficial
que tiene fecha del 12 de octubre.
El
Departamento de Estado rechazó la propuesta, haciéndole
ver a los cubanos que Estados Unidos no podía negociar
por otros países.
Sin
embargo, la nota reveló por primera vez dos puntos importantes:
el elevado número de opositores al régimen castrista
encarcelados en la isla y la extensa actividad subversiva que
Cuba auspiciaba en la región.
Al
final fue alcanzado un acuerdo el 6 de noviembre de 1965. El
Memorando de entendimiento con el gobierno cubano, firmado por
la administración de Johnson, reemplazó a la flotilla
marítima por un programa de vuelos directos entre Varadero
y Miami, que traería mensualmente entre 3,000 y 4,000
refugiados cubanos.
Nacían
así, como consecuencia directa del éxodo masivo
de Camarioca, los Vuelos de la Libertad que se prolongaron hasta
1973, transportando desde la isla a 260,000 cubanos, con un
costo promedio anual de más de $100 millones.
El
primer vuelo de este puente aéreo se produjo el 1ro.
de diciembre, dando inicio a la mayor operación de transporte
aéreo de refugiados que ha tenido lugar en Estados Unidos.
Las compañías estadounidenses Eastern Airlines
y Pan American Airways estuvieron a cargo del traslado de los
cubanos.
Los
motivos que provocaron el éxodo de Camarioca no sólo
tienen antecedentes en los problemas internos de Cuba, sino
que algunas de sus consecuencias todavía perduran en
el prolongado diferendo político que Castro ha mantenido
con 10 administraciones estadounidenses a lo largo de los últimos
46 años.
Entre
sus consecuencias más significativas figuran:
•
El inicio de los Vuelos de la Libertad.
•
La Ley de Ajuste Cubano.
•
La reunificación de los niños involucrados en
la operación Pedro Pan con sus padres.
•
El fortalecimiento de la comunidad cubana en Miami.
•
Crisis migratorias como arma de negociación
Antecedentes
Según
cifras estadísticas del Ministerio de Relaciones Exteriores
de Cuba, desde 1959 hasta 1962 habían salido de la isla
con destino a Estados Unidos unas 274,000 personas, incluidos
aproximadamente 14,000 menores de edad, que habían viajado
solos durante la operación Pedro Pan.
Esos
cubanos habían llegado en distintas etapas que se correspondían
a la situación política interna en Cuba y que
podrían resumirse así:
•
1. En los primeros meses de 1959 llegaron unos 3,000 miembros
del depuesto régimen de Fulgencio Batista y sus más
cercanos colaboradores.
•
2. Entre enero y octubre de 1960, arribaron unos 7,000 cubanos
procedentes de las capas más altas de la sociedad, luego
de que fueron confiscadas sus empresas y negocios en la isla.
•
3. Una tercera oleada de aproximadamente 56,000 refugiados se
produjo en los años 1960 y 1961, tras la declaración
del carácter socialista de la revolución, el fracaso
de la invasión de Bahía de Cochinos y la intervención
de las escuelas privadas.
•
4. Desde 1961 y hasta octubre de 1962, llegaron a Estados Unidos
aproximadamente 135,000 cubanos en vuelos directos desde la
isla o a través de terceros países.
El
torrente legal de refugiados, realizado a través de los
vuelos directos a Estados Unidos, fue suspendido en octubre
de 1962 por el gobierno de John F. Kennedy como consecuencia
de la Crisis de los Misiles. Hasta ese momento tres vuelos comerciales
diarios habían estado transportando a cientos de cubanos
a Estados Unidos.
Como
consecuencia de la cancelación de los vuelos, miles de
personas quedaron en Cuba sin posibilidades de viajar legalmente
a Estados Unidos, aunque el gobierno norteamericano continuó
dando la bienvenida a los cubanos que escapaban de la isla a
bordo de embarcaciones, o de manera legal utilizando un tercer
país.
En
un discurso pronunciado en la ciudad de Matanzas, el 3 de agosto
de 1999, Castro hizo un resumen de los problemas migratorios
con Estados Unidos y se refirió a ese período
indicando que aquella política alentaba la emigración
ilegal, como arma de propaganda política contra su régimen:
''En
febrero de 1963, la administración Kennedy dio un poderoso
estímulo adicional a favor de esas salidas: anunció
que los cubanos que llegaran a Estados Unidos directamente desde
la isla serían recibidos como refugiados, mientras que
los que buscaran entrar desde terceros países serían
considerados extranjeros y quedarían sujetos a todas
las restricciones migratorias norteamericanas'', afirmó
Castro.
Durante
el período de aislamiento comprendido entre 1962 y 1965
entraron en Estados Unidos unos 30,000 cubanos aproximadamente,
utilizando ambas vías, de acuerdo con distintas fuentes
consultadas.
Durante
el éxodo de Camarioca, el gobierno cubano impuso condiciones
a sus ciudadanos: no podrían abandonar el país
los jóvenes en edad militar comprendidos entre 15 y 26
años. También se impusieron restricciones a la
salida de determinados profesionales y funcionarios administrativos.
Estas
medidas se mantuvieron vigentes para el programa de salidas
del país a través de los Vuelos de la Libertad.
Como consecuencia de estas limitaciones, entre quienes viajaron
en ese entonces a Estados Unidos hubo un número mayor
de estudiantes de primaria, mujeres y personas mayores.
Pero
no fueron éstas las únicas condiciones impuestas
por el régimen castrista a los cubanos.
Tan
pronto como comenzaron los Vuelos de la Libertad, el gobierno
cubano obligó a todas las personas que se inscribían
para salir del país a trabajar en la agricultura. Esta
medida se aplicó a todos los cabezas de familia y adultos
solteros.
Se
crearon campamentos de trabajo en las zonas agrícolas
para estas personas que funcionaron con un régimen disciplinario
de carácter paramilitar. De esta forma miles de cubanos
tuvieron que abandonar sus hogares, albergarse en los campamentos
durante meses y sólo podían regresar junto a su
familia algunos fines de semana, utilizando los permisos o pases
que les eran otorgados por los jefes de los campamentos, que
en la mayoría de los casos estaban dirigidos por militares.
El
humor criollo bautizó a este régimen de trabajo
obligatorio como Las Brigadas Johnson, aludiendo al presidente
norteamericano, quien había prometido recibir a los potenciales
refugiados en Estados Unidos.
El
régimen castrista obtuvo también beneficios económicos
directos a costa de los refugiados. A cada cubano que solicitaba
salir del país se le practicaba un inventario de todas
sus pertenencias, las cuales eran confiscadas al momento de
la salida. Viviendas, automóviles, electrodomésticos,
utensilios del hogar, ropa y todo tipo de propiedades pasaban
a manos del Estado.
Aquella
práctica todavía subsiste para quienes dejan el
país definitivamente, aunque en los últimos tiempo
hay alguna flexibilidad en la aplicación de esta medida.
A
los cubanos que salían legalmente del país sólo
les era permitido viajar con equipaje por valor de $50, incluidas
sus pertenencias personales. Miles de personas fueron despojadas
de sus prendas personales, anillos de compromiso, pendientes
y relojes, entre muchos otros artículos, a la salida
del aeropuerto.
Los
Vuelos de la Libertad
Los
Vuelos de la Libertad habían comenzado oficialmente el
1ro. de diciembre de 1965. Ese día aterrizó en
el Aeropuerto de Miami un vuelo de Pan American Airways a bordo
del cual viajaban 75 cubanos, 55 de ellos mujeres y niños,
y el resto hombres mayores de 50 años.
Tal
como lo informaba la prensa ese día, la primera en bajar
del avión fue una abuela de 74 años, Virginia
Olazábal Delgado, quien según las autoridades
del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS)
sería relocalizada en New Jersey.
La
actitud de brazos abiertos hacia los refugiados cubanos, autorizada
por Johnson, no fue acogida con simpatía por funcionarios
estatales de la Florida. Unos 90,000 cubanos se habían
asentado ya en el Condado de Miami-Dade y las autoridades locales
temían que el flujo de refugiados a través de
los Vuelos de la Libertad incrementara esa cifra, dando origen
a una fuerte presencia cubana en la región.
Uno
de los partidarios de la relocalización de los cubanos
fuera de la Florida fue el gobernador estatal Haydon Burns,
quien envió una petición oficial al gobierno federal
pidiendo que los reasentara en otros estados.
''No
encuentro manera de expresarle, de la forma más contundente
posible, mi grave preocupación, el del estado de la Florida
y especialmente el de la Ciudad de Miami y otras comunidades
del sur de la Florida, que tendrán que afrontar un caos
económico, a menos que las autoridades federales regulen
y controlen el acceso de estos refugiados y los reubiquen en
otras ciudades a lo largo de Estados Unidos'', escribió
Burns.
Años
más tarde un prominente cubanoamericano, Bebe Rebozo,
amigo del entonces presidente Richard M. Nixon, le recomendaría
cancelar los vuelos ``debido a la gran cantidad de cubanos que
estaban llegando y viviendo del sistema de bienestar social.
La
sugerencia está contenida en un memorando fechado el
29 de junio de 1971, enviado a Nixon por el secretario de la
Presidencia, Jon M. Hunstaman, en el cual se cita la opinión
que Rebozo le dio en ese sentido a Harry Dent, consejero especial
de Nixon.
El
memorando le informaba asimismo al presidente que el Comité
de Apropiaciones del Senado había votado unánimemente
para finalizar los vuelos debido al costo que significaban para
Estados Unidos, aunque a última hora su presidente, el
senador demócrata por Louisiana, Allen J. Ellender, retiró
la propuesta.
Hasta
ese momento habían viajado desde Cuba 240,000 refugiados
a un ritmo de 43,000 anuales y a un costo de $1,050 millones
desde que comenzó la operación en diciembre de
1965.
El
Nuevo Herald obtuvo copia del memorando, que se encuentra en
los archivos de la Oficina Presidencial de Nixon, con una nota
de puño y letra del presidente rechazando la propuesta.
Los
Vuelos de la Libertad se extendieron durante ocho años
y trajeron a Estados Unidos un total de 260,051 cubanos en 3,049
vuelos. Entre ellos, llegaron la mayoría de los padres
que habían enviado a sus hijos a Estados Unidos en la
operación Pedro Pan.
A
partir de 1971, el gobierno de Castro comenzó a tomar
algunas medidas para ponerle fin al éxodo. Una primera
comunicación fue enviada al Departamento de Estado el
31 de agosto de 1971 anunciando la cancelación de los
mismos.
Sin
embargo, la administración de Nixon pidió una
extensión para permitir que los cubanos que tenían
ya lista su documentación pudieran salir de la isla.
Con algunos altibajos más y suspensiones temporales,
el 6 de abril de 1973 el vuelo 8894 de Eastern Airlines aterrizó
en el aeropuerto internacional de Miami a las 11:55 de la mañana
con los últimos 84 pasajeros del puente aéreo
cubano.
Ley
de Ajuste Cubano
En
1965, en momentos en que comienzan el éxodo de Camarioca
y los Vuelos de la Libertad, había en Estados Unidos
258,317 cubanos con status de parolees.
A
los cubanos que comenzaron a llegar a partir de entonces les
era concedido un status de refugiados, pero no tenían
acceso a la residencia permanente.
Fue
así como el 2 de noviembre de 1966 el Congreso de Estados
Unidos aprobó la Ley Pública 89-732, The Cuban
Adjustment Act, conocida comúnmente en español
como Ley de Ajuste Cubano, que permitía al fiscal general,
''a su discreción y conforme a las regulaciones que él
pudiera prescribir'', ajustar el status inmigratorio que tenían
los refugiados cubanos que se encontraban en Estados Unidos
al de residentes permanentes.
La
ley, firmada por Johnson establecía que los cubanos que
habían sido inspeccionados y admitidos en Estados Unidos
desde el 1ro. de enero de 1959, bajo condición de refugiados
o parolee, tendrían derecho a la residencia norteamericana,
una vez que hubieran permanecido durante dos años consecutivos
viviendo en Estados Unidos.
Crisis
y negociación
A
partir del éxodo de Camarioca, Castro aprendió
una importante lección: negociar con Estados Unidos acuerdos
migratorios que le aliviaran su situación interna, a
costa de normalizar el flujo de personas que querían
salir de la isla.
De
esta forma se han producido los siguientes procesos de crisis-negociación:
•
Exodo de Camarioca, 1965
Acuerdo:
Memorando de acuerdo que propició el puente aéreo
conocido como Vuelos de la Libertad.
•
Exodo de El Mariel, 1980
Acuerdo:
Tres meses demoró Estados Unidos en aceptar una propuesta
cubana de mantener conversaciones que no se limitaran al tema
migratorio y que finalmente puso fin al éxodo masivo.
El
14 de diciembre de 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan,
se firma finalmente un segundo acuerdo migratorio. Dichas negociaciones
condujeron a ''la normalización de los procedimientos
de inmigración entre ambos países y pusieron fin
a la situación anormal que existía desde 1980'',
afirmó un comunicado del gobierno de Estados Unidos.
En
virtud del acuerdo, Cuba aceptó el regreso de 2,746 cubanos
calificados como excluibles por Estados Unidos, mientras que
las autoridades norteamericanas se comprometían a otorgar
20,000 visas anuales a cubanos que desearan abandonar
el país.
Estos
acuerdos fueron cancelados por el gobierno
de Cuba en protesta por la salida al aire de Radio Martí
el 20 de mayo de 1985.
•
Exodo de los Balseros, 1994
Acuerdo:
Acuerdos migratorios de septiembre de 1994 y resolución
conjunta de mayo de 1995, los cuales normalizan la corriente
migratoria con el otorgamiento de 20,000 visas anuales a los
cubanos y la repatriación de los cubanos interceptados
en el mar.