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Por
Jay Martinez.
Jay@coqui.net
Director del Programa
Radial Magazine Cubano en Puerto Rico y Editor de
la Revista Semanal Cubana Opositor
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El
espectáculo que efectuaron los guardacostas de los EE
UU el pasado viernes en las costas de las aguas de la Florida
contra un grupo de cubanos en una frágil embarcación
casera que trataban de llegar a tierras de libertad huyendo
de la tiranía que desgobierna a nuestra querida patria
fue realmente bochornoso.
Verlos
en lanchas rápidas y con equipos sofisticados embistiendo
la frágil embarcación de los balseros obligándolos
a lanzarse al mar y luego maltratándolos con chorros
de agua a presión resultó indignante y de alguna
manera vinieron a mi mente los hechos relacionados con el hundimiento
por parte de la dictadura cubana del Remolcador 13 de Marzo.
Estas
imágenes le dieron la vuelta al mundo y desmotaron una
vez más que la llamada ley “pies secos, pies mojados”
que el Presidente Bush heredó de la
Administración Clinton y, que a su vez, surgió
de los encuentros migratorios en concubinato entre Cuba y los
Estados Unidos, es un fracaso y que el presidente Bush le puso
fin al no poder lograr que la tiranía cumpliera con su
compromiso a cabalidad. Resultó una burla flagrante que
ante nuestras propias narices el servicio de guardacostas llevara
a cabo estos atropellos. Es imposible quedarnos con las bocas
cerradas. Piense Usted por un momento si estos señores
trataron e hicieron abuso del poder ante las cámaras
de televisión, qué sería en alta mar, sin
cámaras ni periodistas.
¿Cuál
sería la suerte de nuestros hermanos cubanos?
Mas
que culpar a los guardacostas, hay que culpar al Presidente
Bush que después que él mismo criticó públicamente
al ex presidente Clinton por su política hacia Cuba,
ha permitido que se mantenga el mismo esquema y no ha podido
dar fin a esta cacería de brujas que en altamar sufren
los balseros cubanos cada vez que intentan llegar a las costas
de la Florida huyendo de la dictadura.
El
exilio está indignado porque ve que todo lo que se promete
durante las campañas políticas se queda en el
olvido.
En
este juego, cogiéndonos de bobos, llevamos ya 46 años,
burlados por las diferentes administraciones de turno en la
Casa Blanca. Ya estamos cansados del doble discurso y del lenguaje
“fuerte” contra la tiranía. Creo que la doble moral que
el gobierno de los Estados Unidos ha estado llevando a cabo
con la política migratoria hacia Cuba debe llegar a su
fin. Debemos exigirle o que eliminen la entrada de los cubanos
a este país o que erradiquen la absurda ley y permitan
la entrada a los Estados Unidos a todos los cubanos que logren
escapar de Cuba.
Esperemos
que en esta ocasión la cuerda no se rompa por la parte
más débil como siempre ha sido.
Creo
que en vez de estar bloqueando a nuestros hermanos cubanos que
intentan llegar a tierra de libertad deberían bloquear
a Chávez y la inyección de petróleo que
le envía a Fidel Castro todos los días para que
se mantenga en el poder. ¡Indígnate, cubano! ¡Basta
ya!