Por Ruiz Ferreira

Un pequeño ataúd blanco ocupó ayer el centro de la Iglesia San Juan Bosco, donde un centenar de personas se concentró para dar el último adiós a un menor que se ahogó lasemana pasada al volcarse la embarcación en que viajaba de Cuba con sus padres.

Familiares, amigos y simples dolientes conmovidos por la tragedia que cobró la vida de Juli Villasuso, de 6 años, besaron el ataúd por breves momentos cuando el padre Sergio Carillo evocó la celebración de la paz entre los hombres de buena voluntad.

El ataúd llegó a la iglesia sobre las 11 a.m., fue colocado en el centro del recinto y en un extremo pusieron una foto del menor que durante toda la misa miró de frente a los presentes.

Los padres del pequeño, Julián Villasuso y Maizy Hurtado, estaban fuertemente emocionados, y en varias oportunidades se abrazaron a sus cuñados, Mari Villasuso y Alex Gort, hijo del ex comisionado de la Ciudad de Miami, Willie Gort.

Gort enfatizó ante los periodistas que el fallecimiento ''fue un alto precio que se pagó por la libertad'', y que la familia está ``destrozada''.

''Es muy difícil ver morir a un niño, es una pérdida que jamás será reparada'', añadió Gort.

El entierro tuvo lugar poco después en el cementerio Woodlawn Park South, en el suroeste de Miami-Dade.

El niño falleció la madrugada del jueves cuando una lancha rápida con 30 cubanos indocumentados a bordo se volcó unas 45 millas al sur de Cayo Hueso mientras era perseguida por embarcaciones del Servicio Guardacostas y del Departamento de Protección de Fronteras.

''La lancha se volcó, posiblemente, por sobrecarga de gente, por ir muy veloz o la inexperiencia de quien la manejaba'', afirmó el portavoz de los Guardacostas, Luis Díaz.

Según el vocero, fue ''un caso más de contrabando de indocumentados'' pero también ``otra tragedia en alta mar''.

Los dos hombres que conducían la lancha se encuentran bajo custodia desde el domingo en Cayo Hueso. Otros cuatro individuos sospechosos de participar en operaciones de tráfico humano fueron capturados durante el pasado fin de semana.

Anoche era incierto el destino para los restantes 25 cubanos rescatados cuando la embarcación zozobró en alta mar, quienes permanecían a bordo de un escampavías del Servicio Guardacostas. Algunos de ellos pudieran servir como testigos del eventual proceso contra los presuntos contrabandistas, pero la mayoría del grupo sería repatriado.

Uno de los pasajeros fue trasladado el viernes a un hospital de Cayo Hueso con síntomas de apendicitis.

Las autoridades han divulgado un video donde se puede ver la lancha perseguida por los Guardacostas, pero en un segmento de unos segundos se ve cómo la embarcación comienza a volcarse lentamente. La poca nitidez de la cinta ha producido reclamos.

''Queremos que los Guardacostas den a conocer toda la cinta, no sólo los últimos 30 segundos, para tener una idea de lo que realmente sucedió'', apuntó el publicista Armando Gutiérrez, quien se hizo conocido en la comunidad hace cinco años durante el suceso internacional que provocó el paso por Miami de otro niño cubano, Elián González.

''Es otro caso en que una persona muere, y esta vez un niño pequeño. Estas personas [los contrabandistas de indocumentados] son peligrosos, sin escrúpulos, sólo les interesa el dinero que cobran y no la vida de las personas'', expuso Gutiérrez.

El video está en manos de la fiscalía federal, que debe decidir sobre la publicidad de su contenido.

Mientras transcurría el funeral en Miami, en La Habana las autoridades cubanas culpaban a Estados Unidos de la tragedia.

''La muerte de ese niño es responsabilidad del gobierno de Estados Unidos, como todas las demás [muertes de emigrantes en el mar]'', acusó Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano.

Alarcón acusó a Washington, que en 1994 firmó con Cuba acuerdos que prevén la concesión de 20,000 visas anuales y la repatriación de los interceptados en el mar, de propiciar el tráfico ilegal de emigrantes al aplicar criterios de selectividad.

Un ángel regresó al cielo

Por Rafael M. Estévez

En medio del llanto y la desolación de sus padres, familiares y amigos, fue sepultado hoy el niño cubano de 6 años Julián Villasuso, que falleció en la madrugada del pasado jueves al quedar atrapado el menor debajo de la lancha rápida que lo conducía la cual fue interceptada por los guardacostas de los EE.UU. a unos 72 kilómetros al sur de Cayo Hueso.

La veloz nave se volcó, posiblemente por sobrecarga de las personas que traía, por ir muy rápida o la inexperiencia de que quien la conducía manejaba, que aceleró al verse descubierto, pero no hay excusa alguna. No estoy de acuerdo con los contrabandistas, pero tampoco en la forma en que se les detiene o son interceptadas. Es el mismo trato que les dan a los narco traficantes.

Esta última víctima inocente es un ejemplo de los peligros que corren los cubanos que escapan del paraíso comunista y se encuentran que también son perseguidos por la injusta orden de “pies secos o pies mojados” que inició el ex- Pdte Bill Clinton y la mantiene el actual Pdte. George W. Bush.

Si se analiza quien es el responsable y el que siempre sale ganando veremos que es el tirano genocida que la desgobierna desde 1959, pero al que tampoco por motivos desconocidos se le puede rozar con el pétalo de una rosa.

Es más, creo humildemente que es una burla a la democracia que se le permita que este dacroniano personaje se mantenga en el poder no sólo por los asesinatos, abusos y la falta de derechos humanos que hay en la Isla Esclava, sino porque se sabe el trasiego de drogas, marihuana y cocaína que proviene y/o dejan pasar, y que poco a poco está destruyendo a nuestra juventud.

Se ha podido conocer por familiares en el Sur de la Florida, que muchos de los que venían en esa lancha tenían visa para entrar en los EE.UU., pero el régimen les negó la salida varias veces, por eso tuvieron que optar por hacer el viaje de esa manera.

No recuerdo cuando existía el muro de Berlín con sus ametralladoras, los alambres de púas y los campos minados, que hubieran devuelto a una sola persona que llegó a escapar de la Alemania Oriental. Esto es un bochorno, una burla, porque este es un régimen igual o peor que el que existía en esos tiempos.

Sepan que entre los que están en estos momentos en el escampavías de los guardacostas hay una jovencita de 16 años que ha intentado de escapar más de 12 veces de acuerdo con las declaraciones de su madre en la TV local.

Hay que recordar que si el padre del actual presidente ordenó una invasión a Panamá para sacar a Noriega por el narco tráfico, no sé lo que está esperando el hijo para hacer algo parecido o ¿es que el pacto Kennedy-Kruschev está vigente.?

La muerte de este niño nunca debió ocurrir y aunque encarcelen a los que los trajeron nada podrá devolverle su tierna vida a sus desconsolados padres, Julián Villasuso, de 49 años, y Maizy Hurtado, de 32, que jamás olvidarán este triste accidente.

Esto se parece al caso de Elián González pero a la inversa, en el que la madre lo arriesgó todo para que su niño llegara a tierras de libertad y al final fue ella la que dió su vida. En esta oportunidad los padres de este niño de solo 6 añitos la alcanzaron pero a un precio insospechable.

Sé positivamente que el niño era un ángel que dejó la tierra y que volvió al cielo, y no puedo imaginar el dolor tan penoso que habrán sufrido, los padres y familiares del difunto cuando se enfrentaron a la triste de realidad de haber dejado para siempre a Juliancito en el cementerio.

Ojalá que este ángel que regresó al cielo interceda ante el Padre Eterno para que cese pesadilla que vive el pueblo cubano que ya se acerca a las cinco décadas