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Por
Jay Martinez.
Jay@coqui.net
Director del Programa
Radial Magazine Cubano en Puerto Rico y Editor de
la Revista Semanal Cubana Opositor
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El caso de los balseros que llegaron al Puente de las Siete Millas
ha colmado de indignación al exilio cubano. Y es lógico
que esto suceda. La política de “pies secos, pies mojados”
para nada ya beneficia a los cubanos que huyen desesperadamente
de la tiranía castrista.
En
el caso de estos balseros repatriados el hecho de que hayan llegado
a un puente que aunque abandonado se encuentra bajo la administración
del Departamento de Transporte de la Florida nos llenaba de alguna
esperanza.
Recuerdo
que cuando el caso del balserito Elián González
el Presidente de turno en la Casa Blanca, Bill Clinton, para aquel
entonces George Bush sonaba como candidato republicano a la presidencia.
También recuerdo que cada vez que la prensa le preguntaba
a Bush públicamente cual era su opinión sobre el
caso de Elián siempre respondía que debería
quedarse en los Estados Unidos respuesta que gustaba al exilio
cubano y fue por lo que los cubanos americanos del Sur de la Florida,
donde tradicionalmente ganaban los demócratas, salieron
a votar masivamente por el partido republicano.
Hubo
miles de cubanos que renunciaron al partido demócrata en
respuesta a la traición por todos conocida de Clinton y
Reno.
Ahora
la respuesta de los congresistas cubanos americanos es tibia.
Critican la expulsión de los cubanos pero no con la misma
energía que desplegaban cuando el Caso Elián. En
aquella ocasión se pasaban todo el tiempo hablando horrores
de Clinton y defendiendo al niño Elián por cuanto
medio de comunicación de Miami.
Esos
que acusaban a Clinton de estar en concubinato con la tiranía
de Fidel Castro, esos mismo que criticaban la ley de “pies secos
y pies mojados” la cual se engendro como resultado de las famosas
reuniones migratorias entre Cuba y EEUU se mantienen dando respuestas
muy parcas cuando expulsan a estos cubanos que sí tocaron
territorio estadounidense.
Creo
que además de apoyar a Ramón Saúl Sánchez
quien desesperadamente se lanza a una huelga de hambre debido
a la indignación por tan magna injusticia el exilio cubano
debe mostrar su verdadera inconformidad de una manera más
consistente con el hecho de que devuelvan a Cuba a nuestros hermanos
cubanos que huyen arriesgando sus vidas.
Acabar
con esta nefasta y discriminatoria ley que abusa de nuestros hermanos
cubanos que salen huyendo de las garras del tirano al igual que
todos nosotros hicimos en algún momento de nuestras vidas
debe ser la resolución inmediata del exilio cubano.
¿Por
qué ahora no se puede criticar a Bush con la misma fuerza
que se criticó a Clinton sí ambos están actuando
exactamente igual? Creo que la historia del niño Elián
hubiera sido la misma con Bush que con Clinton pues la triste
realidad es que todos los presidentes americanos han sido siempre
los mismos y por alguna razón, que algún día
saldrá a la luz pública, se sabrá la verdad
de por qué le temen tanto a Fidel Castro.
Señor
presidente, cada día Usted nos decepciona con su política
hacia Cuba. Por favor, ahorre esas palabras de ¡Viva Cuba
Libre! cada 20 de mayo porque ya no nos engañan ni usted
ni sus asesores mediocres. Demuestre con hechos que de verdad
desea ver a cuba libre y que el hilo no se parta siempre por la
parte más débil que son nuestros pobres hermanos
que llegan casi muertos en balsas arriesgándolo todo.
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