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Por Lester Jiménez

La primera manifestación política vinculada a la participación de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol se registró anoche en el estadio Hiram Bithorn, en medio del partido entre la selección cubana y la de Holanda.

Dos fanáticos que no fueron identificados desplegaron pancartas en contra del Gobierno cubano que leían "Peloteros sí, tiranos no" y "Abajo Fidel", en referencia al presidente cubano Fidel Castro. Los individuos tuvieron un intercambio de palabras con uno de los jefes de delegación de la novena cubana que requirió la intervención de la Policía Municipal.

Adalberto Mercado, comisionado de seguridad de la capital, explicó que por motivos de seguridad fue necesario remover al oficial de la delegación cubana, Ángel Iglesias, del área de las gradas detrás del plato, donde se encontraban los manifestantes.

"A mitad de juego nos llamaron oficiales del equipo cubano para alertarnos de que dos personas estaban enseñando cartelones en contra del Gobierno de Fidel y pedían que se los arrebatáramos. Nosotros le explicamos que aquí en Puerto Rico la libertad de expresión es permitida siempre y cuando no estén violando la ley", explicó Mercado.

Los manifestantes tenían boletos para estar en el palco detrás del plato, aunque no estaban sentados exactamente en sus boletos, ya que, al parecer, buscaban el ángulo que fuera captado por las cámaras de televisión para masificar su mensaje, pero la policía los reubicó en el lugar donde les correspondía por el número del boleto.

"La cosa se puso un poco tensa porque habían personas a favor y en contra de lo que estaban reclamando y, por seguridad, decidimos ponerle un oficial de la policía a los fanáticos para evitar que se tornara peor", dijo Mercado.

En ese momento fue que, según explicó Mercado, el miembro de la delegación cubana, Ángel Iglesias, se acercó a uno de los manifestantes a tratar de persuadirlo para que desistiera de continuar con su propaganda, lo que provocó un tenso intercambio de palabras entre las personas. "Entonces fue que decidimos mover al oficial del área donde estaba por su propia seguridad, pero nadie fue arrestado en el incidente", explicó.

Para hoy se espera que las manifestaciones a favor y en contra del Gobierno cubano se hagan sentir con mayor fuerza, debido al esperado partido entre Cuba y Puerto Rico que, de paso, está todo vendido. Mercado adelantó que se reforzará la seguridad en el evento.

Serio incidente al concluir el partido

Por Luis Santiago Arce

Cuba ganó y clasificó a la segunda ronda del Clásico Mun dial de Béisbol, junto a Puerto Rico, pero la noche tuvo un tenso final a causa de una expresión política en medio de su partido ante Holanda en el Estadio Municipal Hiram Bithorn.

Incluso, llegó a rumorarse al filo de la medianoche que los cubanos, en una reunión a puerta cerrada, amenazaron con retirarse del certamen, versión desmentida por Enrique ‘Quique’ Cruz, presidente de MB Sports, empresa promotora del evento en Puerto Rico.

“Cuba mañana (hoy) va a jugar… y lo que queremos es que este evento tome lugar y termine como tiene que terminar, dentro de las líneas de cal”, dijo Cruz a un puñado de periodistas en medio de la evidente tensión del momento.

Los cubanos, tras su abultado triunfo anoche 11-2 sobre Holanda, aseguró su avance, y el de los boricuas, previo al duelo de invictos señalado para esta noche, a las 8:00, en el encuentro de cierre de la primera fase del Grupo C.

“Insisto en los comentarios que hemos hecho desde el prin cipio. Esto es una actividad deportiva”, puntualizó Cruz, al recordar el logro de importantes acuerdos, inclusive a nivel gubernamental entre Estados Unidos y Cuba, para permitir la presencia de los actuales campeones mundiales y olímpicos en el Clásico.

La situación alegadamente se originó a mediados del en cuentro, cuando un fanático identificado por las autoridades como José Rivera y su acompañante sacaron cartelones en repudio al régimen de Fidel Castro en Cuba.

El gesto causó desagrado en la delegación cubana, y la policía local se acercó a los manifestantes, pidiéndole que ocuparan sus asientos originales en la misma sección de palco, aunque les permitieron seguir con su manifestación.

Ante esa decisión, un supuesto oficial de seguridad de la delegación cubana, identificado por sus compañeros como Angel Iglesias y por fuentes policiacas como Antonio Mesa, al parecer increpó a los manifestantes, creando un ambiente de tensión en las gradas.

El funcionario cubano, instantes más tarde, fue llevado al Cuartel Rodante de la Policía Municipal de San Juan ubicado en los predios del estadio.

“Le explicamos que aquí existe el derecho constitucional a la libre expresión y que no era un delito (exhibir pancartas), siempre y cuando no estuvieran interrumpiendo el evento deportivo como tal”, comentó el jefe de la Policía Municipal, coronel Adalberto Mercado, sin confirmar detalles adicionales, pero reiterando que dentro de la instalación no se permitirán manifestaciones políticas masivas y organizadas durante el torneo.

Debido a la reunión de emergencia, o quizás en una muestra de molestia, ningún representante del equipo cubano asistió a la conferencia de prensa postjuego, tras el encuentro que do minaron con un ataque de 16 imparables, incluyendo jonrones de Yoandry Garlobo y Osmany Urrutia, junto al efectivo trabajo monticular de Ormari Romero y tres relevistas.

“Voy a ser muy breve. Nos superaron en bateo y pitcheo. Fueron mucho mejor equipo esta noche (anoche). No hay mucho más que pueda decir… tuvimos muchos jugadores que no lucieron a su máximo y por eso no avanzamos a la segunda ronda”, precisó el dirigente de Holanda, Robert Eenhoorn.

FOTO: Pepe Garcia Pino, reconocido activista de la comunidad exiliada en Puerto Rico.

Informacion relacionada:

La Habana protesta por la aparición del cartel '¡Abajo Fidel!' durante el partido contra Holanda

Un aficionado sentado detrás del home plate mostró el cartel en repetidas ocasiones. Un miembro de la delegación cubana intentó arrebatárselo.

Agencias

viernes 10 de marzo de 2006 12:39:00

Representantes cubanos extendieron el viernes una protesta verbal a los organizadores del Clásico Mundial de Béisbol por lo que consideraron "provocaciones contra su delegación" durante el partido entre el equipo de la Isla y la selección de Holanda, informó la AFP.

En el choque, realizado en el estadio Hiram Bithorn de San Juan, Puerto Rico, Cuba apaleó a Holanda 11-2 carreras y se clasificó a la segunda vuelta del evento.

La protesta cubana se debió a un incidente ocurrido en las gradas y que llevó a la policía local a expulsar de los palcos a un miembro de la delegación de la Isla que intentó arrebatar a un aficionado un cartel en el que se leía "¡Abajo Fidel!".

El aficionado, sentado en los palcos detrás del home plate, mostró el cartel en repetidas ocasiones durante el juego, que era transmitido en vivo por la televisión internacional.

Los responsables de la delegación cubana protestaron de forma verbal ante los dirigentes de las Grandes Ligas de béisbol, dijo una fuente cercana al equipo de la Isla, consultada por la prensa.

"Una serie de provocaciones, por parte de cuatro o cinco contrarrevolucionarios, utilizando carteles y palabras ofensivas contra la delegación de nuestro país, violan (…) las normas establecidas para este Clásico", añadió el representante cubano.

La fuente también dijo que la delegación cubana se había quejado además con los organizadores del Clásico "porque la policía local, lejos de solucionar el asunto, decidió apoyar a los provocadores".

Representantes de la comitiva cubana se reunieron con los organizadores del evento "para buscar una solución de inmediato", dijo el funcionario, que pidió no ser identificado.

Los jugadores y técnicos del equipo no asistieron a la rueda de prensa oficial que se ofrece al finalizar cada partido.

El martes, antes del primer partido de Cuba en el certamen, organizaciones de exiliados cubanos residentes en Puerto Rico llevaron a cabo una manifestación pacífica en las afueras del estadio, exigiendo "respeto de los derechos humanos en la Isla y la libertad de los prisioneros políticos".

Los exiliados también mostraron su apoyo a los peloteros cubanos que participan en el evento.