Por
Jorge Felix
Editor del Semanario "El Veraz"
Fragmentos de la Novela "Desde la Penumbra"
-
Brother, dale... que tenemos una reunión –
lo despertó Guillermo, un muchacho de 16 años
igual que el, que dormia en la litera de al lado.
- ¿Y esa reunión?
- Bueno con la próxima llegada de las mariposas,
han bajado un documento que hay que leerlo en todas las
aulas.
- ¿Qué mariposas?
- Brother... estás atrás... antes le decían
a los que se iban gusanos, pero ahora que permitieron
las visitas de la Comunidad se convirtieron en mariposas
porque son los que van a traer los Jeans, televisores
a color, grabadoras.
- Brother... se te ocurren cada cosa.
- Oye... yo tengo una tía en los Estados Unidos
que se fue en el 67 y espero que me traiga ropa y zapatos,
que el viejo mío... nada más viaja una vez
al año a la Unión Soviética y la
última vez me trajo unos zapatos, se los tuve que
regalar al negro de la esquina. Imagínate que eran
unas botas de invierno, cuando me las puse, la temperatura
me subió a 39.
- Brother no puedo contigo- dijo Jorge a carcajadas.
De pronto miró tres literas más allá
y vio a Machado llorando.
- Oye qué le pasa a ese que está llorando
– le dijo a Guillermo.
Juntos
se acercaron a la litera de Machado y fue cuando Guillermo
muy preocupado le preguntó:
-
Machado ¿qué te pasó? ¿Por
qué estás llorando?
- Nada
- ¿Cómo que nada?
Siguió llorando a lágrimas vivas.
- Machado mira que te podemos ayudar- le dijo Jorge
- Es que...
- Dinos Machado... cálmate- se llenó de
paciencia Guillermo.
- Es que se, es que se murió Huari Bumedián,
el Presidente de Argelia- y dio riendas sueltas a su llanto.
Guillermo
y Jorge se miraron y rompieron a reírse en la misma
cara de Machado.
-
Bueno Machado... que se joda... que carajo, ni que fuera
familia tuya coño– le dijo Guillermo
- Es que tu... es que ustedes no se dan cuenta
- ¿De qué cojones no nos damos cuenta Machado?
– Le preguntó con mucha paciencia Guillermo.
- Ustedes no se dan cuenta de la pérdida que eso
significa para el Movimiento de Países no Alineados
Jorge y Guillermo se quedaron con la boca abierta.
Por fin fue Guillermo quién primero la cerró
y la abrió para decirle a Machado:
- La verdad que usted, lo que tiene en el cerebro es una
roncha de este tamaño – abrió los
brazos todo lo que pudo.
- Está intoxicado definitivamente- concluyó
Jorge
- Vámonos para el carajo- le dijo a Jorge.
Cuando
se alejaron lo suficiente, Guillermo dio riendas sueltas
a su disgusto.
-
¿Que me importa a mí que se haya muerto
el hijo de puta ese?
- Y lo bonito del caso es otra cosa... que Cuba va a ser
Presidente del Movimiento de Países no Alineados
y no hay ningún país en el sistema socialista,
que este más metido que Cuba en un bloque militar,
como es el Pacto de Varsovia. Esta metida, por detrás
de la mesa hasta el cuello.
- Así mismo es. Tu ves, eso… es lo que yo
llamo estar dominado ideológicamente.
- Es un carnero en toda la extensión de la palabra.
Es increíble, como se puede llegar al punto en
que no se cuestiona nada, en que no es más que
un manso carnero, con el cual se puede hacer lo que quiera.
Te has fijado que no tiene personalidad propia, unas veces
habla como Fidel Castro, otras como Raúl Castro...
esta de pinga. Y así, se puede pasar la vida sin
encontrar su verdadera identidad y como él hay
un montón. Ojalá y nunca me convierta en
algo así.
-
No dudes... nosotros somos de otra estirpe. Podemos ser
carneros como casi todo el mundo lo es mas o menos, pero
carneros descarriados
- Pero carneros al fin y al cabo – dijo Jorge tristemente
- Pero algún día seremos lobos, lobos que
gritan, lobos que fajan, lobos que escapan- y comenzó
a aullar como un lobo
- Escapar no, fajar si
- Mira a lo mejor el día de mañana nos convertimos
en mariposa – le dijo con cierta malicia su amigo.
Llegaron
al aula y Machado no se sabía como, había
llegado primero. Jorge y Guillermo se sentaron al final
del aula.
Machado
se acercó marcialmente al frente del aula. Llevaba
un documento en las manos. Sacó los espejuelos
del bolsillo y comenzó a leer:
-
Estimados compañeros...- entonces
Jorge le preguntó a Guillermo:
- ¿A quién se te parece ahora hablando?
- A nuestro querido Ministro de las Fuerzas Armadas, al
mariconazo de Raul Castro... tiene el maricón reprimido
- Brother ten cuidado por favor, que si alguien por casualidad
te escucha, te desgracias
- ¿Qué pasa brother? Yo solo hablo esto
contigo. No lo hablo ni con el viejo mío que es
tremendo comunista.
Machado
siguió con su discurso:
- Los compañeros no pueden aceptar regalos de los
compañeros... perdón, de los familiares
de la comunidad en el exterior que visiten sus casas.
Guillermo
y Jorge se miraron.
-
¿Será estúpido el que escribió
eso?- le murmuró Guillermo a Jorge.
- Otro loco de mierda
- Que se piensen ellos que si mi tía me trae ropa,
zapato y grabadora, me voy a quedar con los brazos cruzados.
- Ni que se fueran a enterar.
- A propósito ¿tu tienes familiares en Estados
Unidos?
- Tengo dos tías y un tío, que se fueron
de Cuba en el 56 y después los cogió el
triunfo de la revolución y no pudieron volver más.
Después tuvimos que dejarle de escribir, porque
como tu sabes, si se les escribía te calificaban
de gusano. Y hace como 15 años que no sabemos nada
de ellas.
-
En mi casa pasó igual, pero cuando vi que Fidel
dijo, que iba a permitir las visitas, ese mismo día
a las 12 de la noche le escribí una carta con las
medidas mías.
- Apretaste mi socio- le dijo Jorge soltando otra carcajada.
Se
volvió a escuchar, ahora más alto la voz
de Machado.
-
Ustedes que están allá atrás, escucharon
todo lo que se dijo.
- Desde luego Camarada Machado- le dijo Guillermo en tono
burlón- A propósito Camarada Machado ¿usted
tiene familiares en el extranjero?
- Si- dijo orgulloso- Tengo un tío en Etiopía
y otro en Angola, cumpliendo misión internacionalista.
- Vaya que clase mierda – dijo Jorge muy bajito,
aguantando la risa, mientras Guillermo casi no podía
aguantar la suya
- Entonces usted tampoco puede aceptar regalos de ellos-
le dijo Guillermo.
- Como que no... esos son países hermanos, en los
que nuestros heroicos soldados vierten su sangre.
Ahora
fue cuando Guillermo aprovechó y le dijo bajito
a Jorge.
- Ni que le fueran a traer algo, a lo sumo un racimo de
plátanos.
Ambos se rieron de buena gana.
- Un momento compañeros ¿se están
riendo de mis palabras?- dijo Machado
- No... de ninguna manera Camarada Machado. Bueno quítate
el disfraz que ya se acabó la reunión
- Guillermo, esas formas suyas no son dignas de un revolucionario
- Mira Machado, corta, corta
- Y a propósito Guillermo ¿usted tiene familia
en el exterior?
- Si... en la querida Unión Soviética
- Bueno, de esos, si puede aceptar regalos
- Precisamente los otros días me trajeron una Matriuska
de esas que se meten un muñequito dentro de otro.
Dentro habían como cincuenta, era como para volverse
loco y como yo soy tan solidario y me gusta compartir
las cosas, estimulamos en la fiesta de nuestro querido
Comité de Defensa de nuestra cuadra, a los compañeros
más destacados. Imagínate que me quedé
con la más pequeña de todas, que me llegaba
a mitad de pierna.
- Eso se llama desinterés por las cosas materiales.
Así es como debe ser nuestra juventud
Jorge se reía ya sin disimulo, mientras Guillermo
se mantenía con una seriedad inaudita.
Cuando salió por la puerta, fue cuando Guillermo
empezó a reírse a más no poder.
- Guillermo ¿lo de las Matriuska fue de verdad?
- En serio, todo pasó como se lo dije. Cuando yo
vi la sala de mi casa llena de toda aquella mierda le
dije al viejo, para no ofenderlo... viejo vamos a estimular
a los compañeros en el Comité... y le gustó
mucho la idea. Imagínate que le di el más
grande al más destacado, que como debes imaginar
era el más chivato, cogió Matriuska... la
del cargo de Vigilancia, la del cargo de materia prima,
la de propaganda, la de trabajo ideológico.
Pero te puedes imaginar, que como eran 50, sobraban muchas
y le empezamos a regalar a los hijos de los más
destacados.
Con el compañero negro, que era el más destacado
de todos, ya saldamos, el tipo tiene como 17 hijos. Me
quedé con la más pequeña, porque
cuando recogimos no la vi. Ahora la tengo de cenicero
en mi cuarto.
El
y Jorge no paraban de reírse.
-
Por mucho que tu me digas hay que tener cuidado con Machado.
- Mira Machado tiene el cargo ese porque nadie lo quería.
Si hubiera sido otro ni hablaba. Pero a el, le gusta lo
que esta haciendo, pero en la concreta en todos los años
que lo conozco, nunca le ha hecho una mierda a nadie.
No digo que sea como nosotros, pero él entró
aquí junto conmigo, cuando teníamos 12 años
y durante todo ese tiempo, los demás querían
trajinarlo, sonarlo y quien lo defendió fui yo.
Porque será afeminado o maricón, pero no
tienen que abusar de el. Una noche, cuando todo el mundo
dormía, subieron al albergue de nosotros los del
ultimo grado. Brother le dieron una entrada de palos a
Machado, que a mí me despertaron.
Oye me tiré de la litera, saqué de abajo
del colchón el palo que yo siempre guardo y empecé
a repartir golpes de todos los colores.
Cogí
al hijo de un General del Ministerio del Interior y le
soné un palo por la boca que los dientes cayeron
al piso. Hubo uno de ellos que me dio aquí –
se abrió el pelo- y me partió la cabeza.
Pero con todo y eso seguí dándole, al que
me partió la cabeza y de un palo le llevé
la parte de arriba de la oreja. Después de eso
se mandaron a correr escaleras abajo. Por eso te digo
que Machado, me debe su propia existencia. Después
de eso, Machado ha vivido en paz. Está en deuda
conmigo.
-
Entonces no hay problema.
Se
encontraba toda la familia en el Aeropuerto. El avión
estaba retrasado y habían llegado desde muy temprano.
Un tipo iba vendiendo el periódico a toda voz:
Rebelde… Rebelllllde…. Compra tu cancionero…
y tiene ¨Hipocresía¨ - canto una estrofa-
Hipocresíaaaaaaaa morir de sed teniendo tanta aguaaaaa…
Rebelde, cancioneros… y tiene ¨Hipocresía¨.
La
madre y la hermana estaban desesperadas, porque se habían
enterado de milagro, que su hermana mayor venía.
Se
habían querido mucho - recordaba la madre - pero
las leyes del país las habían obligado a
romper todo contacto y lo más asombroso de todo
es que no sabían como era su rostro, la última
foto de ella que tenían era del año 59,
se veía tan joven.
Había
pasado tanto tiempo que ahora sería difícil
reconocerla. Siempre la llamaban por el sobrenombre Tía,
era de cariño, porque era la mayor de las hermanas.
- Mami, ¿cómo la vamos a reconocer?- le
preguntó Jorge.
- Tu tía Paca fue la última que la vio en
el 59, antes de ocurrírsele la brillante idea de
regresar.
- Pero vieja, del 59 al 79 hay tremenda diferencia- dijo
el viejo.
- Bueno no se preocupen que Paca la va a reconocer- dijo
la madre
- ¿Cuál es el problema? Ustedes se piensan
que yo estoy chocheando- dijo disgustada la tía
Paca- A mi hermana la reconozco yo, debajo de una piedra.
Venían corriendo Leo y Gustavo:
- Ya está aterrizando el avión, vamos a
acercarnos que ellos salen por aquella puerta y lo que
se va a formar va a ser tremenda molotera- sugirió
Leo
- Pues vámonos para allá – dijo la
tía Paca- pero me dejan a mi delante, que yo soy
quién la tiene que reconocer.
Aquel
lugar se llenó por completo, todas las miradas
se mostraban ansiosas, a la tía Paca parecía
que le iba a crecer el cuello. Aun no salía nadie.
El calor era sofocante. Por fin se abrió la puerta
y una anciana venía arrastrando unas maletas con
ruedas.
La
tía Paca dio un grito que hizo que todo el tumulto
de personas la miraran.
- Tía... esa es Tía- empezó a llorar
a lágrima viva.
La
anciana levantó el brazo y sus gritos se ahogaron
en el llanto. La tía Paca fue la primera en abrazar
a su hermana.
Aquella
fue la primera escena triste de ese día.
Todo
el mundo sabía que era así, cada vez que
llegaba un avión con familiares de los Estados
Unidos, la nostalgia, el tiempo separados, el reencuentro
después de tanto tiempo, las familias separadas,
era el pan de cada día desde que permitieron las
visitas.
El
llanto contagió a todos en el gran salón.
Los hombres comenzaron a disimular los ojos llorosos.
- ¿Cuánto tiempo?- le dijo Paca en un mar
de lágrimas- ¿Cuánto tiempo? Te hemos
extrañado tanto ¿Cuántos recuerdos?
- Es muy duro estar separados por tanto tiempo- le dijo
la hermana
- Pero te ves bien
- Tu también te ves bien.
- ¿Y cómo está tu hija?- preguntó
la tía Paca
- ¿Qué hija?
- Tu hija Susan
- Pero si yo no tengo hija
- Pero ¿tu no eres Temia?
- No –dijo la anciana que se puso roja como el tomate.
La
risa y el choteo del público se podía oír
por encima del ruido de los motores de los aviones.
Había
pasado más de media hora, desde que había
sucedido el incidente y aun se oían las risas.
La tía Paca se había sentado en los escalones
de una escalera, cabizbaja sin poder levantar la vista.
Toda la familia había reído junto con el
público.
Su
hermana se acercó a ella disimulando la risa.
- Paca dale, que tenemos que reconocer a Tía.
- No deja... ve y pregunta tu.
En
ese momento se acercaron dos niños pequeños
y él más pequeño le haló la
saya a la hermana de Paca para preguntarle.
- Compañera... compañera.
- Dime mi amor- le dijo la hermana de Paca.
- ¿Esa fue la abuela que hizo el papelazo?
- Si hijito – le respondió la hermana
Los
niños comenzaron a reírse y no se sabía
cuando terminarían.
- Niños majaderos – les dijo la tía
Paca- esa es la educación que le dan en la escuela.
- Bueno Paca, vamos a acercarnos para ver si por fin la
vemos.
- Si... pero preguntas tu.
- Esta bien, no te preocupes no vas a pasar otro papelazo
- ¿Pero tu también te vas a poner como los
niños?
- Ya olvídalo... eso nada mas te pasa a ti.
- Oye no me defiendas... creí que ibas a decir
que eso le pasa a cualquiera.
- Bueno olvídalo ya y vamos.
Por
fin una de las últimas en salir fue la tía
verdadera. La hermana de Paca, temerosa se acercó
a la anciana.
-
Disculpe por favor.
- Dígame
- ¿ Usted se llama Temia?
- Si
- ¿Se fue en el 56?
- Si
- ¿Tiene una hija que se llama Susan?
- Si
- ¿Y tiene en Cuba una hermana que se llama Amancia
y otra que se llama Paca?
- Si... pero ¿usted es del Departamento de Inmigración?
- No, soy tu hermana Amancia y aquella que está
escondida allí es tu hermana Paca.
La
anciana, comenzó a llorar, ambas se abrazaron y
fue cuando llegó corriendo toda la familia a abrazarla.
El público aun reía por el incidente pasado.
Pero esta ves le hicieron algunas bromas.
- ¿Están seguros que es esa?- decía
uno- no vaya a ser que dejen a otra familia sin regalos
- Asegúrense de que sea la de ustedes - dijo otro
La
pobre anciana no entendía lo que pasaba a su alrededor
y le preguntó a Amancia.
- ¿Qué pasa?
- Después te cuento.
Guillermo
aún no se reponía del cuento de la tía,
que le había hecho Jorge. Estuvo
riendo de buena gana durante largo rato.
- Y cómo te fue con tu tía. ¿Te trajo
algo?- preguntó Guillermo
- Algunas boberías, ella es una anciana que vive
del retiro, así que bastante hizo con poder llegar
hasta aquí y que no le diera un infarto. ¿Y
a ti te trajeron algo?
- Bueno, la tía mía, tiene un negocio de
Bienes Raíces y tiene un edificio de apartamentos
que alquila. Brother me trajo un Jean que es una belleza
y después me llevó a mí y a mi mamá
a la Diplotienda de los extranjeros. Brother yo parecía
un hijo bobo.
- ¿Por que?- comenzó a reírse
- Porque Brother, yo nunca había entrado a una
tienda así, había de todo, de todo y en
todo momento era, yo quiero eso, qué gafas más
lindas, ¡tía cómprame eso! Por mí
me hubiera comprado la tienda entera. Pero el pellizco
que me dio mi mamá fue grandísimo.
- Y que te compraron por fin.
- Me compraron como ocho calzoncillos, dos camisetas,
tres camisas, dos pullover, dos pares de zapatos, un par
de tenis de marca, dos Jeans, uno Lee y otro Levi Strauss.
Y por fin al final de todo me compró una grabadora
marca Sony.
- Vaya... No te puedes quejar.. te vistió completo.
- Si brother... cuando vayas a salir con cualquier muchacha
y te haga falta ir elegante, tienes mi ropa para que te
la pongas. Tu y yo tenemos casi el mismo físico.
- Gracias mi hermano.
- Y a que tu no sabes a quién vi de incógnito
en la tienda. Tenía unas gafas y una gorra de los
Yankee de New York. Cuando lo vi, me escondí.
- ¿Quién?
- Al excelentísimo Matías el secretario
del Partido de la escuela
- ¿En serio?
- Si... y lo único que le compraron fue un radio
de baterías que salió con el, en el oído.
- No lo puedo creer.
- Eso es para que tu veas que todos son unos inmorales.
Prohibían que fuéramos a la tienda, que
recibiéramos regalos y son los primeros en recibirlos.
Ósea, has lo que yo digo y no lo que yo hago.
- Así mismo es.
- Según dicen- empezó a reírse- Juanita,
la hermana de Fidel y Raúl que vive en Miami, le
trajo a Fidel un cojon de plástico, porque tu sabes
que a el le cortaron uno cuando lo del Moncada... y a
Raúl un consolador eléctrico.
- ¡Qué cómico eres Guillermo!
- Ahora esto que te voy a preguntar es en serio... ¿Qué
crees de todo esto?
- La conclusión a la que puedo llegar, es que todos
los que se fueron, eran gigantes. Lo perdieron todo, absolutamente
todo, el esfuerzo de tantos años, casas, negocios,
fue un verdadero trauma todo lo que sucedió. Todos
perdieron mucho, desde el que perdió una bodega
hasta el que perdió un negocio millonario y todo
eso, por decreto. No obstante, pudieron resurgir de las
cenizas como el ave Fénix y volver a comenzar de
cero sus vidas en condiciones adversas, incomprendidos,
en un país extraño, solos, sin poder volver
nunca más, aunque quisieran a su país, al
país que los vio nacer. Y no solo te hablo de cosas
materiales, te hablo también de cosas espirituales,
cuantas pérdidas, cuántas nostalgias. Cuántas
personas no pudieron volver a ver nunca más a sus
padres, cuántas.
- Oye eso se te puede mal interpretar.
- Guillermo tiene una sola interpretación, una
sola, no hay dos. El gobierno este, no tuvo ningún
derecho a hacer lo que hizo, es un crimen. Cómo
diablos es posible, que se pueda separar a un pueblo así
de esa manera. Y fue el gobierno cubano quien hizo todo
eso, no fueron los Estados Unidos, todo el que se fuera,
era gusano, apátridas y no tenían derecho
a regresar aunque quisieran. Las dos hermanas de mi mamá
que viven allá ni siquiera pudieron venir al velorio
de mi abuela, porque el gobierno cubano se los prohibió,
algo tan humano como eso. Tu sabe lo que es que mi abuela
se murió en el 67 y mi mama le esta haciendo el
cuento del velorio de mi abuela ahora, en el 1979. Es
algo trágico, cómico. Ni siquiera estos,
que con el calor familiar, ya viejos podrían tener
el deseo de estar con sus familiares los últimos
momento de su vida, no pueden hacerlo. En cualquier país
del mundo, un mexicano, un colombiano o quien sea, emigra
a los Estados Unidos y si les va mal, siente nostalgia,
soledad o no le gusta aquello, sencillamente regresa a
su país, sin embargo al cubano, el gobierno cubano
se lo prohibe. Te fuiste gusano… y es para siempre,
no hay marcha atrás. Es cruel, muy cruel. Por eso
te digo que sufrieron y aguantaron de todo, porque no
había regreso y lucharon hasta estar mejor que
los cubanos de aquí. Coronaron una vida aquí
y volvieron a coronar otra allá. Eso es una lección
de dignidad a pesar de todo lo que les hicieron.
- Brother entiendo tus razones, tu sabes que tu y yo podemos
hablar de lo que sea. Pero lo más importante es
que están mil veces mejor de lo que estaban aquí.
Es probable que de acuerdo al nivel de vida que hay allá,
algunos no estén bien, pero viven allá mejor
de lo que iban a vivir aquí. Mi tía se puso
a conversar con mi mamá y se pusieron a recordar.
¿Tu sabias que Cuba antes del 59, ocupaba el cuarto
lugar en América por su desarrollo económico?
- Algo de eso me habían dicho
- El Dollar estaba cotizado uno a uno con el peso y muchas
veces el peso cubano valía más que el Dollar.
Ahora en la bolsa negra un Dollar cuesta 10 pesos y si
te cogen con tenencia de dólares te meten entre
5 y 10 años de cárcel.
- Y lo bonito del caso es que han venido de visita y las
gentes como tú y como yo, ha roto muchos mitos.
Han visto eso, que los que se fueron viven mejor que los
que están aquí y cuál es la conclusión
a la que puedes llegar sin pensarlo dos veces.
- Que la solución es irse
- Exactamente
- Por eso te dije que me voy a hacer piloto... y me llevo
el avión… me lo llevo a través del
estrecho de la Florida.
- Caramba Guillermo, estoy hablando en serio
- Yo también, ese es mi mayor sueño. ¿Tu
te imaginas, a mí, aterrizando en Miami Beach?
-
Ojalá y se realicen tus sueños…