Por
José F. Sánchez
Una supervisora de Cubana de Aviación se acercó
a la cola de viajeros extranjeros que aguardaba en el Aeropuerto
Internacional José Martí, preguntando si alguno
de ellos tenía tenía algunos pesos cubanos convertibles
que quisieran venderle a cambio de dólares americanos.
La
cubana explicó a dos turistas alemanes que regularmente
ella lo que busca es tener dólares, pero siempre necesita
tener algún dinero en pesos convertibles para sus gastos
diarios a fin de evitar el impuesto del 10% que le cobran al cambiar
dólares en oficinas de cambio gubernamental, prefería
cambiarlos con los turistas que partían de la Isla. El
peso cubano "no tiene valor alguno fuera de Cuba," dijo
ella a los alemanes.
"Y
que usted cree piense Fidel de esto?" le preguntó
un viajero sueco, el siguiente en la cola, soprendido por la diatriba
pública de la cubana en contra de las políticas
monetarias de su gobierno.
"El
es un hombre terminado," replicó ella, haciendo un
gesto con la mano de un lado a otro de su cuello. "Tiene
cáncer en el colon. "
Especulaciones
acerca de la severidad de la enfermedad de Fidel Castro han circulado
ampliamente desde que fuera sometido a una operación quirúrgica
el pasado mes de julio y el gobierno ha declarado su condición
como "un Secreto de Estado".
Los
comentarios de la empleada de la compañía de aviación
ilustran profundamente la suspicacia pública sobre las
seguridades ofrecidas por el Partido Comunista de que "el
líder" volverá pronto al poder.
Esta
escena ocurrida en el aeropuerto y el descontento expresado por
otros cubanos sobre el racionamiento alimenticio y otras calamidades
que sufren los cubanos, son igualmente indicativos de la impaciencia
popular ante la parálisis social que se ha intensificado
en la Isla durante los más de 100 días que Fidel
Castro lleva desaparecido del escenario público.
El
28 de octubre, un video de Fidel Castro, en el que lucía
pálido y debilitado podría haber sido un intento
de los dirigentes en La Habana de asegurar a la comunidad internacional
de que el jefe de estado que mayor tiempo ha ejercido el poder
en el planeta aún estaba con vida. Pero en lugar de convencer
a los cubanos de que Fidel Castro estaba en franca vía
de recuperación, la presentación del video ha sido
percibida por muchos como una evidencia de que él no iba
a estar entre ellos, vivo, por mucho más tiempo.
"Uno
todavía se pregunta qué les hizo querer sacar ese
video en la televisión," dijo un residente de La Habana,
quien como es común en un estado policíaco, al discutir
de un tema sensitivo, opta por hablar bajo condición de
anonimato.
El
ciudadano afirmó que el video lo que provocó fue
un sinúmero de comentarios, que incluyeron diversas teorías
conspirativas. Unos piensan que algunos altos dirigentes en el
Partido Comunista, que sólo aguardan en las sombras para
tomar las riendas del poder, podían haber querido enviar
a la ciudadanía una señal de que la muerte de Castro
está cercana, así como una etapa de liberalización
económica...
Hasta
el propio Raúl Castro aparentemente estaría inclinado
a algunas formas de empresa privada. Sus aliados en los altos
mandos del Ministerio de Defensa se han asociado a inversionistas
extranjeros para crear uno de las más lucrativas fuentes
de ingresos, la industria turística de Cuba, que obtiene
ganancias por más de $2 mil millones de dólares
anuales.
Sin
embargo, toda esa riqueza no se ha materializado en beneficios
palpables para las masas, sino por el contrario ha alimentado
el resentimiento contra la estrucura económica y el gobierno
monopartidista.
"Los
cubanos están bien desesperado ahora, pero también
muy furiosos. No quieren a Raúl Castro, ni el "modelo
Chino". "Lo que queremos es una oportunidad real,"
dijo un hombre de 57 años, con un título universitario
y un salario equivalente a $25 dólares mensuales. "Después
de que Fidel desaparezca, si las cosas no cambian, le doy un mes
o dos antes de que aparezcan las primeras demostraciones de protesta.
El pueblo está harto de este fracasado sisteama."
La
exasperación con los problemas económicos y el estancamiento
político podrían estar en ascenso, pero aquellos
que lo expresan en conversaciones privadas, argumentan que se
sienten al presente impotentes de llevar sus protestas a las calles.
El ejército cubano de 60,000 hombres está a su vez
apoyado por legiones de policías, fuerzas especiales de
la seguridad, reservistas y los vigilantes de los Comité
de Defensa de la Revolución.
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