Por
Andrés Oppenheimer
La
generalización más frecuente sobre América
Latina al cierre del 2006 será que la región profundizó
su giro hacia la izquierda. Sin embargo, como frecuentemente ocurre,
las generalizaciones pueden ser engañosas.
Lo
cierto es que hubo nueve elecciones presidenciales en la región
este año - en Chile, Costa Rica, Perú, Colombia,
México, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Venezuela - y que
candidatos considerados como izquierdistas ganaron la mayoría
de ellas. Chile, Perú, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Venezuela
eligieron candidatos de izquierda, lo que llevó al presidente
de Venezuela, Hugo Chávez, a proclamar que una 'ola' izquierdista
se está expandiendo en la región.
Pero
hay varias razones para tomar las aseveraciones de Chávez
con pinzas. En México y en Colombia ganaron candidatos
de centro-derecha, y en Chile, Perú, Costa Rica y Brasil
ganaron candidatos centristas o de centro izquierda que tienen
muy poco en común con Chávez.
En
Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganó
fácilmente la reelección declarando en una oportunidad
que no es un izquierdista, y aferrándose a las políticas
pro-mercado de su predecesor. En Perú, el presidente Alan
García, un ex populista radical, ganó las elecciones
presentándose como un candidato promercado, y acusando
a su rival Ollanta Humala de ser un títere de Chávez.
Incluso
en Nicaragua, el presidente electo Daniel Ortega, un ex marxista
revolucionario, se presentó como un abanderado de la Iglesia
Católica, adoptando una ley impulsada por la Iglesia contra
el aborto terapéutico. Ortega también prometió
mantener el acuerdo de libre comercio de Nicaragua con Washington.
Una
nueva encuesta regional podría ayudar a entender lo que
está sucediendo en América Latina. Entre los hallazgos
de la encuesta Latinobarómetro, realizada entre más
de 20,000 personas en 18 países latinoamericanos:
Preguntados
dónde se ubicarian ideológicamente en una escala
del 0 a 10, en que 0 es la izquierda y 10 es la derecha, la mayoría
de latinoamericanos se ubicaron en un promedio de 5.4, o sea ligeramente
a la derecha del centro.
Sorprendentemente,
el promedio ideológico de los venezolanos fue de 5.6, lo
que sugiere que muchos venezolanos no izquierdistas probablemente
votaron por Chávez en las últimas elecciones. En
México, el promedio también fue de 5.6, y en Argentina
de 5.3. Los únicos cuatro países en la región
donde la mayoría de las personas se ubicaron a sí
mismas a la izquierda del centro fueron en Chile (4.9), Bolivia
(4.8), Uruguay (4.7) y Panamá (4.6).
''El
promedio de la posición política en casi todos los
países está del centro a la derecha'', me dijo Marta
Lagos, la directora de Latinobarómetro, en una entrevista
telefónica desde Chile. ``Los presidentes de izquierda
que han ganado, han ganado con ayuda del centro''.
Cuando
se les pidió a los encuestados calificar a los líderes
latinoamericanos en una escala de cero a diez, el presidente más
popular resultó ser el brasileño Lula, con una calificación
de 5.8, seguido por Michelle Bachelet, de Chile (5.5), y Alvaro
Uribe de Colombia (5.4).
Chávez,
junto con el presidente de Estados Unidos George W. Bush, estuvieron
entre los menos populares: ambos recibieron una calificación
de 4.6. Y Fidel Castro, de Cuba, es el presidente menos popular
entre los líderes del continente: recibió una calificación
de 4.4 a nivel regional, más baja que la de Bush y Chávez.
Muchos
analistas dicen que lo que está sucediendo en Venezuela,
Bolivia y Ecuador no es un triunfo de la izquierda, sino un triunfo
del petro- populismo. El populismo está creciendo en los
paises que más se están beneficiando del auge de
los precios de las materias primas, como Venezuela, Ecuador y
Bolivia, donde la gente quiere una distribución inmediata
de la bonanza de exportaciones, afirman. Mi opinión: en
un mundo en que la China comunista está llevando a cabo
la mayor revolución capitalista de la historia de la humanidad,
y donde un gobierno de derecha en Estados Unidos está produciendo
el mayor déficit presupuestario de la historia del país,
los conceptos de ''izquierda'' y ''derecha'' han dejado de tener
sentido. (La dicotomía en el siglo XXI, más bien,
es entre los países globalizados, y los países aislacionistas.)
Pero
incluso si aceptamos la premisa de que son válidos los
conceptos de izquierda y derecha, la idea de un tsunami izquierdista
en América Latina es frágil. Lo que hay en el continente
son varios países con líderes de izquierda moderada,
que están siguiendo los pasos de la exitosa apertura económica
de Chile, y unos pocos países en que presidentes petro
populistas están regalando dinero sin preocuparse en construir
una base sólida para el crecimiento a largo plazo.
De
manera que, resumiendo, uno podría decir que América
Latina está girando hacia la izquierda, pero con el agregado
de que en la mayoría de países la izquierda está
girando hacia la derecha.
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