La
retirada del poder de Fidel Castro, al que sucedió su hermano
Raúl el 31 de julio, no ha rebajado la presión contra
la prensa independiente. En el país hay veinticuatro periodistas
encarcelados. Tras llevar a cabo durante siete meses varias huelgas
de hambre, para reclamar
el libre acceso de todos los cubanos a Internet, Guillermo Fariñas
Hernández ha sido galardonado con el Premio Ciberlibertad
de Reporteros sin Fronteras.
Raúl
Castro ¿soltará lastre en las libertades fundamentales?
Es una pregunta que se plantea más allá de las filas
de la disidencia cubana desde que Fidel Castro, enfermo, se retiró
del poder el 26 de julio y cedió oficialmente las riendas
del Estado a su hermano, hasta entonces Ministro de Defensa y
comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. De
momento, el régimen no ha dejado de endurecer la vida de
los disidentes, y enparticular la de los periodistas independientes.
Cuba sigue manteniendo su rango de segunda cárcel del mundo
para los periodistas. Dos puestas en libertad se “compensaron”
rápidamente con dos nuevos encarcelamientos, manteniendo
a 24 el número de periodistas detenidos en la isla. El
22 de marzo, Lamasiel Gutiérrez Romero, corresponsal del
sitio Nueva Prensa Cubana en la Isla de la Juventud (Oeste), salió
de la cárcel de Mantonegro (provincia de La Habana), donde
cumplía una condena de siete meses por un “delito de resistencia
y desobediencia civil”.Vigilada muy de cerca por la Policía
Nacional Revolucionaria (PNR), la periodista regresó a
su domicilio de la Isla de la Juventud, que tiene prohibido abandonar.
El 20 de noviembre, Oscar Mario González Pérez,
cofundador de la agencia Grupo de Trabajo Decoro, quedó
en libertad tras pasar detenido un año y cuatro meses,
sin sentencia.
Detenido el 22 de julio de 2005, en la víspera de una manifestación
disidente en La Habana, en ningún momento le inculparon
de nada.
También detenido sin el menor cargo, Armando Betancourt,
colaborador independiente de Nueva Prensa Cubana y director de
El Camagüeyano, una pequeña revista clandestina, fue
arrestado por la Seguridad del Estado (policía política)
el 23 de mayo en Camagüey (Centro).Trasladado una semana
más tarde a una unidad de la PNR, le encerraron en una
celda de aislamiento y le prohibieron recibir visitas.
Raymundo Perdigón Brito
apenas tuvo tiempo de poner en marcha la pequeña agencia
Yayabo Press, que fundó junto con su hermana el 17 de noviembre.
Al periodista le detuvieron y,
el 5 de diciembre, el tribunal provincial de Sancti Spíritus
(Centro) le condenó a una pena de cuatro años de
cárcel por “peligrosidad social predelictiva”.
Idéntica negativa a dejar
sus actividades le costó, a Ahmed Rodríguez Albacia,
de 22 años, de la agencia Jóvenes sin Censura, permanecer
detenido del 4 al 12 de diciembre en el cuartel general de la
Seguridad
del Estado, en La Habana.
A lo largo del segundo semestre,
las interpelaciones y las detenciones arbitrarias de corta duración
sobrepasaron en número - en total, una treintenaa las amenazas
normales y las agresiones. El 13 de septiembre, Odelín
Alfonso, corresponsal de Cubanet, y Milisa Valle Ricardo, de Jóvenes
sin Censura, pasaron la jornada en los locales de la PNR; la primera
en La Habana y la segunda en Holguín (Este).
Citado por dos veces en la Seguridad
del Estado, en febrero y abril, Roberto Santana Rodríguez,
colaborador independiente de Cubanet en La Habana, corrió
la misma suerte el 2 de noviembre. En Santiago de Cuba (Sudeste),
a Guillermo Espinosa Rodríguez, de la Agencia de Prensa
Libre Oriental (APLO), le cayeron dos años de arresto domiciliario
por “peligrosidad social”.
Tampoco se ha relajado la presión sobre las víctimas
de la “primavera negra” de marzo 2003, tanto en los casos de los
veinte periodistas que continúan encarcelados, como en
los de quienes disfrutaron de una suspensión de condena,
por razones de salud. Liberados en 2004, los periodistas independientes
Oscar Espinosa Chepe y Jorge Olivera Castillo, que tienen prohibido
salir del territorio, tuvieron que volver a pasar por la justicia
habanera, el uno para un “control político” y el otro para
un trabajo de interés general. A José Ubaldo Izquierdo
Hernández, del Grupo de Trabajo Decoro, el servicio médico
de la cárcel le declaró “no apto para la detención”,
a causa de que ha empeorado mucho su estado de salud, pero le
mantienen internado. Afectado por una tuberculosis celular, Normando
Hernández González, director del Colegio de Periodistas
Independientes de Camagüey, ingresó en el hospital
el 5 de diciembre y fue reenviado a la cárcel el 27. Juan
Carlos Herrera Acosta, de la APLO, y Fabio Prieto Llorente, han
soportado las repetidas palizas de sus guardianes.Alberto Gil
Triay Casales, de la agencia La Estrella Solitaria, condenado
en noviembre de 2005 a siete años de cárcel por
“propaganda subversiva”, efectuó en septiembre una huelga
de hambre.
INTERNET
Ya se sabía que el gobierno cubano era experto en materia
de escuchas telefónicas, pero ahora le descubrimos igualmente
exitoso en materia de Internet. Como el modelo chino - desarrollar
Internet al tiempo
que se le controla - era demasiado caro, Fidel Castro ha optado
por un método más simple, para garantizar su influencia
en este medio de comunicación : simplemente mantiene al
margen de la Red a la práctica totalidad de su población.
En Cuba, acceder al Net es un privilegio al que muy pocos tienen
derecho, y que necesita autorización expresa del Partido
único. Incluso si uno consigue conectarse a la Red, frecuentemente
de forma ilegal, en cualquier caso accede a un Internet ultracensurado.
Entre febrero y agosto, Guillermo Fariñas Hernández,
director de la agencia Cubanacán Press en Santa Clara (Centro),
se negó varias veces a alimentarse con el fin de conseguir
acceso libre a Internet para todos los cubanos.
El 12 de diciembre se le otorgó el Premio Ciberlibertad
de Reporteros sin Fronteras - Fundación de Francia.
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