Por Oswaldo Yañez.
Ciudad de la Habana
El
principio del fin ya ha comenzado y a la huida en masa orquestada
por mafias castristas hay que añadir más deserciones
de soldados que si pueden escapan armados; además tengo
confirmación de que el Teniente Coronel muerto en el asalto
del avión fue el primero en disparar y lo que todos los
integrantes de las tropas especiales notaron con asombro, tras
los sucesos, que los soldados que pretendían escapar eran
apenas unos niños.
El
asalto conducido por las tropas especiales se produjo desde las
alas del avión y se emplearon gases lacrimógenos,
las órdenes eran que los querían vivos y que todo
debía quedar resuelto antes de las 6 A. M.
El
oficial Acuña al ver que los jóvenes soldados no
deponían su actitud y al amparo de los gases abrió
fuego que fue repostado por Leandro Cerezo Sirut, el blanquito
y por Yoan Torres Martínez, el negrito. Estos apelativos,
blanquito y negrito fueron usados para nombrarlos por las fuerzas
especiales para evitar equívocos pues no conocían
sus nombres
Al
responder al fuego del oficial los jóvenes soldados, las
tropas especiales asaltantes desataron una tremenda balacera,
el Teniente Coronel Acuña quedo entre dos fuegos y al intentar
darse la vuelta para que sus compañeros pararan el fuego
recibió una ráfaga en el abdomen. Debido a la posición
es de suponer que fue víctima de fuego amigo y no de los
soldados que pretendía huir de su patria.
Teniente
Coronel Víctor Ibo Acuña Velázquez murió
en el trayecto del avión a la ambulancia pues a causa de
una herida en el abdomen quedo con los intestinos a la vista y
su sangrado en cascada hizo el resto, fue el primero en ser evacuado
y el primero en fallecer.
Por
el rápido
enterramiento y condecoración suponemos que había
que ocultar algo y aunque las balas que le dieron muerte fueron
extraídas de su cadáver no se supo nada más
de ellas y probablemente nunca se sabrá.
Yoan
Torres Martínez, el negrito, fue herido en el abdomen y
esposado a la camilla. No cesaba de repetir entre intensos dolores
que el oficial disparó primero, imploraba entre gemidos
por su padecimiento que le quitaran las esposas; a lo que se le
contestó que si tuvo cojones para hacer lo que hizo también
tendría que soportar eso. En la ambulancia se pudo detener
el sangrado de la herida y fue trasladado al Hospital Nacional,
más tarde, a pesar de las órdenes de mantenerlo
con vida falleció; yo no creo en las casualidades y de
gente que las cree está lleno el cementerio de Colón.
Leandro
Cerezo Sirut, el blanquito, tuvo más suerte que su compañero
por la zona en la que fue herido en la pierna y ha podido salvar
su vida para ser juzgado sumarísimamente. Los soldados
que le custodiaban contemplaron su cuerpo profusamente tatuado
y concluyeron que el muchacho siempre debía de haber sido
problemático.
Si
nos brindan imágenes de su juicio no dejen de observar
sus ojos, pues estará drogado a conciencia, práctica
habitual para mantener callados a los reos. Todas las señales
indican que será condenado a muerte, yo deseo que esa sentencia
no se cumpla nunca.
Un
soldado de la misma unidad de los anteriores se encontraba pasando
la previa en Pinar del Río y ha conseguido fugarse armado
con un AK; ya se ha establecido un operativo para capturarlo y
nuevamente nos tememos lo peor pues se dieron órdenes de
que lo del aeropuerto no se repitiera nunca más y las tropas
especiales no tienen en estos momentos los nervios suficientemente
templados como para afrontar situaciones de especial tensión,
deseemos que todo concluya sin violencia.
Cuantas
deserciones más ha habido por todo el país, es un
dato que todavía será una incógnita para
los cubanos, pero conociendo a los desgobernantes es de suponer
que estos episodios se están ocultando celosamente para
no ser reportados al exterior.
Como
ven, la situación de descontento y hastío de la
población está ya en niveles nunca conocidos y son
como siempre los más jóvenes las primeras víctimas
del afán desmedido de libertad que se ha contagiado más
rápido de lo que nunca nadie pudiera sospechar.
Como
siempre en mi patria, todo es susceptible de hacer negocio. Les
voy a narrar lo que concluye una somera investigación y
que otro día les relataré con más detalle.
Los
cubanos que desean salir del país son contactados, en cuanto
radio bemba se entera de sus intenciones, por redes de individuos
que poseen y construyen pinazas para huir de mi patria, lo normal
es que te pidan 5.000 fulas para ponerte en Haití y si
se pretende arribar a Puerto Rico la cifra puede subir hasta las
10.000 o más, todo depende de la candidez del individuo
y sus ansias por escapar.
Las
tropas guardafronteras escoltan estos viajes pues tienen su parte
en el asunto, ignoro hasta el momento hasta cuan arriba llega
las fulas de los desesperados, pero conociendo el funcionamiento
de la contrainteligencia militar supongo que será muy,
pero que muy arribita.
Quizás
todavía haya incrédulos que no quieran creer que
estos hechos han ocurrido como les he narrado pues como dijo Antúnez,
son atrocidades que cuando las cuentas te dicen que es mentira,
en este caso he sido especialmente cuidadoso y la narración
expuesta es fruto de haberla confirmado no de una, ni de dos,
ni de tres fuentes, sino de algunas más para poder afirmar
con rotundidad que los hechos ocurrieron como los he descrito
a pesar de que los voceros oficiales sigan gritando que es mentira,
no por mucho elevar la voz van a convertir su mentira en verdad;
no mientras haya cubanos dispuestos a enfrentar la muerte por
causa de intentar contar las noticias como ocurrieron y no como
los servicios de información quieren que se cuenten.
Se
aún algo más, pero este detalle lo guardo para enfrentar
en persona a su protagonista, algún día...ojala
muy pronto... tenga oportunidad de hacerlo...
Vista
la situación actual no me queda sino continuar pidiendo
la inmediata e incondicional liberación de todos los injustamente
encarcelados; seguir animando a la disidencia a que continúe
trabajando para conseguir vivir en Democracia y Libertad en nuestra
propia patria y rogar a los organismos internacionales que apoyen
explícitamente a la disidencia interna para la consecución
de estos objetivos.
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