Jamás una artista representó, como ella, los ideales
más caros de un país, el súmum de todas las
artes, el alma nacional.
Como Ernesto Lecuona en el ámbito masculino, Rita Montaner
constituye el exponente más universal de las artistas cubanas.
Cantante y pianista de estirpe, actriz de alto vuelo, a tantos
años de su muerte sigue siendo " la única".
Libertad
Lamarque en Argentina, María Félix en México,
Carmen Miranda en Brasil, Edith Piaff en Francia, Y Rita en Cuba.
En
el caso de la Montaner se da la feliz coincidencia
de la consagración de la mulatez, pues es el resultado
de la unidad entre Europa y Africa, entre lo blanco y lo negro.
Rita
Aurelia Montaner Fazenda nació en Guanabacoa, en
la calle Luz Verde, No. 18, una
villa cercana a la
capital de la Isla, fue hija de un médico y capitán
del Ejército Libertador
Domingo Montaner Pulgarón
y de Mercedes Fazenda. Nació en la villa de Guanabacoa.,
que está considerada como uno de los puntos fundamentales
de la cultura tradicional, y el hecho
de ser fruto del amor entre un blanco y una mulata le permitió
criarse en un medio donde afloraban y coincidían diversas
tendencias de la cultura nacional.
La
joven creció en la tradición musical más
clásica que conoció desde su infancia, y también
entre los toques de los tambores en las
fiestas de los lucumíes o congas, el ritmo y colorido de
las comparsas que desfilaban por las calles guanabacoenses.
Estudió
el piano a la perfección, dominaba
el pentagrama, cantaba lo culto y lo popular con excelencia porque
era desprejuiciada y contaba con un concepto universal de la cultura.
De ahí su magnificencia, alto vuelo, vigencia y trascendencia.
La
cantante era mimada por los mejores compositores cubanos y extranjeros,
quienes le daban la primicia de sus partituras, como Gonzalo Roig
(Cecilia Valdés), Moisés Simons (El manisero),
La
Única, fue una de las más
grandes artistas cubanas del teatro, la radio, el cine y la televisión.
Estudió piano en el Conservatorio Peyrellade, obteniendo
Medalla de Oro, a los trece años de edad.
En
1917 se graduó de piano, canto y armonía, y entonces
realizó varios conciertos con fines benéficos. Aunque
al terminar sus estudios de piano, todos le auguraban una gran
carrera prefirió el canto.
En
1918 contrae matrimonio con el abogado
Alberto
Fernández, con el que tuvo dos hijos, Rolando y Alberto.
El 1ro. de mayo de 1922, con 22 años, participó
en los conciertos de música típica
cubana, organizados por el Maestro Jorge Anckerman; se presentó
como pianista e interpretó dos danzas del Maestro.
En
ese concierto, un joven abogado con voz de barítono interpretó
un bolero: era Alejandro García Caturla. En octubre de
ese mismo año cantó, por primera vez en la radio,
en la inauguración de la PWX
(en Águila y Dragones), interpretando “Rosas y Violetas”
y “Presentimiento” de Sánchez de Fuentes, acompañada
por la orquesta que dirigía Luis Casas Romero, siendo la
única mujer que actuó ese día.
El
10 de octubre de 1922, al producirse la inauguración de
la radio en Cuba, realizó la primera audición radial,
en el edificio
ubicado
en Águila y Dragones, donde actuó Rita y así
se convirtió en la primera voz femenina de la naciente
radio cubana.
A partir de entonces y en distintos escenarios, su figura se ve
ligada a la de los más prestigiosos músicos y artistas
cubanos.
El
1ro. de octubre de 1927 debuta en la zarzuela “Niña Rita
o La Habana de 1830”, donde canta el tango congo “Mamá
Inés”. Fue en el Teatro Regina (actual Casa de la Música
de la Habana), en una temporada de teatro lírico cubano
organizada por Ernesto Lecuona y Eliseo Grenet, hecho que se considera
como la fundación del posterior ascenso del Teatro Lírico
Cubano.
Estados Unidos, Europa y América conocieron su arte. En
1928 va por primera vez a París, donde se presenta en el
Olimpia y en el Palace; es contratada para sustituir a Raquel
Mayer. En este año 28 graba en Estados Unidos sus primeros discos, que recogían,
entre otros temas: “Canción Azul” y “Siboney”, de Lecuona; “Mamá
Inés”, de Eliseo Grenet y “El Manisero”,
de Moisés Simons.
Sus
actuaciones en España, en 1929,
fueron presenciadas por la Reina Victoria.
Un
año más tarde actúa en el espectáculo
de Josephine Baker. Regresa a Cuba en 1930, para marchar, al siguiente
año, rumbo a Estados Unidos, contratada por A. Jolson para
cantar en su Wonder Bar.
En
1933 viajó a México, acompañada por el pianista
Ignacio Villa, a quien bautizó como Bola de Nieve.
En
1935, estrenó en el Teatro Principal de la Comedia de Estados
Unidos, un espectáculo de Gilberto Valdés, donde
interpretó Oggere, Bembé, Tambó y Sangre
Africana; filma Romance del Palmar.
A
mediados
de esta década, trabajó con los Maestros Gonzalo
Roig y Rodrigo Prats en el teatro Martí. En 1935 es "Reina
de la Radio Cubana". El 6 de junio de 1938 se estrenó
la
primera película cubana sonora: “Sucedió en
La Habana”, en la cual actuaba Rita.
En
1948 actúa en el filme "María la 0". En
1949 realiza presentaciones con Bola de
Nieve, en el cabaret Mulgoba, después en Tropicana, donde
permanece
por nueve años. En 1954 hace el filme "La Única".
Se presenta en el teatro Hubert de Blanck con "La Medium",
de Menotti. Hace programas de radio y después
de TV junto a populares actores, trabaja en comedias, teatro vernáculo
y canta temas populares.
Fue
más que todo una cantante de teatro lírico, con
un amplio diapasón interpretativo que iba de Mamá
Inés, estrenada
por ella en la zarzuela Niña Rita donde canta el tango
congo Mamá Ines
de Ernesto Lecuona y Eliseo Grenet, en 1927,
que interpreta en 1955
el papel protagónico de las óperas La Medium y El
teléfono, del italiano Gian Carlo Menotti.
Entre uno y otro extremo, además de su
labor como actriz de radio, cine y TV, "La Unica" --como
fue bautizada ya en pleno éxito-- era
capaz de interpretar delicadas canciones como Canción azul
y Siboney, ambas de Lecuona y que grabó
en 1928 por primera vez, o cantar un sabroso El manisero.
Su
muerte ocasionó una demostración singular de duelo
público, que fue trasmitido por los medios, tras la pérdida
de una excepcional artista llena de cubanía.
Es
sin dudas
uno de los mayores mitos de la música cubana de todos los
tiempos, y como todo mito, tiene críticos que señalan
aspectos técnicos de su trabajo, aunque todos coinciden
en que como un todo, fue única.
Su
mayor mérito artístico fue su asombrosa ductibilidad.
Fue inspirada compositora de congas, comparsas, rumbas, boleros,
tangos africanos, etc., y dejó, además, estudios
para violín, porque conocía también ese instrumento.
Existe
una profusa bibliografía sobre su vida y obra. En 1956,
cuando estrenó en Cuba “La
Médium”, ópera de Menotti, tenía 55
años y ya padecía
de cáncer en la garganta.
No obstante, los críticos consideran esta puesta como el
clímax de su carrera artística.
El
31 de mayo de 1957,
compartió con el actor cubano
Alejandro Lugo su última función: “Fiebre
de Primavera”, de Noel Coward, en la
Sala Arlequín; el dueño del teatro, al ver que Rita
había quedado sin voz, se dirige a ella en el intermedio
y le pregunta: “¿suspendemos la función, Sra.
Rita?”, a lo cual respondió:
“…
yo tengo que respetar a ese público… y ese
público se va de aquí con el trabajo bien hecho,
aunque yo me muera”.
Cuenta
Alejandro Lugo que cuando terminó la función, la
ovación fue bárbara, “salimos a escena no
sé cuántas veces. Pero ella terminó sin voz,
por la noche fue para el Oncológico y meses después
murió”
Dejó
trás de sí una estela de fama y cariño popular.
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