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Hilda
Molina nació en Camagüey, Cuba, el 2 de
mayo de 1943. Es Doctora en Medicina, graduada con el
Primer Expediente de su Curso en la Universidad de la
Habana. Es especialista
en Neurocirugía, graduada con Excelentísimo
Expediente, en el Instituto Nacional de Neurología
y Neurocirugía.
Se
especializa además en Restauración Neurológica.
Investigadora Titular de la
Academia de Ciencias de Cuba. Cumplió Misión
Médica como Neurocirujana en Argelia (1980- 83).
En
el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
ocupó los cargos de Jefa del Servicio de Neurocirugía
Vascular y Sub-Directora Docente. Introdujo en Cuba,
a partir de los avances logrados por la Comunidad Científica
Internacional y de sus estrechos nexos con esta Comunidad,
el nuevo campo de la Restauración Neurológica.
Fue fundadora de las Escuela Cubana y Latinoamericana
de Restauración Neurológica.
Por su iniciativa, se crea en Cuba el Centro Internacional
de Restauración Neurológica (CIREN), del
cual fue diseñadora, creadora, fundadora y directora,
que bajo su dirección logró gran prestigio
nacional e internacional. Es autora de
múltiples trabajos científicos, publicados
en órganos especializados nacionales e internacionales.
Participó como ponente en eventos científicos,
en visitas de trabajo e intercambio académico,
como profesora en ciclos de conferencias y seminarios
en universidades e instituciones científicas
de Estados Unidos, Francia, España, Italia, Alemania,
Suecia, Inglaterra, entre otros países europeos,
de América Latina y el Caribe. Fue declarada
Ciudadana Honorífica de Kansas City,
Estados Unidos. Recibió las máximas condecoraciones
que se otorgan en Cuba a los científicos y a
las mujeres destacadas. Por sus méritos científicos
fue elegida Diputada al Parlamento Cubano en 1993.
En
el año 1994, después de un largo proceso
de discusión con las autoridades que la dirigían,
renunció por decisión propia a todo lo
que la vinculaba al régimen cubano, incluso a
su condición de Diputada. Motivo de la renuncia:
el gobierno se proponía convertir el Centro fundado
y dirigido por ella, en una institución exclusiva
para extranjeros que pagaran en
dólares, con la subsecuente iscriminación
de los pacientes cubanos. También, como protesta,
devolvió todas las condecoraciones que había
recibido.
En
1995 la Dra. Hilda Molina se incorporó a la disidencia
interna cubana. En 1995 fundó y fue Presidenta
del primer Colegio Médico Independiente de Cuba.
Miembro desde 1995 del Comité Cubano ro-Derechos
Humanos.
Como venganza y en represalia por su renuncia, Fidel
Castro personalmente le prohibe salir del país.
Esto ha impedido que pueda visitar a su único
hijo residente en Argentina y a su nuera; y conocer
a sus dos nietos, de 10 y 4 años de edad. Esta
prohibición también impide que asista
a eventos científicos en diferentes países
del mundo, a los que es constantemente invitada.
En el año 2005, crea y preside la Fundación
“En Defensa de las Familias”,
para defender los conculcados derechos de las familias
cubanas.
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Por
Hilda Molina
Intercambio telefónico de la Dra.
Hilda Molina, desde Cuba, con estudiantes universitarios de la
República Argentina
Quien
conversa con ustedes, hoy médico neurocirujano de 62 años,
era una jovencita de apenas 15 años cuando triunfó
en Cuba la mal llamada Revolución.
Como
las prédicas de sus dirigentes coincidían con los
principios en que había sido educada, pensé que
se trataba de un proceso humanitario, a favor de los más
necesitados, por lo que me entregué con todas mis potencialidades
a trabajar por esa causa, a la que dediqué, en el ámbito
de la Medicina, lo mejor de mi vida. Con el transcurso del tiempo,
fui comprendiendo cada vez con mayor claridad, que las prédicas
teóricas no se correspondían con la terrible realidad
que vivíamos; totalmente decepcionada, y atendiendo a los
reclamos de mi conciencia, decidí romper definitivamente
con el régimen en 1994.
Teniendo en cuenta la temática que trataremos en este intercambio,
pienso que es importante, a manera de introducción, exponerles
con brevedad, algunas consideraciones generales:
—La sociedad donde se proyecta el Sistema de Salud Cubano,
es una sociedad enferma, porque durante casi medio siglo, varias
generaciones hemos crecido carentes de algo esencial e inherente
a la condición humana, la libertad. De una u otra forma,
médicos, pacientes, todos estamos enfermos. Esta
es una sociedad enferma.
—El gobierno cubano ha utilizado recursos ilimitados en
propagar y fortalecer el mito de su insuperable Sistema de Salud,
pues este mito le sirve de salvoconducto para actuar impunemente
como un régimen totalitario, establecido en nuestra Patria
con carácter vitalicio.
—La
atención de salud no es un favor, ni un privilegio ni es
caridad; es un derecho. Constituye un deber elemental de todo
gobierno, y en este caso hablamos del cubano, garantizar un buen
sistema de salud al pueblo. El hecho de que el gobierno cubano
cumpla con su elemental deber
de brindar a la población salud y educación supuestamente
“gratuitas”, no lo autoriza a violar pública
y despiadadamente los sagrados derechos de este pueblo.
II.- ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE EL SISTEMA DE SALUD EN
CUBA PREVIAMENTE AL AÑO 1959.
Antes de referirme a la atención médica durante
el proceso comunista, considero útil destacar brevemente,
algunos antecedentes relativos al Sistema de Salud en Cuba antes
de 1959:
—Los índices de salud de este país en la década
de los 50s, eran reconocidos en toda América Latina, sin
necesidad de que se desarrollara propaganda internacional al respecto.
Por ejemplo, la esperanza de vida en Cuba era de aproximadamente
60 años; y en las naciones del Tercer Mundo era sólo
de 40 años. En 1955, la esperanza de vida en Cuba era de
63 años; y en América Latina, de 52 años.
—La atención de salud era oficialmente reconocida
en Cuba como un derecho.
—Los profesionales e instituciones de salud; y la Escuela
de Medicina, tenían gran calidad y prestigio.
—Desde esa época hasta la fecha, han transcurrido
más de 46 años, casi medio siglo. En esta etapa
se produjeron
importantísimos progresos científicos en beneficio
de la salud. Estos trascendentes avances fueron puestos a disposición
de la humanidad por sus creadores; y a través
de Programas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El gobierno cubano implementó rápidamente algunos
de estos Programas; podemos citar:
- El
tratamiento integral de la Tuberculosis,
- Las
campañas de vacunación anti-Poliomielitis, etc.
-
La aplicación en Cuba, con el apoyo de la OMS, de adelantos
de la Ciencia Universal, contribuyó sin dudas a magnificar
la imagen del régimen en lo relativo al sector de la
salud.
Con
fines propagandísticos, se compara constantemente la situación
médica de Cuba antes de 1959 y en el presente; pero objetivamente
no son comparables ambas realidades, pues el prolongado período
de más de 46 años que media entre ellas, ha sido
pródigo en aportes científicos extraordinarios.
II.- EL SISTEMA DE SALUD EN CUBA DESPUÉS DE 1959.
Con la implantación del Comunismo, comienzan en Cuba transformaciones
radicales en el Sistema de Salud. Este nuevo Sistema que se desarrolla
a partir de 1959, logró innegables resultados positivos,
que en su mayoría se han degradado evolutivamente.
Se
caracteriza también por aspectos negativos presentes desde
el inicio, y que han empeorado en el transcurso del tiempo.
A
continuación les expongo los aspectos positivos y los negativos:
A.- ASPECTOS POSITIVOS DEL SISTEMA DE SALUD EN CUBA:
—Acceso universal gratuito a los servicios de salud.
Previamente a 1959, como ya les señalé, los índices
de salud en Cuba se evaluaban como buenos; sin embargo, la distribución
geográfica de estos servicios no era adecuada; en 1958,
sólo el 30% de la población aproximadamente, tenía
garantizados servicios de calidad.
El Sistema surgido en 1959, crea una red de atención de
salud que abarca desde el nivel nacional al municipal; y desde
la atención primaria hasta institutos de alta categoría
científica.
En
síntesis, se logra una correcta distribución geográfica
de los servicios médicos en la totalidad de la isla, situación
que aunque cuantitativamente se mantiene, se ha afectado en calidad,
como explicaré posteriormente.
—La formación de profesionales de la Medicina fue
muy buena durante las primeras etapas del gobierno comunista.
—También en estas primeras etapas se ejecutaron rigurosos
procesos de selección de los candidatos a estudiar carreras
médicas, basados en el índice académico y
en la vocación.
No
obstante, debe resaltarse que se exigía además,
una absoluta identificación con el sistema político
imperante, no sólo para acceder a estas profesiones, sino
a estudios universitarios en general.
—La calidad de los servicios puede calificarse como buena
durante las décadas iniciales, debido a que este ámbito
siempre ha prevalecido en el contexto de las metas políticas
del gobierno; pero fundamentalmente, como consecuencia
de la capacidad, responsabilidad, ética y abnegación
de los especialistas de la Medicina.
—Se han aplicado diversos Programas patrocinados por la
OMS, que aunque están a disposición de todos los
países, no todos los gobiernos utilizan estas positivas
opciones.
B.-
ASPECTOS NEGATIVOS DEL SISTEMA DE SALUD EN CUBA:
—Sistema de Salud totalmente controlado por el Estado.
Al tomar el poder, el gobierno comunista se apropió de
todas las instituciones de salud; se eliminaron las modalidades
de Medicina Privada; y desaparecieron los Colegios Médicos
y otras organizaciones independientes de profesionales. Estas
arbitrarias medidas, además de sus múltiples implicaciones
negativas,
tuvieron nefastas consecuencias desde el punto de vista ético:
se sustituyó la sagrada relación médico-paciente,
por una impersonal relación estado-paciente. Cuando los
enfermos están obligados a atenderse con los médicos
y en los centros que decide el gobierno, sin otras opciones, viven
consciente o inconscientemente inmersos en una angustiosa sensación
de inseguridad.
—Sistema de Salud absolutamente politizado.
Se ejerce control político por el gobierno de las instituciones
médicas y científicas, de las Universidades Médicas,
y de los profesionales; y se politizan todas las instancias.
—Jamás el régimen comunista ha garantizado
a los que habitamos esta isla, ni igualdad ni equidad en lo que
a servicios médicos se refiere. La élite
gobernante, sus familiares, amigos y protegidos, han recibido
siempre una atención diferenciada, superior a la de la
población.
—Los profesionales de la Medicina carecen de libertad,
de estímulos y de motivaciones. Todos son asalariados
del gobierno, cumplidores obedientes de sus órdenes, sin
libertad de acción, no sólo en el contexto laboral,
sino incluso en el de la creatividad y en el de la superación.
Estos profesionales se forman en base a concepciones que definen
como indisolubles, sus deberes médicos y sus obligaciones
con el Comunismo.
—Por tratarse de una sociedad cerrada, los viajes y nexos
con el exterior están férreamente controlados por
el gobierno, lo que ha impedido o reducido al mínimo, los
intercambios de los profesionales del sector con sus homólogos
de la Comunidad Científica Internacional; y el acceso sistemático
a fuentes de información actualizadas. Esta política
absurda, retrógrada y violadora de los derechos elementales,
afecta con especial énfasis a los jóvenes, cuyos
necesarios contactos con colegas de otras naciones, están
aún más restringidos por las autoridades.
—Las estadísticas médicas se controlan
políticamente y no por especialistas independientes.
Los procesos de validación al respecto, tanto los nacionales
extragubernamentales, como los internacionales, son inexistentes.
Esto ha permitido el manejo de los indicadores de salud,
en función de intereses políticoideológicos,
y con fines propagandísticos.
—Gran parte de las llamadas Misiones Internacionalistas,
han consistido en movilizaciones de verdaderos ejércitos
de profesionales hacia regiones no siempre afectadas por eventos
catastróficos. Y puedo hablar de este tema a partir
de vivencias personales, pues participé en una de estas
Misiones como neurocirujano en Argelia, durante más de
dos años. A los gobiernos ineptos y/o corruptos de todas
las latitudes, les resulta más barato y cómodo,
alquilar cubanos como mano de obra esclava, que desarrollar buenos
sistemas de salud en sus respectivos países.
Un
número significativo de estas Misiones no son desinteresadamente
humanitarias: los médicos trabajamos, y el gobierno cubano
cobra las divisas. Los especialistas de la Medicina cumplimos
estas Misiones lejos de nuestras familias, en condiciones muy
adversas; y obligados a vivir en colectivo con personas desconocidas.
Además de lo señalado, se priva a los enfermos
cubanos de la atención de estos profesionales, durante
el tiempo que permanecen en el extranjero.
Deseo precisar, que admiro la verdadera solidaridad humanitaria
que podemos brindar los médicos; y que sinceramente anhelo
ofrecer mi ayuda a los pacientes más desvalidos en cualquier
lugar del mundo. No obstante, opino que estas Misiones deben realizarse
con carácter voluntario, si son realmente necesarias; sin
utilizarse por regímenes totalitarios como instrumentos
de campañas políticas; y sin que los que realizan
tan sacrificado trabajo, sean explotados.
—El Sistema de Salud de Cuba está hipertrofiado,
pues especialmente en los últimos años, se aplican
programas de formación masiva y acelerada de profesionales,
con una preocupante afectación de los aspectos cualitativos.
—Ha existido permanente control y racionamiento por el gobierno
de los alimentos que recibe la población, con los subsiguientes
problemas nutricionales.
—Las disposiciones vigentes en relación con la literatura
especializada, son francamente violatorias de derechos
elementales: las publicaciones científico-médicas,
y la prensa en general del país, están totalmente
subordinadas al régimen, con vistas a imponer los criterios
estatales en materia de salud; y a emplear los logros de la Medicina,
como elementos de propaganda.
Por
otra parte, corresponde exclusivamente al gobierno, la decisión
de las publicaciones internacionales a las que pueden acceder
los profesionales del sector, con el agravante de que las vías
al respecto no son nunca suscripciones personales, sino que toda
esta literatura, patrimonio de la ciencia universal, se controla,
se concentra y se censura, por instituciones oficiales.
C.- DETERIORO EVOLUTIVO DEL SISTEMA DE SALUD EN CUBA:
Los aspectos negativos que expuse, están presentes desde
el inicio del proceso comunista. Sin embargo, en los últimos
años se ha producido un gran deterioro evolutivo de la
atención de salud en Cuba, que en mi opinión, no
es consecuencia de la debacle del Comunismo en Europa del Este.
El
Sistema de Salud Cubano, como toda obra, depende básicamente
de los seres humanos, más que de los recursos materiales.
Pienso que es precisamente el accionar negativo de los seres humanos,
cruelmente dominados por un gobierno totalitario, lo que ha determinado
el progresivo deterioro de los servicios médicos en nuestro
país. Recordemos además, dos lamentables realidades
de la Cuba post-1959:
Primera,
el máximo responsable del caos reinante en esta nación,
y por ende en su Sistema de Salud, es el gobierno vitalicio que
nos oprime; y la Segunda, como ya les expresé, somos una
sociedad enferma, que se ha fomentado bajo constante represión
policial, pero sin contenedores cívicos, religiosos, ni
morales.
A continuación me referiré concretamente, a los
principales elementos que, en mi criterio, demuestran el alarmante
deterioro que sufre actualmente el Sistema de Salud en Cuba, pero
antes resaltaré algunos factores y características
relacionados con los seres humanos, en este caso con el personal
dirigente y con los trabajadores en general de la Medicina, que
han sido decisivos en el curso evolutivo negativo de este sector:
C1.-Sobre el Personal Dirigente:
—La ineptitud ha prevalecido en la dirigencia del
ámbito médico. ¿Por qué,
si Cuba ha contado invariablemente con excelentes médicos
y científicos? Porque un elevado porcentaje de estos directivos
han sido y son más políticos que médicos
y científicos; y por tanto, implementan estrategias frecuentemente
erróneas.
—Una característica que yo llamo “prepotencia
totalitaria”, identifica a los dirigentes de este universo.
La
“prepotencia totalitaria” se manifiesta en una modalidad
de mando ejercida dictatorialmente, sin identificación
eficaz de las jerarquías con los niveles inferiores; de
existir esta identificación, sin dudas resultaría
muy enriquecedora.
—Burocracia extrema en todas las instancias de dirección.
—La corrupción ha estado y está presente,
aunque no puede afirmarse que todos los involucrados en la dirección
del Sistema de Salud en Cuba son corruptos. La corrupción
convive en este sector, con el acomodamiento, los privilegios,
la desidia y la decepción.
Lo señalado anteriormente, es extensivo a dirigentes de
otros ministerios y organismos, cuyas acciones obviamente repercuten
en la calidad de los servicios médicos.
C2.- Sobre los Profesionales y otros Trabajadores:
—El pueblo cubano y los trabajadores de la Medicina, como
parte del pueblo, han enfrentado carencias de todo tipo durante
casi medio siglo. Las fundamentales necesidades personales y familiares
de los cubanos, han permanecido sin solución en los últimos
46 años. Estas persistentes penurias, unidas a una formación
teórica “igualitarista”, generan un enajenante
y comprensible afán en pos de la supervivencia cotidiana;
y de obtener todo lo anhelado, situación que subsecuentemente
ha provocado la distorsión, y en muchos casos hasta el
envilecimiento involuntario de las personalidades individuales.
—La posibilidad de pensar, y la propia condición
humana, han conducido a que el régimen que nos imponen,
se torne consciente o inconscientemente, irresistible para gran
parte de la población, incluidos los trabajadores del sector
sanitario, a pesar del sistemático adoctrinamiento a que
han estado sometidos. Se constata en ellos, agotamiento, desgaste,
inseguridad, decepción, desesperanza, e incluso desesperación.
—Las opciones, ya en etapas más recientes, de algunos
contactos con el exterior, a través del turismo, de las
llamadas Misiones Internacionalistas; y de escasos y limitados
viajes cortos de índole académico-científicas,
etc, han permitido que los especialistas médicos comparen
sus precarias condiciones personales y de trabajo, con las de
sus colegas de otros países. Estas nuevas experiencias,
inciden en sus estados psicológicovivenciales; y por consiguiente
en sus proyecciones laborales.
—Un número creciente de profesionales de la Medicina,
se siente insatisfecho con el régimen y con el Sistema
de Salud del país. Ellos desean: libertad personal y laboral;
libre intercambio con el exterior; seleccionar la Especialidad
de su vocación, entre otras legítimas aspiraciones;
en síntesis, el respeto de sus derechos y de su dignificad
como seres humanos.
—En períodos más recientes se ha producido
una formación masiva y acelerada de profesionales de la
Medicina, con menores requerimientos en cuanto a expediente académico;
y sin tener muchas veces en cuenta la sagrada vocación,
tan trascendente en este sensible universo.
—Existe un deterioro generalizado y preocupante en el país,
de los valores espirituales, cívicos y morales, terrible
realidad de la que no pueden sustraerse los trabajadores sanitarios.
C3.- Algunas Características Actuales del Sistema
de Salud Cubano, demostrativas de su Gran Deterioro Evolutivo:
—Deplorable situación higiénico-ambiental.
Suministro de agua potable muy deficitario; y frecuente contaminación
del agua que recibe la población. Aguas albañales
y basuras diseminadas en las calles. Puedo afirmar que una aceptable
atención de salud, es absolutamente incompatible con las
pésimas condiciones higiénico-sanitarias que se
constatan en la totalidad de la isla.
—Al menos dos generaciones de cubanos hemos crecido con
importantes deficiencias nutricionales. El gobierno ha dilapidado
sumas millonarias de dinero en guerras ajenas, en acciones subversivas
internacionales, en campañas propagandísticas; y
al unísono, ha desatendido la alimentación del pueblo.
—La gestión administrativa en lo relativo a la adquisición
y distribución de los recursos imprescindibles, es ineficaz
y burocrática. Además, como consecuencia de la devastación
moral y de la menesterosidad de la población, los trabajadores
roban estos recursos en caso todas las instituciones; roban medicamentos,
instrumental médico, alimentos, medios para la higiene,
etc.
—Resulta alarmante el deterioro de los centros de salud:
la infraestructura en general, los inmuebles, el equipamiento,
el avituallamiento; a esto se adicionan, condiciones higiénico-epidemiológicas
tan precarias, que hay presencia de contaminación en algunas
instituciones médicas. La caótica situación
imperante determina que los enfermos, al ser hospitalizados, deben
llevar las sábanas, los alimentos; y en ocasiones el agua
que van a utilizar.
—Porcentajes elevados de los servicios de salud son de mala
calidad. En esto inciden, entre otros, factores tales como: deficiente
preparación de los profesionales, pues muchos se han formado
en los llamados Programas Emergentes (masivos y acelerados); cifras
altas de especialistas trabajando en el extranjero; desatención
y/ o incumplimiento de los Planes de Medicina Preventiva; no funcionamiento
de algunos centros de Atención Primaria, fundamentalmente
consultorios del Plan Médico de Familia; condiciones psicológicas
desfavorables y corrupción en el personal. Un sector de
los profesionales médicos mantiene la sensibilidad y la
ética; ellos luchan con coraje y abnegación para
tratar de brindar lo mejor a los pacientes. Otro sector, progresivamente
creciente, es irresponsable y corrupto.
—La corrupción se desarrolla y se extiende rápidamente
en este ámbito. Ha surgido y se fortalece, un sistema de
Medicina Privada clandestino, que involucra a médicos,
enfermeros, técnicos, etc. Se cobra en divisas, en productos,
en servicios; y en influencias. Se cobra todo: las consultas,
las prioridades para ingresar, los servicios estomatológicos
y ópticos, los exámenes complementarios, la rehabilitación,
las dietas médicas, etc. Esta modalidad ha sido denominada
aquí, como “cobro por debajo de la mesa”. Otro
indicador de corrupción muy lamentable, la venta de medicamentos
en el mercado negro, a precios abusivos y con riesgo para los
pacientes (pueden estar vencidos o adulterados), constituye un
lucrativo negocio ilícito.
—La discriminación en el universo de la Medicina
es insultante. Ya les hablé de los privilegios de los poderosos
con respecto al pueblo. Sin embargo, en mi opinión, una
de las mayores infamias cometidas por el gobierno que nos humilla,
es la discriminación de los enfermos cubanos en relación
con los extranjeros, dolorosa realidad que me llevó a tomar
la decisión de desvincularme definitivamente del régimen
en 1994. En tanto los cubanos deben conformarse con los ineficaces
servicios cuyas características ya expuse someramente;
los pacientes foráneos son atendidos en instituciones lujosas,
provistas de todos los recursos. Los medicamentos que no consigue
la población, están disponibles en las llamadas
“diplofarmarcias”, siempre que se paguen en divisas.
—Los planes supuestamente orientados a favor de la atención
de salud, están realmente en función de campañas
políticas.
—Las llamadas Misiones Internacionalistas, a las que ya
hice referencia, se han convertido en los últimos años,
en una exportación masiva de profesionales; en uno de los
recursos exportables más valioso y rentable del país.
Como dice un respetable colega: las Misiones Internacionalistas
son verdaderas “tratas” de médicos y otros
especialistas de la Medicina.
—La salud integral de los ciudadanos cubanos está
innegablemente deteriorada. El hábito de fumar se extiende
a niños y adolescentes. Se ha incrementado la incidencia
de enfermedades tan preocupantes como son:
las Infecciosas, las Carenciales, las de Transmisión Sexual,
las derivadas del Stress, las Mentales, los Suicidios; y de otras
como el Alcoholismo y la Drogadicción, que se
suponía serían eliminadas por un proceso político
que ha proclamado como prioridad, la creación del “hombre
nuevo”.
—Para concluir, destaco un elemento importantísimo,
e indiscutiblemente demostrativo de las actuales condiciones de
la Medicina en nuestro país: La opinión del pueblo
de Cuba sobre el Sistema de Salud, es mayoritariamente negativa.
A pesar de esta firme convicción, la población no
manifiesta su inconformidad mediante protestas públicas,
porque la población cubana creció y vive aterrorizada.
Para muchos, el concepto de gratuidad de los servicios de salud
constituye un mito, sólo un mito, engendrado y nutrido
por régimen. El ciudadano cubano promedio reconoce que
existe en nuestra Patria, un Sistema de Salud maltrecho e invadido
por la corrupción; y esta triste realidad genera desilusión,
angustia e inseguridad. El ciudadano promedio, que es muy pobre,
sabe que con divisas se resuelve todo; y valora tan degradante
discriminación, como una contradicción, como una
imperdonable traición de un gobierno que tanto critica
al capitalismo salvaje; y que, mintiendo, prometió
la igualdad para todos los cubanos. |