No
deje de ver el Video de Compay Segundo al comienzo del
Período Especial o Período de hambre, impuesto
por el gobierno cubano, período que aún
no a terminado para la inmensa mayoría de los cubanos.
Así fue como lo encontraron en los días
en que fue redescubierto. Condenado por el Gobierno cubano
al olvido, a la total marginación y depauperación,
pudo en el ocaso de su vida, gracias al capitalismo renacer
como el Ave Fenix.
El
cubano Compay Segundo (Máximo Francisco Repilado Muñoz)
era el trovador más viejo y famoso del mundo.
Francisco
Repilado, verdadero nombre de Compay Segundo, nació el
18 de noviembre de 1907 en Siboney, cerca de Santiago de Cuba,
en plena etapa de posguerra, Segundo vivió en un entorno
muy pobre. La música que se escuchaba en su mayoría
venía de Europa. De Cuba se iba imponiendo el danzón,
se escuchaban habaneras, guarachitas, congas y algunas rumbitas.
No faltaban las canciones trovadorescas, los boleros.
A los cinco años de edad, se trasladó con su familia
para la ciudad de Santiago de Cuba. Allí aprendió
el oficio de torcedor de tabacos y al mismo tiempo daba clases
de música con una jovencita que lo adentró en
los secretos del pentagrama. Noemí Toro, que así
se llamaba su joven maestra, le indicó el camino para
que tocara un instrumento; y el muchacho aquel, quetodavía
no era Compay ni Segundo, se decidió por el clarinete.
Tocando
ese instrumento hizo su primer viaje a La Habana en 1929, con
la Banda Municipal de Música, en ocasión de la
inauguración del Capitolio Nacional.
Compay
Segundo tenía el aroma seco y agradable de lo antiguo.
Heredó el saber hacer de los trovadores tradicionales
de Santiago de Cuba, cuna del son y del bolero. Poseía
la mirada de un joven en plena pubertad, pero con el saber estar
de lo pasado por la vida.
"Eran
tiempos muy románticos, saludábamos con el sombrero
a las señoritas, y si una te gustaba, le echabas el sombrero
al suelo. Si ella te correspondía, pisaba una parte del
ala del sombrero, el ala na'ma. Y cuando no te quería,
se acabó el sombrero. Yo transmito esa atmósfera,
que el público percibe y disfruta."
Muy
pronto Compay siente la llamada de la música y contacta
con "Ñico Saquito" en Santiago de Cuba, con
el que forma un quinteto, tocaban en las peñas, a cambio
de ñame con
bacalao (comida de trovadores), también cerdo asado con
plátanos fritos tostones y mucho ron cubano.
Luego,
en 1935, con el fabuloso guarachero Ñico Saquito y sus
Cuban Star, viajaría nuevamente a la capital cubana;
y esta fue para quedarse definitivamente.
Cuando
era un adolescente compuso ya su primera canción y fue
parte del Quinteto Cuban Stars de Ñico Saquito y del
Conjunto de Miguel Matamoros. Pero fue en el dúo "Los
compadres", en el que hacía de segunda voz junto
con Lorenzo Hierrezuelo, cuando comenzó a ser conocido
como Compay (compañero en el habla coloquial del oriente
de Cuba) Segundo.
Miguel
Matamoros, vecino de Compay en La Habana, era indio gallardo,
era el rey del son, por eso se une a su conjunto. A Benny Moré
un trovador ambulante de las calles y bares de La Habana Vieja,
se une con ellos. Con Lorenzo Hierrezuelo forma en 1938 el cuarteto
Hatuey, integrado también por Marcelino Guerra (Rapindey)
y Evelio Machín, hermano de Antonio, ese embajador de
la canción cubana en España.
Vino
después su primer viaje a México, donde se unió
a otro joven vecino de su región natal, Lorenzo Hierrezuelo,
con el que fundó en 1942 el Dúo Los Compadres.
Lorenzo era la voz prima, o sea, el Compay Primo; y Repilado,
la voz segunda, esto es el Compay
Segundo, con ese seudónimo quedó para siempre
marcada su existencia artística. Nadie lo conoce en el
mundo por otro nombre.
Integró
el sexteto Los Seis Ases, el Cuarteto Cubanacán, y fue
clarinetista de la Banda Municipal de Santiago de Cuba. En 1956
creo el grupo Compay Segundo, con el que trabajó hasta
su muerte. Intérprete del tres, guitarra y clarinete,
y también tocaba el armónico, un instrumento creado
por el mismo, mezcla del tres y la guitarra. La manera en que
hacía el son se ajustaba al modelo del de la zona oriental
de Cuba, al que incorporó en sus textos elementos de
actualidad. Fue un músico genuino representante de la
cubanía.
Compay
en ese dúo hacía de segunda voz y años
tuvo que esperar, miles de caminos recorrer, cantar en serenatas,
saraos y guateques
para, como dice él estar empezando, nunca terminando.
Trovadores
ha habido muchos, pero Compay era la leyenda viva. La trova
hasta 1992 no era acogida como algo cercano y familiar, pero
a partir de esta fecha comienza a crearse en España un
ambiente favorable para la trova y el son tradicional e invitan
a viejos y respetables músicos. Algunas discograficas
comienzan a reeditar colecciones de discos viejos de son.
Eso
genera gran curiosidad. Europa, envejecida y explotado de sonidos
eléctricos y electrónicos, decide echar una mirada
atrás, en busca de la música natural, original.
Compay
entra en el escenario en 1994 en un encuentro entre el son cubano
y el flamenco, que organiza la Diputación de Sevilla.
Pero no es hasta un año después, 1995, cuando
Santiago Auserón, Juan Perro para los amigos, edita la
antología de Compay Segundo. Y el boom se logra con el
Premio Grammy, con el disco Buena Vista Social Club, en 1997,
dentro de la categoría de música tradicional,
saltando a la fama, mundial que llevo a este trovador de más
de
90 años a tocar en los escenarios más exigentes.
Pero Compay sigue igual de sencillo. Precisamente es apreciado
por esa sencillez y naturalidad. Sigue cantando a todos los
cubanos, como lo hizo, en su juventud.
Compay
Segundo disfrutó de una segunda juventud a los 90 años,
junto a sus compañeros pasó por los escenarios
más importantes del mundo con "Buena Vista",
junto a figuras como Ibrahim Ferrer, Rubén González
Pero
con el triunfo en 1959 de la Revolución castrista, que
acaba con los cabarets de La Habana, Compay Segundo cae en un
olvido durante décadas, en las que se dedica a torcer
tabaco en una fábrica de La Habana.
En
los años ochenta volvió a la música y comenzó
a tocar para turistas en La Habana y a participar en algún
concierto en Estados Unidos y España. Pero fue "Buena
Vista Social Club" lo que le lanzó al estrellato,
al igual que a otros músicos olvidados.
Desde
1996 grabó nueve discos, entre ellos "Antología
de Compay Segundo", "Yo vengo aquí", "Calle
Salud", "Saludo Compay" y "Las flores de
la vida".
La
fama mundial le llegó en 1997, con su participación
en el álbum ganador de un Grammy "Buena Vista Social
Club" de Ry Cooder, pero Compay Segundo comenzó
su carrera musical ocho décadas antes.
Sus
sones, guarachas, boleros y canciones, de ricos matices caribeños.
Su voz, grave y redonda, acompañó a célebres
cantantes de fama mundial; y en su grupo, con sus muchachos,
fue capaz de poner a bailar a multitudes de todos los continentes.
Realizó giras por América Latina y Europa, particularmente
España,
donde grabó sus últimos discos. Entre sus obras
se encuentran Sarandonga; Chanchán; Saludos, Compay.
Su son Chan Chan es irresistible; y ha sido escuchado hasta
en el Vaticano. Por eso, y por muchas otras razones, Compay
Segundo fue símbolo y carta de identificación
para la música cubana. En 1998 participó activamente
en la grabación del disco Buena Vista Social Club que
alcanzó el Grammy de Musica.
El
músico Compay Segundo murió en su casa del barrio
de Miramar de La Habana a los 95 años. Compay sufría
de insuficiencias renales y desajuste agudo del metabolismo,
por esta razón había suspendido todos sus conciertos
en Cuba y en el extranjero.
Su
estado de salud era muy delicado desde hacía tiempo y
fue víctima de un paro cardíaco. La muerte del
cantante, que ocurrió a las 23,00 horas.