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| El Veraz. | San Juan, Puerto Rico |
Dictadura y Cultura
Por Alejandro Guevara Onofre

Lo común y corriente es que una dictadura extermine por completo a la Cultura, ejemplos sobran desde Alberto Fujimori hasta Pol Pot. Augusto Pinochet no apoyó a la cultura chilena por sus fuertes nexos con la izquierda, entre sus principales víctimas se encontró el folclorista Víctor Jara, quien fue asesinado brutalmente en el Estadio Nacional de Santiago en 1973.

Sin embargo existe otra corriente de dictadura que se enfrasca en auspiciar programas culturales con el fin de marcar diferencia con el clásico modelo de una dictadura anticultura: la Revolución Cubana.

A decir verdad, el régimen dictatorial de Fidel Castro no ha logrado superar a la época dorada de la cultura cubana, pese a la extensa ayuda soviética.

Por lo general se cree equivocadamente que lo mejor de la cultura de América y de las naciones del Tercer Mundo se concentra en el seno de la Revolución Cubana. Asimismo, se piensa que Cuba antes de la Revolución era un país totalmente desvinculado de la cultura.

Lo cierto es que la Revolución Cubana está muy lejos de ser un ejemplo cultural en el Tercer Mundo y con plena seguridad el pasado cultural de Cuba fue el mejor de toda su historia.

Al respecto, importantes compositores musicales se han inspirado en las melodías y ritmos de la música afrocubana :Louis Gottschalk (1829-69), George Gershwin (1898-37) y Aaron Copland (1900-90). El estadounidense Gershwin es autor de la genial obra Cuban overture. Durante una visita a la Isla, Copland se quedó maravillado por la riqueza de los bailes típicos, ritmos posteriormente adoptados por algunos músicos norteamericanos.

Entanto, en la década de los treinta, el músico español Xavier Cugat se convierte en uno de los principales admiradores de la música criolla.

Hasta 1960, Cuba recibió la visita de extraordinarios artistas y grupos musicales: Ignacy Pederewski ofreció diversos conciertos en 1917; Anna Pavlova se presentó en 1917 y 1919; Arthur Rubinstein viajó a La Habana en 1919; el tenor Enrique Carusso estuvo en 1920; Sergei Rachmaninov en 1922; y conciertos de Andrés Segovia y Pablo Casals en 1923.

La zona caribeña, crisol de razas europeas, asiáticas, africanas e indígenas, es un rico emporio de la cultura mundial. De esta región han surgido expresiones artísticas que han enriquecido la cultura del Mundo del Atlántico, como son la música, la danza, la pintura y la literatura.

Entanto, existen países caribeños que exhiben orgullosamente aportes directos a la cultura de la humanidad, a pesar de la pobreza y las escasas oportunidades.

La pequeña Jamaica es cuna del mundialmente reggae, un estilo musical que causó furor en Europa Occidental y Estados Unidos durante los años sesenta y setenta.

3.CUBA: IMPORTANTE TRADICION CULTURAL:

« ..el señor Lecuona es un joven, prodigioso técnico del piano y un incansable derrochador de melodías. Favorece la música moderna con su capacidad de ejecutante, interpretando la Rhapsody in blue de Gershwin, que nadie puede tocar como él, y producciones de Nin y Falla… », I.Morse Jones, Los Angeles Times, noviembre de 1931.

Antes de la llegada de la Revolución Cubana, el mayor orgullo de los cubanos era precisamente su riqueza cultural, desde la música y pintura hasta la danza y literatura, a pesar de la escasa población, reducido territorio y ausencia de apoyo internacional.

Cuando los reyes de España visitaron por primera vez la República Popular de China, en 1978, los anfitriones asiáticos ofrecieron un maravilloso banquete de lo mejor de la gastronomía cantonesa, pero durante la cena Don Juan Carlos de Borbón y Doña Sofía escuchaban fascinados como una orquesta de Beijing tocaba las melodías de la célebre La malagueña, aquella inolvidable pieza musical que hizo famosa a España en los cinco continentes.

Para sorpresa de los propios chinos y de los invitados, el autor de aquella música era el genial Ernesto Lecuona, el compositor y pianista nacido el 6 de agosto de 1895 en Guanabacoa, provincia de La Habana.

En el primer decenio del siglo XX, el compositor musical Eduardo Sánchez estrenó la obra Dolorosa, una de sus mejores creaciones musicales.

Considerado uno de los mejores talentos artísticos de Cuba, él es el padre de la famosa habanera Tú, sin lugar a dudas su máxima obra maestra que se extendió a lo largo y ancho de América Latina y Europa, especialmente España, donde tuvo el nombre de La Habanera de los repatriados. Durante esta época, Sánchez Fuentes produjo una vasta coleción de óperas, suites y ritmos tradicionales.

En 1911 el músico cubano Gonzalo Roig sorprende al mundo al componer la canción Quiéreme mucho, que rápidamente se transformó en el primer èxito internacional del género del bolero. Después de este suceso, el bolero inició toda una época de oro por América Latina, como Cuba y México como principales capitales. Entre sus máximos exponentes figuran los cantantes Agustín Lara, Benny Moré y Luis Miguel.

En este mismo año, murió Claudio José Domingo Brindis de Salas. Fue el primer latinoamericano que ganó prestigio como músico de categoría internacional, título que posteriormente lo ganarían el boliviano Jaime Laredo, la trinitaria Hazel Scott y el famoso chileno Claudio Arrau.

Su extraordinario talento encontró especial acogida en los círculos culturales de las monarquías europeas. Llamado «el Paganini negro », en honor a su raza y talento, Brindis de Salas dejo gratos recuerdos en Francia y Haití : destacó en el Conservatorio de París y fundó el Conservatorio de Puerto Príncipe. Aunque cubano de nacimiento, posteriormente adoptó la nacionalidad alemana al casarse con una bella dama germana.

En los años veinte y treinta, el compositor Amadeo Roldán logró resonantes éxitos internacionales producto de su trabajo de persecusión afrocubana como aporte en el concepto orquestal. En 1931, las composiciones de Roldán, como Rítmicas y Los tres toques, causaron grata impresión en París durante los conciertos internacionales de música sinfónica.

Otro importante compositor cubano fue Alejandro García Caturla, uno de los principales pioneros de la escuela de la música afrocubana en el marco de la música sinfónica, con interesantes piezas como La rumba, Tres danzas cubanas , Yamba-o y Suite cubana. Por otra parte destacó el talento de Joaquín Nin, entre los mejores pianistas de las Americas.

Maestro de Ernesto Lecuona en España, también tuvo una importante participación como compositor musical. Al igual que Roldán y Nin, fue el apogeo musical del compositor Eliseo Grenet, con justicia, uno de los máximos exponentes de la zarzuela, destacando su obra Virgen Morena, que obtuvo fama por muchos años en Madrid, Barcelona y Sevilla. Con el respaldo de Grenet y Gonzalo Roig, La Habana floreció como la segunda capital universal de la zarzuela. A partir de este momento, los cubanos Mario Bauza y Don Aspiazu se convierten en los principales representantes de la época de oro de las grandes orquestas de música latinoamericana de Nueva York.

En las décadas de los cuarenta y cincuenta, en Estados Unidos , Mario Bauza organizó una orquesta que mezcla los ritmos afrocubanos y el jazz norteamericano. En este mismo escenario, la Orquesta de Machito y sus Afrocubanos estrena el tema musical Tanga, obra pionera en el estilo latín jazz. En 1946, en mérito a sus grandes cualidades artísticas, el pianista cubano Jorge Bonet es nombrado director musical del cuartel estadounidense en Japón.Tres años después, el gobierno mexicano otorgó la orden Aguila Azteca al crítico teatral Marty Francois Baquer, la orden más alta que concede México.

Cinco años después, la pieza musical de Dámaso Pérez Mambo 8, causa furor alrededor de todo el planeta. El manbo es una mezcla de ritmos afrocubanos adaptado a la línea del jazz Bard.

En el campo de la pintura, Eduardo Abela expone sus obras en el Salón de Artistas Franceses de París, al lado de los mejores pintores del orbe. En 1930, los pintores Juan Emilio Hernández y Concepción Ferrant conquistaron los primeros lugares en el Premio Exposición de Sevilla, grata experiencia que lo vivió la artista Maria Capdevila en 1905.

Por la fuerte oposición de los artistas y músicos de no aceptar una cultura bajo la política de un gobierno dictatorial, la época de oro de la cultura cubana ha sido practicamente borrada por el régimen de Fidel Castro, por ello no sorprende mucho que injustamente se ignore los aportes a la cultura universal de Lydia Cabrera, Ernesto Lecuona, Joaquín Nin, Mario Bauza, Jorge Bonet, Don Aspiazu, Desi Arnaz y César Romero.

4.UNA GRAN MUJER:

Elogiada por intelectuales de la estatura de Carmen Conde, Federico García Lorca y Gabriela Mistral, la escritora cubana Lydia Cabrera partió al exilio defraudada por la ausencia de libertad artística en la Isla.

La antropóloga, investigadora y escritora Cabrera fue una de las primeras intelectuales que destacó la importancia de las raíces africanas de la cultura latinoamericana, especialmente en la región caribeña. "Los Cuentos negros de Lydia Cabrera constituyen una obra una obra única en nuestra literatura, logrando situar a la mitología antillana en la categoría de los valores universales », señalo cierta vez el novelista Alejo Carpentier.

En 1954 publicó El monte, obra que por razones políticas no tuvo el reconocimiento internacional que mereció: "El mejor libro cubano de todos los tiempos lo escribió una mujer: El monte, de Lydia Cabrera.

A este libro no le han hecho caso en ninguna parte, no porque esté escrito por una mujer, sino porque Lydia Cabrera está en el exilio desde 1960", sostuvo en los anos ochenta el escritor Guillermo Cabrera Infante. Con diversas obras como Yemayá Ochun, La laguna sagrada de San Joaquín, La Regla Kimbisa del San Cristo del buen viaje, Anafoniana, Los animales en la magia y el folclore de Cuba y La lengua sagrada de los nanigos, la escritora cubana se encuentra en la misma situación de la pintora mexicana Frida Kahlo antes de que el investigador estadounidense Hayden Herrera publicara su apasionante biografia Frida : A Biography of Frida Kahlo (1983).

El 18 de septiembre de 1991, Cabrera muere en los Estados Unidos, dejando el legado de una importante obra afrocubana como parte del orgullo nacional de la Isla.

5.ENTRE LOS PRIMEROS MUSICOS DEL MUNDO:

Admirado por Placido Domingo y Federico Fellini, el músico Lecuona fue uno de los extraordinarios talentos de la humanidad surgidos en el siglo XX. Se afirma que desde temprana edad recibió clases de piano y música bajo la dirección de su hermana Ernestina, una respetada pianista de la época.

Con un fino oído y una gran habilidad en el teclado, a los cinco años de edad causó admiración al ejecutar las obras para piano Las campanadas y Gigantes y cabezudos, lo cual le otorgó la categoría de prodigio musical en la sociedad cubana. En el Conservatorio Musical de La Habana, Lecuona se presenta como un gran proyecto musical en medio de elogios y aplausos de los especialistas.

Después de llevar estudios musicales en Madrid, el joven se especializa en la llamada música culta, pero no bandona la música de su país de origen. Asimismo de la mezcla de la música europea y cubana surgieron algunas de sus numerosas composiciones como la recordada Siempre en mi corazón y Noche azul.

También zarzuelas con sabor tropical, entre ellas María la O, Rosa la china, Lola Cruz, El batey, La tierra de venus, Nina Rita, El maizal, La plaza de la catedral y El cafetal.

Entre sus primeras composiciones famosas destacó la obra para piano La comparsa, estrenada en 1912, genuino trabajo musical que prácticamente se alzó como la partida de nacimiento y el justo reconocimiento internacional a la música afrocubana.

Posteriormente a su cargo de director de la Orquesta Filarmónica de La Habana, el músico criollo organizó Los Lecuona Boys, una orquesta que recorrió diversos países tocando música básicamente cubana. En 1929 el compositor estrenó en los Estados Unidos Siboney, otro gran paso en la internacionalización de la música antillana.

También compuso hermosas piezas para piano de estilo típicamente español como La malaguena y Andalucia. Asimismo en este género es importante resaltar la obra Rapsodia negra.

En tanto en honor a la Isla compuso los ritmos afrocubanos Para vigo me voy y Karabali. Sin embargo sorprendió al mundo al presentar Danza y Danza lucumi, composiciones netamente africanas. A decir de los especialistas, muy pocos compositores en el mundo se acerquen a la gigantesca y variada producción musical de Lecuona, que incluye títulos como Juventud, Es un golfo, Sin nombre, Como presiento, Aquella tarde, Sor Ines, La de Jesús María, A la antigua, Ahí viene el chino, Maracas, El zunzun y Damisela.

La llegada de la Revolución Cubana fue un golpe mortal para Lecuona, pues lo alejó para siempre de su patria, un dolor que llevó hasta el día de su muerte.

Como la mayoría de intelectuales y artistas más importantes de la Isla, rechazó ser miembro cultural de la propaganda política del régimen castrista. Al poco tiempo, el único artista anticastrista aceptado en el Bolshoi de la URSS, pasó al exilio en España, donde murió en 1963. Antes de morir, Lecuona solicitó de forma muy especial que sus restos sean enviados a Cuba solo el día en que no exista una dictadura.

6.EN EL SALON DE LA FAMA DEL CINE

A pesar de sus raíces españolas, el cineasta Nestor Almendros siempre considero a Cuba como su primera patria por ser la tierra que otorgo refugio a su familia cuando él apenas era un niño. Después de estudiar filosofia, letras y artes cinematográficas en la Universidad de La Habana, Almendros se inclinó por incursionar en el cine, conjuntamente con el novelista y cineasta Guillermo Cabrera Infante.

Al poco tiempo empezó a producir sus primeros cortometrajes. En los años cincuenta, su preucupación por organizar una industria cinematográfica cubana lo llevó a ser uno de los miembros fundadores del Instituto del Cine, y después, realizar el primer cineclub en la Isla. En los peores años de la dictadura Batista, Almendros partió hacia los Estados Unidos e Italia, donde perfeccionó sus estudios cinematográficos, especialmente en el Centro Spementale de Cinematografía de Roma, instituto que tuvo en sus aulas a Tomas Gutiérrez Alea, Fernando Birri, Gabriel García Márquez y Julio García Espinoza.

Al regresar a la Isla, el territorio cubano se encontraba bajo los primeros años de la Revolución Cubana, con una serie de amezas y persecuciones a los artistas e intelectuales no aliados al nuevo régimen dictatorial. En 1962 fue expulsado de la Isla por un documental que no se ajustaba a la política cultural de la revolución.

Sin embargo, su exilio en Francia fue el nacimiento de su internacionalización como cineasta: ganó mucha experiencia al trabajar al lado de Francois Trauffaut y Eric Rohmer, dos consagrados cineastas de Europa.

Pronto, figuró como director fotográfico en muchas películas de Barbet Schroeder, Roger Corman y Vicente Aranda. No hay duda que 1979 fue un año especial en la biografia profesional de aquel cubano-español que salió de la Isla por razones políticas, pues obtuvo el premio Oscar por su fotografía en la película Los días del cielo, del cineasta Terence Malik.

En los siguientes años recibió numerosos galardones y nominaciones por su trabajo fotográfico en algunas de las películas más populares de los Estados Unidos, tales como Sophie`s choice (Alan Pakula) y Kramer contra Kramer (Robert Benton).

Entre todas sus virtudes, Nestor destacó ampliamente por ser un hombre profundamente comprometido con el respeto de la democracia y los derechos humanos, un atípico ejemplo en el mosaico de artistas e intelectuales del Tercer Mundo que sutilmente olvidan la esencia totalitaria de la Revolución Cubana.

En 1988, realizó Nadie escucha, un documental sobre la realidad de los disidentes políticos cubanos, tal vez el trabajo más importante de una serie de documentales que realizó sobre el perfil dictatorial del régimen castrista. Como muy pocos artistas, durante su vida tuvo que soportar tres exilios, experiencia que con el paso del tiempo se transformó en una pasión por la democracia.

7.EL ORGULLO DE LA ISLA:

En 1965 el escritor Guillermo Cabrera Infante pasó a formar parte del grupo de artistas e intelectuales de Cuba en el exilio. En este año ganó el Premio Biblioteca Breve Editorial Seix Barral. Posteriormente naturalizado británico, en 1967 Cabrera Infante publicó Tres tristes tigres, su máxima obra que lo llevó a la fama internacional.

Dos años más tarde es el guionista oficial del filme Carrera contra el destino, una película que nació en Hollywood bajo la producción de la 20th Century Fox. En los años setenta publicó las obras : Vista del amanecer el trópico (1974), O (1975), Exorcismo de esti(l)o (1976), Arcadia todas las noches (1978) y La Habana para un infante difunto (1979).

En 1997 el escritor y cineasta cubano-británico obtuvo el prestigioso Premio Miguel Cervantes Saavedra, el mayor galardón que concede las letras de Iberoamérica.

A partir de los últimos anos del decenio de los noventa, su nombre figuró en la lista de candidatos favoritos al Premio Nobel de Literatura, un hecho que se presenta por primera vez en las letras de la Isla. En el 2005 murió el famoso escritor.

8.LA DESERCION DEL COMPAÑERO DE ALICIA :

Durante un compromiso artístico por Italia, en octubre de 1992, el famoso bailarín cubano Jorge Esquivel, emblema de la cultura de la Revolución, causó sorpresa al mundo al recibir asilo político. Muchos no entendieron como un hijo privilegiado por la Revolución Castrista abandonaba la Isla en el peor momento de su historia.

A principios del decenio de los sesenta, Alicia Alonso descubrió en el niño Jorge Esquivel a un magnífico proyecto para el ballet cubano. No pasó mucho tiempo hasta que el joven ingresó al Ballet Nacional de Cuba, donde descolló como la segunda figura más importante en las giras internacionales por el Mundo Soviético y algunos países de Europa Occidental.

Sin embargo, su consagración entre los seis bailarines más completos sobre la Tierra llegó cuando fue electo partenaire de Alicia Alonso, pareja artística que se alzó como el cerebro central de la fama internacional del Ballet Nacional de Cuba.

El ciclo Esquivel-Alonso, causó mucha impresión en el público y especialistas del ballet del exterior por interpretar con singular arte el Pas de Deux del segundo acto de Giselle y el adagio del segundo acto de El lago de los cisnes, dos de las mejores obras del ballet universal.

Como bailarín individual, Esquivel fue invitado de honor en diversas compañias artísticas: Ballet de la Scala de Milán (Italia), el American Ballet Theatre de Nueva York, la Òpera de Budapest (Hungría), el Ballet Bolshoi de Moscú y Les Grands Canadiens.

En tanto, su estatura profesional fue destacada por la prensa especializada en la prensa estadounidense y británica, incluyendo comentarios interesantes en el Herald Tribune, New York Times y el Financial Times de Londres. En 1982

Durante el VIII Festival Internacional de Ballet de La Habana, ingresó como coreógrafo de la obra Espiralia. "Para mi es de gran importancia este festival, fundamentalmente porque está dedicado a las coreografías latinoamericanas: las hay de Brasil, la Argentina, México, Chile…Además, por la importancia cultural y política que tiene. Se esta haciendo un esfuerzo extraordinario para llevar mucha organización trabajo, no sólo de los bailarines, sino también de todos los compañeros ».

En los últimos años de los ochenta, el bailarín cubano se dedicó a experimentar otras formas de danzas, tanto dentro del Ballet de Camaguey, como en si trabajo individual con el músico Leo Brouwer.

Después del exilio de diversos artistas e intelectuales y del fallecimiento de figuras aliadas, el escritor Carpentier y el poeta Guillen, el bailarín y coreógrafo Esquivel se convirtió en una de las dos personalidades de renombre internacioanl de la Revolución Cubana.

Sin embargo, en 1992 el exilio político de Esquivel presentó la cruda realidad del fracaso del desarrollo de la político de la intolerencia artística del gobierno cubano, pues no se trataba de una figura cultural de la época prerrevolucionaria como el pianista y compositor Ernesto Lecuona o escritores que elevaron su prestigio internacional en la primera década de la Revolución Cubana como Guillermo Cabrera Infante y Severo Sarduy, sino en el primer y único artista de tono internacional que nació bajo la sombra tropical de los maratónicos discursos antiestadounidenses de Fidel Castro Ruz.

9.DERECHOS HUMANOS Y CULTURA CASTRISTA:

En la mayoría de los casos la intolerancia de las tiranías hacia los escritores se transforma en claros ejemplos de irracionalidad, tal fue el caso de Salman Rushdie, el escritor angloindio autor de los Versos Satánicos.

Antes de finalizar los años ochenta, la teocracia gubernamental de Irán condeno a muerte al novelista por supuestamente blasfemar a la religión musulmana en su obra Versos Satánicos. Como ciudadano británico, el gobierno de Margaret Thatcher le otorgó la seguridad apropiada. "Puede ser una ironía en un Estado auoritario, donde uno le debe lealtad al régimen, pero no lo es en un democracia auténtica", respondió Rushdie al ser interrogado sobre su condición de ciudadano protegido del Reino Unido.

De hecho, una gran cantidad de escritores son asesinados o forzados al exilio sobre todo en sociedades con grupos terroristas y gobiernos tiránicos sin fuertes presiones internacionales por el respeto de los derechos humanos, tal como ocurre en Argelia, Myanmar, Bangladesh y Cuba.

Tal vez una de las historias más drámaticas de la supervivencia y lucha de un escritor opositor dentro del marco de una tiranía se encuentre en la vida y obra del singular novelista cubano Reinaldo Arenas, autor de Celestino antes del alba (1967), El mundo alucinante (1969) y El palacio de las blanquísimas mofetas (1980).

Por su condición homosexual y como tenaz opositor al régimen de Fidel Castro, el ex revolucionario nacido en Holguin, pasó dos años en la prisión de El Morro, uno de los antiguos campos de concentración del régimen totalitario. Con anterioridad a los años setenta, el gobierno cubano prohibió los derechos de autor, lo cual perjudicó económica y moralmente al escritor ganador del Premio de la Novela Extranjera de Francia. "En realidad no he tenido ningún derecho. En Cuba yo tenía muy pocos derechos o ninguno puesto que los dechos los tiene el Estado y el Estado es una persona.

Dentro de esta persecusión de todos los intelectuales, el escritor es el peor enemigo. Se prohíben los derechos de autor. Era un delito que se hiciese un contrato, un delito penado por la ley. Qué ocurre entonces? Que aunque hay veintiuna ediciones de mis libros, no he ganado ni un centavo ».

Borrado de la intelectualidad cubana por su no disimulado desprecio a la ausencia de libertad política y a los derechos sexuales en la Revolución Cubana, en 1980 Arenas fue expulsado de la Isla a través del puente de barcos de refugiados de Mariel.

Durante su exilio en Miami, escribió sin parar en tajante respuesta a los años que perdió como novelista mutilado por el gobierno dictatorial. Muchas de sus obras reflejan su pasado en la Isla, destacando como testimonios de la realidad de la Revolución Cubana: Otra vez el mar (1982), La loma del ángel (1987), El portero (1988) y Viaje a La Habana (1990). En vísperas de su muerte, víctima del Sida, publicó su famosa autobiografía titulada Antes que caiga la noche, una novela que refleja su vida en la dictadura castrista y su lucha por sobrevivir como exiliado político en tierras estadounidenses. La vida y obra de Arenas fue llevada al cine bajo el título de su última novela, aunque se combinan pasajes de otras novelas como El mundo alucinante y El color del verano. « Creo que es la voz de muchos cubanos a quienes no hemos oído, una voz ultrajada llena de humor que ha convertido el sufrimiento en extraordinaria belleza.

De una vida de dificultades surgió una de las voces con más talento de Latinoamérica. Su extraordinario talento lo convirtió en una de las mayores espinas para el régimen de Fidel Castro", o pino el cineasta Julian Schnabel, responsable de la película Antes que caiga la noche (2001).

10. SOLO VIEJAS FIGURAS:

A pesar del enorme apoyo y los no disimulados gastos millonarios en la cultura, la Revolución Cubana prácticamente ha congelado las conquistas y la reputación internacional de la cultura cubana a tal punto de convertirla en un instrumento preferido de su propaganda política hacia las naciones del Tercer Mundo.

Con la excepción de figuras ya consagradas antes de 1959, como Wilfredo Lam, Alicia Martínez del Hoyo (Alicia Alonso), Alejo Carpentier, Francisco Repilado (Compay Segundo) y Dulce Loynaz, la Revolución Cubana es un campo infértil en la producción de artistas de talla internacional, salvo algunas contadas figuras como Pablo Milanes.

En el período 1924-38, el pintor Wilfredo Lam se traslado a Espana con la meta de perfeccionar su vocación artística en un país cuna de grandes pintores como Pablo Picasso, Francisco Goya y Joan Miro. Sin embargo, en 1938 optó por buscar nuevos horizontes en Francia. En París, Lam se codeará con los mejores pintores del momento: André Breton, Tristan Tzara y Pablo Picasso.Más tarde, Picasso le daría todo su respaldo:

"Nunca me equivoqué contigo. Eres un pintor, un verdadero pintor, por eso te dije la primera vez que nos vimos que me recordabas a otro hombre : a mi », sentenció cierta vez el maestro espanol. Décadas después, Lam diría lo siguiente : « Espana fue mi casa, mi baluarte, mi castillo, donde me posesioné de mis armas de combate". En este mismo ano, Picasso y el pintor cubano expusieron en la Pearls Gallery de Nueva York.

A partir de los sesenta, el pintor Lam se convierte en uno de los principales aliados de la Revolución Cubana. Desde entonces el gobierno de Fidel Castro elevará hasta lo más alto la figura del pintor de origen espanol con el propósito de convertirlo en un icono de la Revolución.

11.ALICIA ALONSO: ETERNA ALIADA CASTRISTA

En los primeros decenios del siglo XX, nace la figura de la bailarina Alicia Alonso. En la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana, la niña Alicia Martínez del Hoyo, más tarde conocida mundialmente como Alicia Alonso, inicia sus primeros contactos con la danza moderna. Posteriormente, se traslada a los Estados Unidos donde prosigue sus estudios artísticos con extraordinarios maestros, incluyendo Enrico Zanfretta. En 1939 fue invitada a participar en el American Ballet Caravan a raíz de sus impresionantes presentaciones en Broadway.

A inicios de los años cuarenta se consagra en el American Ballet Theatre de Nueva York al interpretar con singular éxito a Giselle. Al poco tiempo se presenta con la categoría de "Prima ballerina" en los escenarios más exigentes de América y Europa, dejando comentarios positivos por su interpretación de importantes obras del repertorio romántico y clásico

A finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, en La Habana funda el Ballet Alicia Alonso y la Escuela Oficial de Ballet Alicia Alonso, una de las primeras instituciones de su género en América Latina.

En los siguientes años se incorpora al Ballet Ruso de Montecarlo. Aún cuando se persiguió a muchos artistas e intelectuales , la bailarina Alonso se convierte en una de las primeras figuras artísticas que reconoce a la Revolución Cubana. Gran aliada de la dictadura castrista, su reconocido arte internacional ha logrado apaciguar las críticas contra el régimen castrista, especialmente a partir de los años setenta. En 1961, ella estrenó el ballet Primera cojugación, una obra dedicada a exaltar la figura del revolucionario Ernesto Che Guevara. Nueve años más tarde, durante el marco del VII Festival Internacional de Ballet de La Habana, presentó el ballet Misión Korad, un homenaje a la misión espacial URSS-Cuba, donde destacó el cosmonauta caribeno Arnaldo Tamayo. Galardonada con títulos como la Orden Àguila Azteca (México), Medalla de Oro del Gran Teatro del Liceo de Barcelona (Espana), Premio Anna Pavlova Universal Danza de París (Francia), Orden del Trabajo de Vietnam y Orden Blasco Nunez de Balboa de Panamá, su nombre presenta a Cuba como el paraiso cultural del Tercer Mundo, donde florece la cultura como un bien para todos, sin distinción de razas, política y religión, olvidando los casos del exilio de Guillermo Cabrera Infante, Celia Cruz, Enrique Labraer Ruiz, Orlando Contreras, Reinaldo Arenas, Gumersindo Barea y García, Juan José Sicre, Marty Francois Baquer y Gastón Baquero.

12.CARPENTIER Y SU PASION CASTRISTA :

No hay duda que las cuatro mejores obras de Alejo Carpentier nacieron antes de la Revolución Cubana : La música en Cuba, El reino de este mundo, Los pasos perdidos y El siglo de las luces. La primera obra es un libro completo sobre la música afrocubana, que llevó más de cinco años de investigación (1940-46). El reino de este mundo es un encuentro con las primeras páginas de la historia haitiana, libro que nació justamente después de una visita del matrimonio Carpentier a la ex colonia francesa.

Su tercera obra se inspiró en la selva amazónica venezolana. El siglo de las luces recoge la historia de la Revolución Francesa. Desde 1960, Carpentier pasa a formar parte del grupo de artistas e intelectuales que reconocen a la Revolución Cubana. Durante los primeros años de la Revolución, recibió diversos cargos como vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y director ejecutivo de la Editora nacional de Cuba.

Su fama internacional como escritor favorece a la cultura revolucionaria. En 1962 Carpentier finalizó su extensa obra El siglo de las luces. En los siguientes años publicó Tientos y diferencias (1965), El derecho de asilo (1972), El recurso del método y concierto barroco (1974), La consagración de la primavera (1977) y El arpa y la sombra (1979). En 1978 recibió el Premio Literario Cervantes Saavedra.

13.LIMITADOS RESULTADOS :

A diferencia del deporte cubano, el gobierno socialista de Castro no encuentra la fórmula para descubrir talentos que ocupen el sitial de la bailarina Alonso, por ejemplo. A estas alturas, Cuba no posee un Wolle Soyinka, un Fernando Botero o actrices de la talla de la brasileña Gloria Pires.

Aunque los logros culturales son efímeros, la Revolución Cubana aprovecha al máximo el poco talento artístico para llevar a cabo una agresiva propaganda cultural, donde se expone y se autoafirma, bajo el sello de Fidel Castro y Armando Hart, que los artistas de la Cuba Socialista

son los « mejores del planeta ». A decir verdad, la poca humildad de la Revolución Cubana se reduce a vivir de las hazanas pasadas de Alicia Alonso y Wilfredo Lam, importantes aliados de la familia Castro.

La literatura de la Revolución Cubana no registra en los últimos cuarenta anos ningún escritor talentoso de proyección internacional, una realidad que jamás imaginaron Alejo Carpentier o Julio Cortazar, eternos aliados de la Cuba castrista.

La mayoría de poetas o novelistas castristas pierden su esencia intelectual por el excesivo culto que rinden a la Revolución Cubana : Manuel Pereira (El comandante veneno), José Soler Puig (El sol a plomo), Manuel Cotino (La última mujer y el proximo combate), Miguel Cossio (Sacchario), Joaquín Santana (Nocturno de la bestia), Ezequiel Vieta (Vivir en Candonga), Jaime Sarusky (La búsqueda), Lisandro Otero (La situación), Dora Alonso (Tierra inerme) y Luis Armando Blanco (Ciudad rebelde). Hasta 1990 la lealtad de estos escritores con el socialismo fue sin lugar a dudas una de las más fuertes dentro del Mundo Soviético.


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