Nota
del editor: Sin duda alguna, debe de haber justicia,
no venganzas.
Justicia si y con plenas garantías judiciales y
con poderes judiciales independientes al Estado.
La
Cuba liberada no se puede comportar jamás como
la aberración que triunfó en el 1959.
Lo primero que hay que hacer, es eliminar incondicionalmente
la pena de muerte del código penal, esto
de por si ya sería, la primera garantía
de la justicia correcta. Demostraria con esto
honestamente, en principio, que el nuevo gobierno no actuará
igual al nefasto gobierno Castrista.
Pero
definitivamente esa Cuba liberada, no puede aceptar
el borrón y cuenta nueva, este proceso
que debe darse en algún momento después
de la liberación, cuando ya exista un sólido
y verdadero Estado de Derecho, debe
de realizarse por el bien de nuestro país, para
que nunca más se repita.
Y
este proceso no puede convertirse en circos romanos,
no se puede basar en oportunismo ni revanchismos, no se
pueden basar en falsas acusaciones como en el año
1959, que costó tantas victimas al pueblo cubano.
El Estado de Derecho debe garantizar leyes penales que
castiguen severamente la falsa acusación, difamación
y el perjurio.
Tiene
que tener la participación de Organismos Internacionales,
así como de la prensa independiente, nacional e
internacional, que velen por la aplicación
correcta del Estado de Derecho y las garantías
judiciales internacionalmente aceptadas y apoyadas.
Por
el bien futuro de nuestro país no puede existir
impunidad. Nadie puede alardear del mal que hizo
y que no pase nada.
En
Cuba se sabe quienes son los malos, quienes dieron
las ordenes, quienes fueron los fiscales que pidieron
la pena de muerte, quienes, recibiendo ordenes de arriba,
hicieron sufrir a muchas personas largas condenas de carcel,
quienes participaron en los atropellos a la población,
quienes formaron parte como Dirigentes en la destrucción
del patrimonio nacional, quienes robaron,
se lucraron con el dolor y la pobresa del pueblo cubano,
quienes formaron parte de la
nómina del MININT, los crimenes que hicieron, quienes
eran chivatos o informantes. Todo eso se sabrá.
Pero
incluso no todos dentro de ese organismo actuaron
criminalmente.
Muchos casos de personas que estaban siendo investigadas
y que fueron avisados secretamente por miembros del Ministerio
del Interior, a riezgo de su propia vida y libertad...
de lo que se tramaba en contra de ellas.
Hubo
casos, dentro de ese organismo que actuaron con dignidad
y justicia, pero desafortunadamente no fue la
regla general.
Muchos
que ocupaban cargos en los CDR, que limpiaron el expediente
de una persona marcada por el gobierno en la cuadra, cuando
se le iba a investigar, para salir del país por
motivos de trabajo, para entonces poder irse y desertar.
Y
aquí esta el por qué planteo que la Cuba
liberada, no se puede comportar como la involucion que
triunfo en el 1959, donde fueron juzgados y encarcelados
como Batistianos… personas inocentes, por solo trabajar
para el gobierno de aquel entonces.
Pero
desafortunadamente los CDR, al igual que el Ministerio
del Interior, no serán recordados, por las buenas
acciones, sino por la chivateria, la persecucion de la
población y son responsables máximos
de subyugar al pueblo cubano.
Naturalmente
se debe investigar con presunción de inocencia
a todos por igual, desde el Chivato de esquina, hasta
los altos dirigentes del país, incluso hasta los
que ocuparon altos puestos y que supuestamente formaron
parte conciente de la destrucción que es Cuba.
La culpabilidad de antemano, no puede darse por sentada.
No
estamos hablando de criminalizar a personas que pudieron
ser de la juventud, del Partido, de las Fuerzas Armadas
o cualquier Ministerio, porque sabemos que el único
patrón y dueño de todos los puestos de trabajo
que hay en Cuba, es el gobierno cubano y como tal a la
población, no le quedó mas remedio que trabajar
en esos organismos.
No,
muchas personas que trabajaban en esos organismos o militaban
en esas organizaciones, que nunca se prestaron
para hacerle mal a nadie, que tuvieron la decensia elemental
para no desgraciarle la vida a ninguna persona.
Y
es necesario tener claridad en esto.
Hablamos
de personas, que dentro de cualquier Ministerio del país
actuaron a conciencia del mal que estaban haciendo
y jugaron un papel activo y son responsables en subyugar
al pueblo cubano.
A
esto que dice el señor Carlos Paya: La
dictadura cubana ha funcionado porque ha conseguido hacer
un engranaje donde la gente era simultáneamente
víctima y verdugo del que tenía al lado.
Muy pocos se negaron a hacer el juego y lo pagaron caro.
Esto
es una gran falsedad, esto es tratar de repartir
culpabilidad y es tratar de confundir, para no
juzgar a los verdaderos culpables.
Fueron
muchos los que se prestaron para hacer el juego, de chantajear,
reprimir, chivatear, de hacerle mal al prójimo,
pero no la inmensa mayoría del pueblo cubano.
Con
solo poner un ejemplo, el hecho que usted vea a un millón
de cubanos en la Plaza de la Revolución, que ya
sabemos de sobra como se realizan y el chantaje llevado
a cabo para que las personas participen, no obstante suponiendo,
que no es asi, que asisten por convinción...
ese millón de Cubanos, no representan el sentir
de todo un pueblo y mucho menos su forma de pensar y actuar.
Por
otra parte, las turbas, no son pueblo y eso hasta el difunto
comunista y marxista Vladimir Ilish Lenin lo expresó
en muchas de sus obras, cuando dijo: Esas personas
no son pueblos, son turbas, lo peor de la sociedad.
Osea hay que tener bien en claro, quién
es turba y quién es pueblo.
Muchos
por miedo no hicieron nada, pero eso no los convierte
ni en victimarios ni culpables de chivaterias, atropellos
o abusos al prójimo.
A
pesar del miedo, la inmensa mayoría se negó
a participar en los mítines de repudio y las golpizas
cuando el Mariel, la inmensa mayoría se negaron
a participar en los atropellos de las Brigadas de Respuesta
Rápida.
Que
no hicieron nada por evitarlo, por miedo, por represión?
Es verdad, pero esto no los hace criminales, sino
sufridas victimas también de la mal llamada revolución..
Voy
mas allá y voy a poner varios ejemplos, también
hay que investigar con presunción de inocencia,
a esos precisamente, que en Miami o cualquier parte del
mundo, fueron victimarios, los que se encuentran en el
exilio desde el mismo 1959 y los que llegaron mucho despues...
hasta la actualidad, que supuestamente dieron ordenes
de fusilamientos, los que formaron parte conciente de
las turbas que reprimieron cuando el Mariel, los que formaron
parte de los grupos de acción rápida, los
que fueron miembros criminales y victimarios del Ministerio
del Interior, así como de las fuerzas represivas
y del poder estatal, todo aquel que ayudó
a subyugar al pueblo cubano.
En
una Cuba liberada y democrática, si se demuestra
que son realmente culpables, deben ser extraditados
y juzgados también con plenas garantías
judiciales.
¿Cuántos
pueden ser juzgados realmente en una Cuba liberada por
estos crímenes, donde quiera que se encuentren?
¿Cuántos
estarían obligados a pagar indemnización
con sus bienes presentes y futuros?
¿Cuántos
cumplirían cárcel si realmente se demuestra
que son culpables?
¿Cuántas
familias de estos victimarios ya fallecidos, tendrán
que indemnizar a las victimas y sus familiares... con
sus bienes presentes y futuros?
¿A
cuantas familias cercanas al Poder Castrista se le deben
confiscar todos los bienes y todas las cuentas en el extranjero,
para resarcir a las victimas y al patrimonio nacional?
Una
simple cuenta de bodeguero nos dice que, 600 mil
cubanos cercanos al poder gozan y gozaron de todo el país,
mientras la inmensa mayoria vive como cerdos.
Suponiendo
que esta cifra llegue al millón…
vale la pena no hacer borrón y cuenta nueva por
el bien y el futuro de la inmensa mayoría del pueblo
cubano.