Por Oswaldo Yañez.
Ciudad de La Habana

La maquinaria mediática del régimen castrista, a pesar de tener que hacerlo de grado o por la fuerza, ha iniciado una campaña para tratar de engañar de nuevo a propios y extraños, pretenden presentar al hermanísimo como un irrestricto dialogante que busca mejorar la situación del pueblo que dice defender; la falacia es intolerable.

No por vieja, esta estrategia castrista, resulta indignante sino porque juega con lo que más me importa, el bienestar del pueblo cubano. Mi incredulidad, ante las posiciones de los gobernantes mejicanos, españoles y algunos europeos, es supina; resulta deleznable que todavía haya quien crea que el desgobierno cubano busca el beneficio del pueblo, si no les ha preocupado en diez lustros como piensan que puede empezar a ocuparse del mismo ahora. Un sabio dijo hace tiempo que en la vejez uno no hace sino repetirse y ahora comprobamos en nuestras propias carnes lo atinado de la observación.

Los dos únicos objetivos que tiene el Dos son que sea aceptado como sucesor en la comunidad internacional y perpetuar la dictadura revolucionaria al menos hasta su deceso, después, nada le importa.

La campaña de lavado de imagen del hermanísimo se desarrolla internacionalmente y se ha dado un paso más de la mano de los comunistas italianos que distribuirán el diario "granma" (grandrama) una vez al mes como publicación aneja a la revista "La Rinascita della sinistra", del PDCI. No les quepa duda de que se publicará solo lo que interese y que un enviado especial se encargará de supervisar las galeradas de la publicación.

Las primeras ocho hojas de "Granma-Italia", estarán dedicadas a la figura de Ernesto Guevara, por el 40 aniversario de su muerte; un comienzo adecuado a la moral revolucionaria, la loa del mayor asesino en serie de mis compatriotas. Maurizio Musolino, nombrado como director de la revista, quiere que la versión italiana contenga menos propaganda, esté menos dedicada a asociaciones y militantes y se concentre en el análisis de las transformaciones en Cuba; este indocumentado italiano que cree literalmente todas las mentiras revolucionarias, será el puntal de la dictadura para intentar el reconocimiento internacional del Dos como sucesor del tirano en jefe, solo un amoral o alguien bajo objeto de chantaje se brindaría a esta tarea.

Nadie más que un orate puede pensar que la nomenclatura castrista y el generalato están dispuestos a perder sus privilegios sin hacer nada para conservarlos. El falso debate que se esta publicitando sirve únicamente para saber posicionar a las personas e identificar al enemigo.

El enemigo es todo aquel que propugne el cambio del sistema y será reprimido a conciencia. Si la voluntad del Dos fuera el cambio habría ordenado poner en libertad a los presos políticos y de conciencia para congraciarse con la comunidad internacional, lejos de rectificar, sigue torturándolos en los penales y ni siquiera acepta que los más enfermos vayan fuera del país para ser tratados de sus dolencias. Ya no recuerdan a Miguel Tamayo, es que acaso desconocen la situación de Normando; son solo dos ejemplos ilustrativos, ni son los únicos, ni los últimos casos del atropello absoluto de todos los derechos humanos que comete a diario la dictadura castrista.

Absolutamente todos los parches que los peones de Raúl Castro intenten ponerle al sistema revolucionario están condenados al fracaso, es el sistema lo que hace inviable que el pueblo cubano recupere su bienestar.

Si hay algo comúnmente aceptado en Cuba es que algunas normativas son tan disparatadas que nadie las puede cumplir, todos pensaban que eran patrimonio exclusivo del Uno pero se han dado cuenta de que el Dos pretende superarle.

Algún miembro cercano a la camarilla del hermanísimo ha recibido órdenes de difundir algunos falsos rumores sobre medidas que se avecinan para contribuir a mejorar la imagen del mismo como el futuro artífice de cambios en el sistema, todos son tan falsos como los que les precedieron.

Creen ustedes que los generales de la Corporación Gaesa van a aceptar que los cubanos puedan tener entrada a los hoteles, nunca… por muchos motivos.

Mantener la seguridad en los mismos se convertiría en una pesadilla y eso va directo a su jabita, pero directo a la de sus amantes va el asunto de la mordida de los custodios.

Todos los turistas que han intentado entrar con compañía femenina o masculina, oriunda de la Isla, han tenido que sobornar a los custodios de la entrada, a los encargados de la carpeta e incluso a los policías de uniforme, llegado el caso. Este es un negocio paralelo al turismo que fuera de lo que muchos piensan está perfectamente organizado y cuyos beneficios sirven para mantener el nivel de vida de la mayoría de los dirigentes de las empresas hoteleras.

Piensen que en un hotel de 100 habitaciones suele ocurrir este caso en al menos la mitad y que la cuota revolucionaria por olvidar la normativa en vigor ronda los 50 chavitos, multipliquen por el número de pernoctaciones anuales, que suelen ser menores de los reales y se darán cuenta que, si consideramos que en el año 2004 se declararon 12 millones de pernoctaciones y aplicándole el 50 % de turistas que optaron por tener compañía, cifra que según mis informes es mucho más alta en la actualidad, nos resultara que al menos 300 millones de chavitos se han quedado en manos de los gestores, custodios y policías revolucionarios, solo en el año citado; acaso se puede creer que estas personas van a consentir que el Dos les hurte este cake, en el que él, a buen seguro, también pincha como máximo jefe del MININT; no se lo permitirán y menos sabiendo que los que ordenan y mandan en el sector están todos armados.

Este asunto nos permite ver el porque ha sido hasta la fecha un imposible el plantear cambios en el sistema, los castristas no están dispuestos a perder sus prebendas y el pueblo vive amordazado, desinformado y temeroso de las consecuencias si osa elevar su protesta ante su insostenible situación, a pesar de todo la disidencia gana terreno y cada nuevo atropello es cada vez menos aceptado por el resto del pueblo, solo los desesperados los apoyan ya.