Jorge
Felix
Editor del Semanario ¨El Veraz¨
Escuchar
a Orlando Contreras, es volver a nuestra bella e inolvidable Cuba.
Es
sentir el olor de los pueblos de nuestra isla, el olor a fruta
tropical, a Caimito, Mango, Piña, como también a
Ron.
Es
bailar en un solo mosaico, con el amor que te enloquece, es el
abrazo, el beso ardiente, apasionado y todo eso, con un trago
de Ron en la mano, sin emborracharse, entre el mareo y el disfrute,
sin perder la noción, ni hacer el ridiculo. Es estar sabroso,
como se dice en el buen cubano. Pero ante todo y por encima de
todo es, el amor y el desamor.
Las diferentes biografias que he consultado cuentan que Orlando
González Soto, más
conocido como Orlando Contreras, nació en Cuba en el año
1930.
Con
solo 14 años, comienza su meteórica y exitosa carrera
en el año 1944, cantando música popular en el Conjunto
“Kalamazoo”.
Contreras
comenzó cantando Sones y Guararacha, pero su fuerte desde
el principio fue el bolero, hasta el punto , segun cuentan sus
biografos, de hacerlo merecedor de los apelativos “La Voz
Romántica de Cuba” y “El jefe del despecho”.
Cuando
tenía veinte años cantó con el Trío
de Atry Valdés y a los veintidós se vinculó
a la Orquesta Típica Cubana de Neno González.
Durante
el mismo período integró también El Conjunto
Casino del maestro Roberto Espi, en La Habana y después
con el conjunto Musicuba.
Su
inconfundible estilo comenzó a imponerse cuando grabó
sus primeros éxitos: “La Serpiente”, “Amigo
de Qué” y “Vendo unos Ojos Negros”.
Pero
Contreras comenzó su carrera como solista en 1957 realizando
presentaciones en grandes festivales bailables y programas en
Radio Progreso y en diferentes lugares de La Habana y de toda
Cuba.
Alternó
con grandes músicos y cantantes, entre los que se cuentan
Benny More, Orlando Vallejo, Fernando Álvarez, el boricua
Daniel Santos y muchos de los cantantes de La Sonora Matancera.
En
1961, a los 31 años de edad, sus grabaciones ya lo habían
ubicado en los primeros lugares de sintonía, y sus canciones
ya se conocían en España y Latinoamérica.
Según
sus biografos, en 1965 Contreras escapa de Cuba con destino a
Miami, en una de las tantas embarcaciones rústicas, en
las que se han aventurado miles de cubanos desde 1960 con el propósito
de escapar del Castrismo.
A
partir de esa fecha, fue prohibido por el Gobierno de Castro por
más de 4 décadas, en las emisoras de Radio y Televisión
de Cuba, privando a generaciones de cubanos del talento de Orlando
Contreras.
Para
el Gobierno cubano era incomprensible e imperdonable, que un negro
se fuera del país, si según ellos, la mal llamada
revolución se había hecho ¨para los
negros y para los humildes¨
Por
otra parte, era una bofetada sin mano en la cara del gobierno
castrista, el hecho de que negros, precisamente como Orlando Contreras,
Celia Cruz, Vicentico Valdez triunfaran en el país, que
supuestamente, según la propaganda del gobierno castrista...
eran el país del racismo.
Lejos
de eso, la mal llamada revolución, fue precisamente quien
incrementó el discrimen oficial en contra de los negros
como en ninguna epoca anterior.
Pero
no obstante en Cuba, muchos hacían grabaciones clandestinas
de su música.
Se
convirtió en todo un icono para millones de cubanos, debido
precisamente a su prohibición, todo lo contrario, a lo
que el gobierno cubano se había propuesto... llevar al
olvido a Orlando Contreras.
Luego
de alcanzar el objetivo que muchos no han logrado en esa arriesgada
aventura en el Estrecho de la Florida, empezó a presentarse
en la ciudad de Miami, donde compartió escenarios con figuras
de la talla de Toña La Negra, Celia Cruz y La India de
Oriente.
En
1967, según cuentan, Contreras se embarcó en un
crucero turístico en un viaje de placer que se extendió
por cuatro años.
El
gran bolerista cubano llegó a Medellín en los inicios
de los años setenta, ciudad en la que se radicaría
definitivamente.
Entre
los grandes éxitos que le hicieron famoso en Cuba, y Latinoamérica
estan “Amigo de qué”, “Sin Egoísmo”, “Será tu condena”, “En un beso la vida”,
“Mi corazonada”, “Por borracha”, “Por
un puñado de oro”, “Yo estoy desengañado”,
“Mi copa está vacía”, “Dolor de
hombre”, “Amarga decepción” y “Arráncame
la vida”.
Muchos
títulos más llevan el sello de la inconfundible
voz de Orlando Contreras, y hacen parte de la discoteca de todos
los latinos amigos del bolero y la bohemia.
Tambien
nos dicen sus biografos, que en el 1987 Contreras grabó
los conocidos temas “En el juego de la vida” y “Un
amigo mío” y en la ciudad de Medellín, Colombia,
con la orquesta del conocido salsero Julio Ernesto Estrada, “Fruko”.
Este
gran cantante cubano fue acogido en Colombia como su hijo y especialmente
en la Ciudad de las Flores, donde siempre será recordado
y apreciado.
Murió
en la ciudad de Medellín a la edad de sesenta y cuatro
años, victima de un cáncer pulmonar.
Y
será siempre eterno nuestro Orlando Contreras, una gloria
de Cuba, de hispanoamérica y en especial de los colombianos,
que lo amaron como si fuera un colombiano mas.
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