por Pablo Felipe Pérez .
Si
miramos al futuro y nos deleitamos con la posible belleza de
una autentica democracia en Cuba, estamos perfeccionando el
alma de la nación; y encarar la realidad con metas definidas,
para sin privilegios dialogar decentemente entre cubanos, y
enfocar la atención sobre la espléndida e inagotable
oportunidad de hacer realidad las aspiraciones de un pueblo.
Parte
de estos anhelos están marcados por el martirio; que
se amalgama como la hiedra a la soledad; complemento inseparable
del sufrimiento y la impotencia. Paradigmas que ensanchan el
corazón y purifican el espíritu, aunque se opine
lo contrario.
El
despotismo no solo es de Fidel Castro, también de muchos
de sus detractores; que han hecho promesas, pero es mucho menos
lo que se ha realizado en concomitancia a lo ofrecido. Es decir,
"del dicho al hecho hay mucho trecho".
Las
personas de buena voluntad no aceptan la opresión económica,
social y política que abarrota a la familia cubana; y
repudian las secuelas generadas en Cuba: por las sanciones de
otras naciones, el régimen, y la oposición.
Ante
esta certeza, se esfuman las posibilidades de extirpar las pretéritas
amarguras, y mucho menos suprimir, de la vida nacional, los
propósitos y discursos con ambigüedades, que jamás
van a facilitar el razonar de corazón.
Ninguna
persona es perfecta, "el que no cojea, renquea"; sin
embargo, no son pocos los que ambicionan "administrar"
los destinos de Cuba, en un futuro cercano. Pero prestan más
vocación a sus afectos personales, que a las necesidades
de la Patria. Individuos que carecen de sabiduría y ética;
e incapaces de concretar objetivos, quieren llegar al fin menospreciando
las leyes de causa y efectos.
En
las últimas semanas se han desarrollado eventos de trascendencia,
en relación con Cuba. Estas han corroborado y puesto
en hesitación la ausencia de pundonor y voluntad, que
a la larga pueden obstaculizar ideales benéficos para
el futuro del país.
Los
quimeristas estiman que no más allá del año
2004, a Castro lo derrotara la oposición interna. Además,
aseguran la decrepitud de Fidel, y la progresiva crisis al interior
del régimen. Un sector obcecado de la comunidad cubana
ha suplicado al presidente Bush ayuda para solucionar el dilema
de Cuba. Sin tener en cuenta, de que una intervención
directa de EE.UU. es más compleja y peligrosa que en
los casos de Iraq, Corea del Norte, o la pugna palestino-israelí.
Esta verdad la conocen Bush, republicanos, y demócratas.
Políticos, artistas, e intelectuales del mundo "democrático",
han exigido al gobierno cubano el cese de las represalias contra
la oposición pacífica, y una transición
hacia un "régimen representativo".
Por
otro lado. EE.UU. sufrió una derrota - como patrocinador
- de un proyecto presentado por Canadá, Chile y Uruguay,
en el último Consejo Permanente hemisférico celebrado
en Washington; que discutía la situación y acciones
relacionadas con los Derechos Humanos en la isla. Dicho proyecto
se voto en contra por 16 países, y la abstención
de uno. Algo muy parecido ocurrió en la Comisión
de Derechos Humanos, en Ginebra.
Más
reciente, según Powell: "Estados Unidos de América
espera con interés trabajar con los miembros de la O.E.A.,
para encontrar maneras de apresurar la inevitable transición
democrática en Cuba". Una vez más, el que
empuja no se da de golpes.
Lo expuesto hasta aquí, es verdad. Empero son evidentes
los esfuerzos desesperados de Andrés Nazario, desde Alpha
66. También el siniestro complot - coordinado por la
CIA, el Pentágono y Otto Reich; y la ayuda indispensable
de cubanos como José Basulto, de Hermanos al Rescate
- para provocar, el pasado 20 de mayo, un incidente con la fuerza
aérea de Castro, en el Estrecho de la Florida.
Verdades
son los testimonios de Odilia Collazo Valdés, presidenta
del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba y otros opositores,
que resultaron ser agentes de la Seguridad del Estado. Testimonios,
entrevistas y documentos que estarán disponibles próximamente
en un libro titulado "Los Disidentes"; que ponen al
descubierto el dudoso proceder de algunos representantes de
la oposición, en Cuba y el exilio.
Decía
Pablo Alfonso, columnista del Nuevo Herald, de que: "Todavía
quedan algunos tontos - cada día menos -, que se alimentan
de promesas, consignas y mitos"; y asegura existe un fortalecimiento
de la oposición. ¿Esto puede ser verdad?
El
incremento de la inversión extranjera en Cuba se ha incrementado
hasta 20 veces en las últimas décadas, según
informes del gobierno cubano. ¿Es una verdad? No es acaso
verdad la marcha masiva por las calles de La Habana y frente
a la embajada de España; como protesta por las sanciones
políticas de la Unión Europea; encabezada por
el gobierno español; y que se suma a las económicas
de EE.UU..
No
deja de ser verdad las intervenciones militares estadounidenses
en Cuba - en la "república" que algunos coterráneos
echan de menos - y sus respectivos interventores: John Brook
(1898 - 1899); Leonard Wood (1899 - 1902); William Taft (1906);
Charles A. Magoon (1906 - 1909); cuál será el
próximo (... -...). A propósito, un espécimen
de la "nueva era" está de chunga en Iraq.
Es
que las verdades mortifican, y en este caso los hechos dejan
al descubierto la doble moral y terquedad, de algunos opositores,
gobiernos, y el régimen. La tasa se desborda cuando escuchamos
a Powell decir: "Si algo nos ha enseñado nuestra
experiencia en el cuarto siglo transcurrido, en este hemisferio
y en todo el mundo, es que las dictaduras no resisten la fuerza
de la libertad". A buen entendedor pocos ejemplos y palabras
bastan.
Hay
que defender la verdad. "Al pan, pan, y al vino, vino";
cuando se enfrenta el atropello usurero de "líderes
poderosos". Porque en último análisis, se
impone el decoro de hombres y mujeres que no utilizan la retórica
como ignominioso instrumento para manipular y entusiasmar a
una multitud o comunidad estúpida. ¿Es que la
generalidad de cubanos está carente de educación
y de respeto hacia el prójimo? ¿Los cubanos y
el mundo están faltos de inteligencia y dignidad?
Estoy
persuadido de que la sensatez, discernimiento, benevolencia,
y pundonor, son indispensable para tomar decisiones coherentes,
para puedan ser inspiradas por la Luz divina. Decisiones hechas
realidad en todas las maravillosas obras humanas concebidas
con el alma. Que es la gratificación cuando se transforma
en cordialidad la indulgencia.
¡Sin
verdad no hay justicia! Por este motivo amo la voz del pueblo
que necesita ser redimido, y que siempre dirá la última
palabra; ya que es la voz del cielo. Es importante meditar sobre
el origen y consecuencias, de la paja en el ojo ajeno, e indagar
con espíritu crítico la viga en el propio. Para
honrar la verdad como esencia de la propia emancipación,
y encontrar respuesta, en Cuba y el exilio, sobre... ¿Quién
dice la verdad sin perversidad y sin falacia?
Medellín,
15 de junio de 2003.
Pablo
Felipe Pérez.
Apartado Aéreo No. 56381. Medellín. Colombia.
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