Por
Dalia Acosta
El activismo en la prevención del sida unió a un
grupo de travestis y transformistas del occidente cubano, en una
iniciativa que trascendió la educación de pares
para incursionar en el mundo de la cultura.
"Ha
llegado el momento de tenernos en cuenta. Estamos en condiciones
de pedir un lugar en la sociedad, de contribuir en la prevención
con nuestro arte y de que se nos respete por lo que podemos y
sabemos hacer", dijo a IPS una travesti cubana que para sus
actuaciones tomó el nombre de la cantante y actriz mexicana
Ninel Conde.
"Nunca
fui tan segura como
ahora. Cuando me vestía de macho, siempre andaba con la
cabeza baja. Después de que me puse un par de tacones es
que me siento orgullosa de ser lo que soy, empecé a ser
feliz conmigo misma y a caminar por las calles con la cabeza erguida",
comentó.
Vinculada
como voluntaria al gubernamental Centro Provincial de Prevención
de las Infecciones de Transmisión Sexual y el VIH/Sida
de Pinar del Río, a 162 kilómetros de La Habana,
Ninel Conde se alzó con uno de los premios de Transarte,
jornada que culminó con un espectáculo en el principal
teatro de esta ciudad.
Catorce
transformistas y travestis se presentaron el lunes en el concurso,
como parte de la gala que sumó a algunos de los más
importantes cantantes
de la escena pinareña y que contó con un jurado
de personalidades de la cultura.
En
la ocasión, además, se rindió homenaje a
tres de los primeros hombres que tuvieron la osadía de
salir vestidos de mujer en esta localidad del occidente cubano.
El
mensaje de prevención del sida (síndrome de inmunodeficiencia
humana), con un fuerte énfasis en su impacto en la comunidad
de hombres que tienen sexo con hombres (HSH), llegó a las
casi 500 personas que colmaron el Teatro Milanés, un emblema
de la cultura nacional construido en 1837.
"Hemos
compartido con toda la diversidad que puede haber en el mundo
de los hombres que tienen sexo con otros hombres.
Este tipo de espectáculo que trata de educar a las personas
en una conciencia sexual responsable y, además, elevar
su nivel estético, puede ser muy importante y muy oportuno",
opinó el poeta pinareño Nelson Simón.
Considerado
uno de los máximos exponentes de la poesía homoerótica
nacional, Simón piensa que "el mundo de lo gay sigue
siendo un mundo sin espacios para socializarse", a pesar
de que Cuba es un país con "la madurez necesaria para
aprender a convivir con todas estas opciones".
El
tema cobra especial importancia en las campañas nacionales
contra el sida. Hasta finales de 2007, se habían diagnosticado
en este país 9.039 portadores del virus de inumodeficiencia
humana (VIH, causante del sida), 81 por ciento del sexo masculino.
Del
total de hombres, 86,1 por ciento dijeron tener prácticas
sexuales con otros hombres, según fuentes del Ministerio
de Salud Pública.
La
situación es un poco especial en Pinar del Río,
donde solo 68,7 por ciento de los hombres seropositivos se califican
de HSH. Mientras la presencia entre los portadores de hombres
que se definen como heterosexuales es de 14,3 por ciento en las
estadísticas nacionales, ese porcentaje crece a 31,3 en
esta provincia.
Con
esta realidad, "tendremos que empezar a hablar cada vez más
de masculinidad y emprender acciones no sólo dirigidas
a los hombres que tienen sexo con otros hombres sino también
al universo heterosexual", dijo a IPS Geidy Díaz,
experta
del centro provincial de prevención.
Desde
la primera edición de Transarte, el año pasado,
18 transformistas y travestis pinareñas se han graduado
de los talleres de formación de promotores de salud. Este
año, la jornada incluyó cursos de peluquería,
modelaje, expresión corporal, desarrollo de habilidades
sociales y educación cívica.
Según
Díaz, el gancho motivacional de la comunidad HSH en Pinar
del Río está muy asociado al universo travesti.
"Son ideales para la educación de pares. Se suman
a la mayoría de las actividades comunitarias que realizamos
y tienen un representante en el consejo técnico asesor",
aseguró.
Como
parte del proyecto, el centro provincial ha contribuido a la búsqueda
de cursos y empleo para estas
personas que, en muchos casos, se alejan de los sistemas de enseñanza
y laborales por el rechazo social. La escasa educación
y la imposibilidad de trabajar vestidos de mujer los lleva a la
prostitución y, en no pocos casos, al sida.
La
iniciativa local se integra en una estrategia para la atención
integral de travestis, transexuales y transgéneros, promovida
en todo el país desde finales de 2005 por el gubernamental
Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), y que involucra
a una amplia variedad de organismos estatales.
Otro
grupo de transexuales y travestis, vinculados al trabajo del Cenesex
y a las labores de prevención en varias provincias cubanas,
protagonizaron en enero un hecho sin precedentes en el país
al participar como secretarias de salas, ponentes y testimoniantes
en el IV Congreso Cubano de Educación, Orientación
y Terapia Sexual.
"Para
mí fue lo máximo. Todo el tiempo sentí como
si la caja escenográfica estuviera más pequeña
que cuando bailé durante la filmación de la película
cubana 'La Bella de la Alhambra' (Enrique Pineda Barnet, 1989).
Y es que el que estaba grande era yo", comentó a IPS
un transformista pinareño que actúa con el nombre
de Siarah Morel.
Homenajeado
en la primera edición de Transarte, bailarín y graduado
de dirección artística, Morel es toda una leyenda
local desde que, con apenas 18 años, apareció vestido
de mujer en lo alto de una carroza del sector de la pesca durante
los carnavales de 1976. "Nunca pensé verme en ese
escenario como soy", reconoció.
Para
Nelson Simón, la realización de Transarte en una
institución cultural como es el Teatro Milanés "trae
al centro (de la ciudad) algo que durante mucho tiempo se ha visto
relegado a los márgenes".
Se
está abriendo así un espacio de participación
"en un país que tiene que ser, y tiende a ser cada
vez más, una sociedad inclusiva y no exclusiva", dijo
a IPS. |