Quizás
entre las canciones más populares escrita por Osvaldo
Farrés está “Quizás, quizás,
quizás¨ cantada por una multiplicidad de artistas,
incluyendo a Doris Days, hasta el dia de hoy por las Spice Girl,
Geri Halliwell
y Mari Wilson en la popular serie Britanica “Coupling” donde es el tema musical de la popular serie.
Farrés escribió la canción “Quizas,
Quizas, Quizas” para 1947 y fue introducida a los E.E.U.U.
por Nat King Cole en su “Nat King Cole en Español”
en 1958.
Farrés
nació en 1903 en Quemado de Guines, una pequeña
ciudad de la provincia de Las Villas, Cuba.
Siendo
muy joven se trasladó a la ciudad de La Habana he intentó
hacer una variedad de trabajos, trabajando como mensajero, decorador,
almacenero, empleado bancario, publicista y diseñador.
Compuso temas y los anuncios publicitarios.
Fue durante este tiempo que Farrés escribió su
primera canción. En los años 40, Farrés
tenía ya uno de los programas de radio más populares
de Cuba, “Bar Melódico de Osvaldo Farrés,
que
se difundia todas las noches de cada miércoles a 9 P.M.,
los artistas internacionales como Nat King Cole y Mauricio Chevalier
fueron entrevistados en su programa.
Las
canciones de Farrés fueron exportadas desde Cuba al mundo
entero y traducidas a diversos idiomas.
En
el 1946 en la pelicula “Easy to Wed” uno de sus
temas musicales fue “Acércate Mas” producido
por Carlos Ramírez así como Esther Williams.
También
en 1946, la película de Walt Disney ¨Make Mine Musics”
lanza a la fama otra cancion... ¨Tres Palabras¨ interpretada
por Andrés Russell.
“Nunca
pensé que el `Tres Palabras circundaría el mundo,”
Farrés habia dicho una vez. Sus canciones fueron incluidas
en muchas otras películas, y cantadas por los artistas
mas famosos de todo el mundo. Aparte de Nat King Cole y de Chevalier,
sus canciones fueron interpretadas por Edith Piaf, Johnny Mathis,
Charles Aznavour, Eydie Gorme, Katina Ranieri, Pedro Vargas,
Toña La Negra, Lucho Gatica, Olga Guillot, Sara Montiel,
Luis
Miguel, Paloma San Basilio, Enrique Iglesias, Placido Domingo,
y muchas aclamados cantantes.
Farrés salió de su Cuba nativa en 1962 y nunca
mas volvió, muriendo en exilio en el año 1985.
A
continuacion publicaremos la entrevista realizada a su esposa
por Armando López, uno de los biografos mas importantes
de Osvaldo Farrés.
Los
recuerdos de Fina
"Conocí a Osvaldo cuando yo
acompañaba a mi hermana, la actriz Asunción del
Peso, hasta la CMQ de Monte y Prado —el rostro de Fina
se ilumina. Por entonces, era el jefe de Publicidad de la cerveza
Polar, y yo casi una niña. Ya había compuesto
su popular guajira Mis cinco hijos (Pedro, Pablo, Chucho, Jacinto
y José), tan popular en la voz de Miguelito Valdés,
cuando nos volvimos a encontrar. Yo había terminado el
Instituto, Farrés se me acercó y me dijo con picardía:
'señorita, esas piernas las pidió prestadas o
son suyas'".
"Como
en La Habana los piropos vuelan, mi papá puso el grito
en el cielo: Farrés era un hombre mucho mayor que yo,
y estaba divorciado (pecado mortal para la época). Me
enviaron a Santa Clara, con mi tía, pero de nada valió.
Hasta allá Farrés me mandó a decir que
escuchara La Hora Polar, donde Pedro Vargas estrenaría
la canción que él había
escrito para mí. Cuando El Tenor de las Américas
cantó: 'Toda una vida, me estaría contigo, no
me importa en qué forma ni dónde, ni cómo,
pero junto a ti…', sabía que ya amaba a aquel hombre
que me llevaba 30 años, y para siempre".
"Cuando
en 1946 Farrés lanzó El Bar Melódico, en
Radio Cadena Azul, me pidió que fuera la coordinadora
del programa. Pronto pasamos a CMBF TV y de ahí a CMQ
Televisión en horario estelar, los miércoles a
las nueve de la noche. Osvaldo , con su desenfado campesino,
entrevistaba a los artistas, contaba anécdotas de la
farándula, pero a veces me llamaba frente a las cámaras,
y hasta me ponía a cantar" (Fina había ganado
interpretando boleros en La Corte Suprema del Arte ).
"Trece
años permaneció El Bar Melódico en
los primeros lugares de popularidad. La Habana era plataforma
de lanzamiento artístico. Para triunfar en América,
había que conquistar La Habana. Por El Bar Melódico
pasaban todas las estrellas que nos visitaban, desde Josephine
Baker hasta Nat King Cole, Maurice Chevalier y Sarita Montiel.
Y hacíamos cultura".
"Una
vez al mes, celebrábamos La Sala de Conciertos, con las
grandes figuras líricas: Manolo Álvarez Mera,
y hasta la orquesta de Paul Tsonka, con 101 músicos.
En Nochebuena, celebrábamos La Cena de las Estrellas,
cubanísima, con puerco asado, y fricasé de guanajo
(pavo). Por allí desfilaron Rita Montaner, Lola Flores,
y no sólo artistas, también pintores, escritores,
y gente de pueblo, que Farrés decía que no había
grandes ni chiquitos; le encantaba mezclarlos a todos".
Una
voz misteriosa
"¿Cómo componía Farrés? Por
inspiración, letra y música le venían juntas,"
afirma Fina del Peso. Y eso ocurría en un santiamén,
como
si una voz misteriosa le dictara sus canciones. Luego, corría
hasta mí, texto en mano, para que me aprendiera la melodía
y se la cantara a una pequeña grabadora. De ahí,
llamaba a un músico de escuela para que le escribiera
las notas en el pentagrama. Podía ser Fernando Mulens,
su entrañable amigo, u otro cualquiera".
"Tenía
un oído musical muy especial, si a la hora del arreglo
los orquestadores le equivocaban una nota, de inmediato saltaba.
¿Habría algo mágico en sus canciones? Porque
de sólo oírlas, el público las repetía,
las hacía suyas. Pocos compositores cubanos tuvieron
tantos éxitos como Osvaldo, lo que producía envidia,
rumores de que compraba sus canciones, bajezas, y es que sólo
Lecuona, Roig y Farrés pudieron vivir en Cuba de sus
derechos de autor".
"Era
un hombre tierno, con disposición para las letras amorosas,
pero su producción abarcaba todos los géneros,
desde guarachas y rumbas hasta zarzuelas," agrega la albacea
de los recuerdos del compositor. "Quién no recuerda
En el Mar… la vida es más sabrosa…, que popularizó
el filme de Cantinflas Sube y Baja. ¿Su canción
preferida? Sin duda, Madrecita , que le dedicó a su madre,
a quien adoraba; canción tan sencilla, directa y hermosa,
que los niños de Cuba y muchos países de Latinoamérica
aún cantan el Día de las Madres en las escuelas,
colocando en su pecho una flor roja, o blanca si son huérfanos:
'aunque amores yo tenga en la vida, que me llenen de felicidad,
como el tuyo jamás madre mía, como el tuyo no
habré de encontrar…'".
"Pero
fueron sus boleros románticos los que alcanzaron mayor
fama internacional. ¿Cómo surgió Tres Palabras?
—pregunta la coordinadora de El
Bar Melódico. Pues la mexicana Chela Campos, muy de moda,
le insistió en que le hiciera una canción. Farrés
le respondió que a veces no le llegaba la musa, y pasaba
meses sin escribir. Y Chela ripostó: 'Ay, maestro, no
se me haga el difícil, que con tres palabras se hace
una canción'. Y aunque Farrés protestó:
'¡No me llames maestro' (se decía maestro de nada),
llegó a la casa y escribió su inmortal: 'con tres
palabras solamente mis angustias y esas palabras son: cómo
me gustas'".
"Una
vez, en Judea, rumbo a Belén, —Fina muestra fotos
de aquel viaje— a donde habíamos ido a conocer
los lugares sagrados del cristianismo (Farrés era muy
creyente), un chofer de barba negra y espesa puso en su grabadora
Quizás, quizás, quizás, cantada en hebreo".
"Quedé
atónita, después que cerré la boca, no
me contuve, y tuve que confesarle: '¡Mi esposo es el autor!'.
Y qué emoción, ese hombre bajaba y subía
la cabeza, como rezando, en señal de respeto, y allí
mismo, en medio del desierto, detuvo el auto frente a un pastor
de ovejas, intercambiaron palabras y a dúo comenzaron
a cantar en hebreo: 'Yo siempre me pregunto que cuándo,
cómo y dónde/ tú siempre me respondes quizás,
quizás, quizás'".
"Pero
fue en el famoso Lido de París, cuando tocaron Acércate
más y Tres Palabras , que lo empujé a saludar
al director de la orquesta. Y hubo que ver lo colora'o que Osvaldo
se puso cuando tocaron la fanfarria de trompetas, encendieron
las luces, y el animador anunció en francés, inglés,
alemán y español que se encontraba presente el
famoso compositor cubano Osvaldo Farrés, y el enorme
cabaret se vino abajo en aplausos".
La
comunión perfecta
Farrés no lo querría, pero era una celebridad.
Las populares orquestas de la BBC de Londres, de Mantovanni,
de Henry Mancini (por citar unas pocas), grababan su música.
Sus temas se cantaban en veinte idiomas. Cantinflas enamoraba
con sus boleros en el cine mexicano, Esther William en Hollywood,
Charles Aznavour en Francia, Elio Pinza en Italia, y hasta pajarillos
caricaturizados silbaban la melodía de Tres Palabras
en la película Música Maestro, de Walt Disney.
El
mismo Farrés no se explicaba tanta fama. Quizá
se deba a que en la canción, la poesía se logra
de la comunión entre letra y música, y en los
boleros de Farrés esta comunión es perfecta. Tal
vez porque nunca le cantó al amor fatal, fracasado, imposible,
como tantos boleros cubanos y mexicanos de la época.
En
algunos coqueteó con la tristeza, pero sin disfrutarla,
como en sus bolerones de vitrola Para que sufras, No me vayas
a engañar y Estás equivocada , tan populares en
las voces guaposas de Celeste Mendoza y Rolando Laserie. Los
textos del
autor de Acércate más son en su gran mayoría
alegres, optimistas, para que los enamorados se quieran más.
¿La
política? Cuando Prío se postuló a la presidencia
(1948), le pidió a Farrés el tema de campaña,
y él le compuso la conga: 'Ahí viene la aplanadora
con Prío adelante y el pueblo atrás'. El ex líder
estudiantil ganó abrumadoramente y, poderoso agradecido,
le dijo: 'pide por esa boca' (costumbre de la época),
pero Farrés le respondió: 'se la escribí
al amigo, no al presidente'.
"El
golpe de Estado de Batista fue un golpe bajo, al que sobrevivimos
—Fina vuelve a empuñar sus recuerdos. "Pero
cuando Fidel llegó a la Habana, Farrés me advirtió:
'Tenemos que irnos, esto será un desastre'. ¿Cómo
escapamos de Cuba? Por un contrato en España, para escribir
una zarzuela. Pero no regresamos. Y saquearon nuestra casa de
la Avenida Calzada. Toda la música, las fotos con los
más grandes artistas del mundo, los discos atesorados
por
décadas, los quemaron en medio de la calle. El compositor
premiado por la Orden Carlos Manuel de Céspedes, la más
alta que otorgaba Cuba, se convirtió en traidor por el
único delito de querer vivir en libertad".
Osvaldo
Farrés vivió hasta su muerte en West New York
añorando volver a su patria. En 1980, escribió
para Selecciones de Reader Digest: "La música, al
igual que los perfumes, es portadora de elementos intangibles
que, unidos a una mirada, o al roce de una manos, hacen posible
el nacimiento de un romance que, extendiéndose más
allá de ese momento, puede prolongarse toda una vida".
Entiendo
por qué Fina del Peso, la musa inspiradora de Toda una
vida, una de las más hermosas canciones que se hayan
escrito, nunca se volvió a casar, y nos invite a una
misa en memoria del compositor, amante esposo, consejero y amigo,
en la Ermita de la Caridad, templo del exilio cubano, el jueves
22 de diciembre, a las ocho de la noche.
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