Por
Jorge Felix
Editor del Semanario ¨El Veraz¨
"Señor
juez, en este instante sobre estas mis humildes rodillas descansa
la dignidad de mi patria, y la mía de hombre. Y no hay
nada en este mundo con que doblarla ni comprarla. ¡Cumpla
usted con su deber señor Juez, que yo cumplí con
el mío”.
Eduardo Arocena
Dicen
que la virtud es contagiosa. Debería ser así, pero
no es así, porque si eso fuera así, hace rato que
Cuba hubiera sido libre y no un país de indigentes y hubieran
miles de Eduardos Arocenas dispuestos a dar hasta la vida por
su país subyugado.
¿Acaso
los cubanos no sentimos vergüenza, de que toda persona no
cubana, lo primero que piensan es que somos un pueblo de cobardes
porque tenemos la dictadura mas antigua del mundo y aún
sigue ahí a pesar de todos sus crímenes?
En
esos momentos sinceramente, siento vergüenza, vergüenza
hasta de seguir vivo.
Y
debe ser una vergüenza para los cubanos como nación
donde quiera que se encuentren, para el pueblo de Cuba dentro
de la isla y para el pueblo de Cuba que se encuentra regado por
el mundo.
Incluso
hoy necesitamos muchos Eduardos Arocenas, para poder mirar de
frente a aquellos que nos han creído cobardes.
Eduardo
Arocena sin que me quede nada por dentro, es un ejemplo a imitar.
Y
no es un terrorista por mucho que hoy se intente demostrar.
Luchar
y atentar contra la vida de Dictadores y sus esbirros, no es terrorismo.
Luchar
con las armas contra un gobierno que subyuga y abusa de su propio
pueblo y que nunca fue elegido democráticamente, no es
terrorismo.
Luchar
contra una dictadura que si ha sembrado el terror en la población
cubana y que ha asesinado a miles y miles de cubanos con leyes
que son mas crueles que verdugos.. no es terrorismo.
Y
sabemos que se es terrorista o no cuando conviene. Sabemos
que hay terroristas buenos y malos cuando conviene también.
Cuando
una muchacha murió poniendo en Cuba una bomba en el Cine
America, en la lucha contra Batista, murieron decenas de personas
inocentes y civiles dentro de ese cine. (1)
Pues
en Cuba, en la casa donde vivía la mujer que puso la bomba...
Castro mando a poner una tarja en bronce que dice: Mártir
de la Revolución.
Osea
solo cuando conviene se es terrorista bueno o malo.
Y
créame no quiero manipular a nadie, pero estamos en deuda
los cubanos de bien con Eduardo Arocena.
Las
autoridades norteamericanas lo señalaron como el cabecilla
que estuvo detrás de 30 explosiones en Nueva York, Nueva
Jersey y la Florida, entre 1975 y 1983. Los ataques incluyeron
el Lincoln Center de Artes Escénicas; las misiones diplomáticas
de Cuba y la antigua Unión Soviética ante Naciones
Unidas; diversos negocios que comerciaban con la isla, así
como un barco anclado en Port Elizabeth, Nueva Jersey.
Las
investigaciones también vincularon al grupo de Arocena
con un plan de explosivos en el Aeropuerto Kennedy, el 25 de marzo
de 1979. En enero de 1983 tres negocios de Miami fueron blanco
de bombas.
Todo
esto dio la astronómica cifra de 2 muertos.
Entre
estos muertos, el agregado de la misión diplomática
cubana ante Naciones Unidas, Félix García Rodríguez,
ocurrido en Queens, Nueva York, un esbirro representante
de la Dictadura cubana.
Evidentemente
las bombas fueron puestas en horarios en que no habían
personas y tenia como principal objetivo destruir las estructuras.
Está
condenado por esto, a 325 años tras las rejas,
y dos cadenas perpetuas por luchar a favor de la libertad
de Cuba.
Eduardo
Arocena, fue y continúa siendo un chivo expiatorio de las
autoridades norteamericana, para evitar que otros cubanos tomen
su ejemplo.
Muchos
lo sabemos en el exilio, si Castro esta vivo... y si los que le
rodean en esa nefasta Dictadura están vivos... es gracias
a las autoridades norteamericana. Nadie ha protegido más
a Castro y su Dictadura que las autoridades norteamericanas...
Una
vez al año se recoge dinero entre algunas logias masónicas,
organizaciones y amistades, para aliviarle la situación
a la familia de Eduardo Arocena.
Quien
mas se ha acordado de el en ese exilio tan inmenso, que vive mas
pensando en el acomodamiento
y peleándose como perros entre si, cuando lo mas importante
debería ser la libertad de su pueblo, aunque haya que utilizar
las armas contra la dictadura, no contra inocentes, sino contra
la dictadura y sus esbirros. Y es así... si se quiere liberar
a Cuba ese el camino, no hay otro.
En
pocas palabras... estamos en presencia de un patriota, una palabra
que ha desaparecido de nuestro idioma, estamos en presencia de
una persona Decente, otra palabra a punto de desaparecer a nivel
mundial, no de un terrorista. De una persona que quiso su tierra
libre más allá de cualquier retórica.
La
disidencia en Cuba debería imitar a Eduardo Arocena, en
el exilio deberíamos imitar a Eduardo Arocena... quizás
entonces no tengamos la fama de cobardes ante aquellos que no
son cubanos.
Porque
si no tenemos el valor de coger las armas... debemos hacer algo
por aquellos que si lo hicieron y que no fueron unos cobardes
y se atrevieron a luchar contra la tiranía por cualquier
medio.
En
esta página, colabore y pida por la libertad de Eduardo
Arocena, es lo menos que podemos hacer, de click en esta direccion:
¡Libertad
para Eduardo Arocena!
(1)
Nota del Editor: No hay libro de Historia
en Cuba, que se refiera a estos hechos en el Cine América.
Este es un hecho oscuro en la historia de la mal llamada
revolución. Existen disparidad de criterios sobre
este hecho. Hay fuentes que plantean que hubo decenas de
muertos Con ese criterio creci y esto se escuchaba a voces
dentro de Cuba cada vez que se hablaba del hecho. Continuare
en ese criterio hasta que se me demuestre lo contrario.
Otras fuentes dicen ¨ahora¨ que
hubo decenas de heridos... Esto sin duda ha sido un hecho
oscuro poco investigado dentro y fuera de Cuba. Otras
fuentes indican por ejemplo que ¨se quedó
entretenida¨ mirando la pelicula y no se acordó
que pasaba el tiempo de poner la bomba y le estalló
encima. Otra de las fuentes plantea: Urselia
Díaz Báez tomó
su bomba y la fijó a su muslo con cinta adhesiva
y se digió al cine América en Galiano y Concordia.
Llegó al cine y entró y se sentó a
ver la película. Sin darse cuenta, el tiempo
pasó volando cuando de pronto se percató de
que quizá se había entretenido demasiado en
la sala. Entró en pánico, no sabía
donde dejar la bomba, si en la sala, repleta de público,
o en los baños. Se dirigió a los baños.
A los pocos segundos de entrar al baño se escucho
la explosión aterradora. Se cuenta que el público
allí presente entro en pánico, que los niños
y las mujeres gritaban y los ancianos no sabían qué
hacer, todos tratando de salir mientras se golpeaban involuntariamente
o caían al piso. A Urselia la hallaron muerta en
el baño, con el explosivo aún entre las manos.
Otras teorias plantean: que se
sentó en una luneta del fondo, y sin pensar en el
público compuesto de niños y adultos, extrajo
de su bolso una bomba que explotó por accidente en
sus propias manos. Lo que si concuerdan todas
las fuentes y no hay dudas, es que estaba dispuesta a matar
a personas inocentes (que no es el caso que nos
ocupa) ya que Urselia Díaz Báez
estaba dispuesta a poner la bomba en el cine repleto de
personas. |
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