Por
Claudia Márquez Linares
Cuando
la Seguridad del Estado le preguntó a Manuel Vázquez
Portal que haría ahora después de ser liberado
su respuesta fue sencilla: “Yo lo único que sé
hacer es periodismo independiente”.
Luego
de I5 meses de cárcel el periodista y poeta Manuel
Vázquez Portal ha sido liberado. Desde hace dos semanas
el gobierno cubano ha excarcelado a presos políticos
y de conciencia pero la libertad de Vázquez a dejado
a todos boquiabiertos. Con un lápiz y en diminutos
pedazos de papel Vázquez Portal siguió ejerciendo
su derecho a escribir lo que piensa aún tras las
rejas de uno de los centros penitenciarios más rigurosos
de todo el país: Boniatico, al extremo oriental de
la Isla y ubicado a más de 900 kilómetros
de su hogar.
El
gobierno cubano no pudo silenciarlo. Vázquez se las
ingeniaba para que salieran al mundo sus epístolas,
poemas y crónicas. Es por su activismo dentro de
la cárcel y su empecinamiento en defender la libertad
de expresión a toda costa que se ha ganado la simpatía
y el respeto de gente de todas partes.
Todavía
su esposa, Yolanda Huerga, esta en shock. Se encontraba
pesimista debido al activismo de Manuel dentro de la prisión
y pensaba que iba a ser uno de los últimos en salir
aunque siempre guardaba la esperanza de que no cumpliría
la condena de I8 años. Y Vázquez Portal afirma
mientras ella le aprieta la mano y lo acaricia: “Si inusitado,
sorpresivo y loco fue mi encarcelamiento más inusitado,
sorpresivo y loco ha sido mi excarcelamiento”.
Como
nuestros lectores deben recordar hace apenas una semana
Yolanda Huerga nos ofreció una entrevista especial
para Diario Metro. Esta semana la vida de Yolanda, tenaz
defensora de su marido, ha dado un giro de I80 grados. Es
feliz aunque todavía tiene un poco de miedo porque
se lo vuelvan a llevar. “El gobierno cubano siempre da un
paso teniendo otra carta bajo la manga. Nadie sabe cuales
son las verdaderas intenciones de las autoridades”, nos
comenta Yoli, como cariñosamente la llaman todos.
GABRIEL
HA VUELTO A SER GABRIEL
Gabriel
Vázquez, el hijo de 9 años de Yolanda y Manuel,
abraza y juega con su padre. Sonríe diferente y la
mirada triste ya no se ve en su rostro. Papá ha vuelto
y toda la escuela lo sabe. Al otro día de que su
padre estuviera en casa le pidió que lo fuera a buscar
al colegio. En su mente infantil se acabaron las preguntas
sin respuesta. El por qué a su padre se lo llevaron
un día unos hombres vestidos de verde y lo encarcelaron
es una incógnita que permanecerá sin respuesta
quizás por muchos años aunque su madre se
haya empeñado en explicárselo de disímiles
maneras.
Ahora
Gabriel solo quiere mostrarle a todos sus amigos y maestras
que su padre ya esta de vuelta y caminar con él por
todo Alamar, el barrio donde viven es una satisfacción
indescriptible para este niño de diez años
travieso e inquieto.
Cuando
le preguntamos a Vázquez qué era lo que más
añoraba en la cárcel nos dice: “Lo que más
añoraba era ver el despertar de mi esposa y de mi
hijo. Hoy me senté en la cama al amanecer para verlos
cuando abrieran sus ojos. Ya soy feliz porque hoy los he
visto despertar”.
EL
DESCONCIERTO DEL BARRIO
Debido
a los métodos gansteriles utilizados por la policía
política para arrestar a Vázquez y a pesar
de no existir la libertad de prensa en Cuba todo Alamar,
el barrio donde residen en La Habana, se enteró de
que lo habían arrestado
y condenado a I8 años. Según cuenta Yolanda,
en la zona donde ellos residen viven mucha gente del Ministerio
del Interior a las cuales el gobierno les ha entregado viviendas.
Hoy
la mayoría de esos policías y oficiales de
la Seguridad del Estado que son vecinos se encuentran desconcertados.
Una vecina se acercó para contarle a Yolanda que
los miembros del Partido Comunista están molestos.
La mujer escuchó a uno decir: “Ahora sí no
entendemos nada, Fidel Castro nos va a volver locos”. Otra
mujer comunista dijo, contó la misma vecina: “Mañana
lo voy a plantear en la reunión del Partido. ¿cómo
es posible qué hayan soltado a ese hombre?”.
Esta
reacción es normal. El gobierno cubano desplegó
una campaña de difamación contra periodistas
independientes como Manuel y hoy resulta que lo ha puesto
en libertad. Pero Manuel se pregunta a sí mismo delante
de toda la gente que lo rodea durante horas en su casa:
“¿Qué hago yo libre si 7I hermanos míos
se encuentran en la cárcel? ¿qué hago
yo libre si otros disidentes presos están más
enfermos que yo?”.
UNA
HISTORIA INCONCLUSA
Históricamente
es sabido que el gobierno cubano ha condenado a los presos
políticos luego de que son liberados a un exilio
forzoso. Por estas semanas han sido liberados cuatro del
grupo de los 75 que se encontraban enfermos y les han aclarado
que se encuentran bajo licencia extra penal pero que pueden
pedir visa e irse definitivamente del país.
“Este
es el momento de quedarse”, afirma
Vázquez con optimismo. A pesar de que reconoce que
debe hacer un Consejo de Familia para decidir sobre su futuro
pues no se siente atraído por la idea de abandonar
la Isla. El gobierno cubano lo ha castigado con la salida
desde hace más de tres años. Vázquez
Portal cuenta con el refugio político
para viajar a los Estado Unidos desde el año 200I
pero las autoridades de la Isla se demoraron dos años
en darle la salida y luego que la tenía en la mano
la fecha de vuelo por parte del Departamento de Estado no
llegó nunca y cayó preso bajo la ola represiva
de marzo de 2003.
Todavía
la incertidumbre rodea la vida de Manuel Vázquez
Portal y su familia. ¿Podrá Vázquez
Portal continuar ejerciendo el periodismo independiente
en
la Isla? ¿Serían capaces
las autoridades cubanas de volverlo a apresar sí
continúa escribiendo lo que le dicta su conciencia?
LAS
QUE HAN VENCIDO SON LAS DAMAS DE BLANCO
Vázquez
dice con orgullo que quiénes han vencido son las
Damas de Blanco. Mujeres y madres humildes que se han atrevido
a desfilar por las calles de La
Habana pidiendo la libertad de sus hijos y esposos.
“Pero
todavía nos queda mucho por luchar”, afirma Laura
Pollán, esposa del periodista Héctor Maseda
condenado a 20 años, quién lleva un sello
con la foto de su esposo en el pecho. “No nos detendremos
hasta que los liberen a todos”, dice con firmeza.
El
gobierno cubano es impredecible. Los teléfonos de
las esposas de los 75 no paran de sonar. Todo el mundo añora
que sigan soltando a más presos. Los opositores hacen
hipótesis pero nadie sabe lo que va a pasar. No vale
utilizar la lógica con el gobierno cubano pues la
mayoría de las veces no funciona.
|