Por
Marcos Castro
Tienen
idea estimados lectores a lo que Raúl Castro denomina
conversar en igualdad de condiciones… De todos los temas?
En el mundo real esto es claro, se trata de conversar bajo una
óptica de respeto, en la que no existan ventajas para
alguno de los interlocutores, donde se puedan plantear las verdades,
y las dudas se aclaren, además si de negociar se trata
que se logren sobre la base de una prudente mediación,
-si es necesario-, acuerdos que ambos ganen.
Haciendo
un pequeño recuento histórico de lo que en más
de 50 años ha sido el periplo por la política
cubana de los Castro y sus relaciones con el mundo, nos entran
muchas dudas si en muchos de los acontecimientos que han protagonizado
han sido en “igualdad de condiciones”.
En 1953 Fidel y Raúl Castro con un grupo de jóvenes
asaltaron el Cuartel Moncada, uno de los bastiones militares
de la dictadura de Fulgencio Batista, su objetivo principal
no fue cumplido, pero lograron inspirar confianza y hacerse
a conocidos, en un momento que los cubanos necesitaban orientar
su rumbo para comenzar la lucha y derrocar la dictadura.
Los señores Castro fueron apresados y tuvieron una defensa
adecuada, permitiéndoles la constitución del 40
vigente, -que tanto criticaron- que Fidel Castro se auto defendiera,
fue condenado, amnistiado por un congreso senatorial, y se marcho
a México, lo que le permitió reestructurar y organizar
el desembarco del Granma, por el contrario a los que en su largo
periodo de gobierno han osado disentir no han escapado con menos
de 15 años de prisión, y aquellos que se les ha
ocurrido una acción de determinada magnitud, jamás
equivalente al asalto a un cuartel, los ha fusilado.
Al triunfo de la revolución cuando llego al poder y decidió
limitar la propiedad privada, realizar la Reforma Agraria y
la Reforma Urbana, así como la nacionalización
de las empresas extranjeras muchos recuerdan haber perdido algo,
y nadie recuerda una compensación por lo perdido, esto
desde pequeños empresarios familiares, que con mucho
esfuerzo lograron algunos bienes, hasta grandes empresas y consorcios
extranjeros.
En el andar del tiempo y con el desarrollo del proceso revolucionario,
como ellos suelen llamar, en mas de una ocasión recordamos
sus brillantes negociaciones, a saber, los juicios sumarísimos
que en algunas ocasiones hasta eran repetidos en aras de obtener
la culpabilidad deseada, salida de exiliados por Boca de Camarioca,
salidas de exiliados por Mariel, las limitaciones cada vez mas
groseras a la libertad de expresión y asociación,
los inconcebibles arreglos constitucionales, las votaciones
cerradas en las elecciones de Diputados a la Asamblea del mal
llamado Poder Popular.
En el plano internacional, las negociaciones siempre ventajosas
con países como la ex Unión Soviética y
Venezuela, e incluso en el plano de política exterior
recordemos el incidente hace unos años con el presidente
Vicente Fox de México y muy recientemente con la presidenta
de Chile Michelle Bachelet en los que el señor magistralmente
hace publica observaciones personales y comentarios realizados
en privado.
Por
estas razones nos vemos obligados a prevenirle al presidente
Barack Obama que con quienes se apuesta a negociar no son los
caballeros de Washington con los que acostumbra, sino una sarta
de mentirosos que mantienen a un pueblo bajo un yugo opresor
de mas de 50 años y privado de sus mas elementales derechos
y que dentro de su matriz genética la palabra igualdad
aunque la mantienen a flor de labios, es solo ahí, jamás
la han interiorizado, como trata de aplicarla usted en sus relaciones
con el mundo. La “igualdad de condiciones” para los hermanos
Castro es aquella en la que sólo ellos salgan beneficiados
y que su inamovible dictadura permanezca en iguales condiciones.
Señor Presidente, para que UD no quede mal con los pueblos
democráticos del mundo y en especial con el pueblo de
Cuba que tanto espera de usted, debe saber que esto es a lo
que el Sr. Raúl Castro, que con extremo nepotismo fue
nombrado presidente de nuestro país, considera “ igualdad
de condiciones”. |