Por
Jorge Felix
Editor del Semanario ¨El Veraz¨
Pocas
veces he tenido como práctica, entrar en contradicciones
menores, mientras en Cuba exista el enemigo común de
todos los cubanos, la Dictadura que a diario subyuga y abusa
de nuestro pueblo.
Siempre
he tenido como principio, unirme a todo aquello que este en
contra del gobierno cubano, sin mirar corrientes filosóficas.
He
criticado sin pretender ser dueño de la verdad, solo
como un cubano común, aquello que incluso, en esta lucha
en contra de la dictadura, no me ha parecido correcto, incorporándome
de inmediato al objetivo común, que es la libertad de
nuestro país.
Hoy
me toca tomar partido y trataré de ser lo mas justo posible,
teniendo sobre todo en cuenta, que cada cubano en Libertad es
una Republica, como que también el lobo del cubano es
el propio cubano.
Quizás
por estas dos particularidades de la nacionalidad cubana, tanto
en Cuba como fuera, nuestro país aún no es libre
y que 50 años de Dictadura, represión y pobreza,
no nos han enseñado humildad.
Podemos
entender la disparidad de pensamientos y opiniones, pero lo
sucedido en días pasados de parte de 2 o 3 bloguers en
el interior de Cuba con relación a la convocatoria sana,
noble, sin protagonismo, que hicieron otros bloguers cubanos
en el exterior, me parece el colmo de la mezquindad, algo que
se vio bien feo, las ansias de protagonismo.
Pero
sobre todo tiene ese tufo a envidia, que es una de las peores
características que ha hecho florecer en el pueblo de
Cuba, el gobierno cubano. Envidia porque quizás no se
les ocurrió a ellos.
Debemos
recordarle a estos bloguers, concretamente Yoani Sánchez,
Reinaldo Escobar y Miriam Celaya, que si tienen visitas en sus
blogs, es debido a la publicidad gratuita que en el exilio cubano,
se le ha dado a sus blogs, tanto en televisión, radio,
como en la Internet.
Debemos
recordarle a Yoani Sánchez y su esposo Reinaldo Escobar,
que deben aterrizar… no son los Emperadores de los bloguers
cubanos, no son el Alcalde y la Primera Dama del Municipio Taco
Taco.
La
lucha por la libertad de Cuba no necesita ni de reverencias
ni de alfombras rojas.
Nadie
tiene la supremacía en la lucha por la libertad de Cuba,
nadie tiene mejor derecho que otros en esa lucha. Nadie puede
creerse mejor que otros en esta lucha. Tiene tanto valor y merito
lo que se escribe contra la Dictadura dentro de Cuba como lo
que se escribe fuera.
Debe
existir respeto por lo que hacen otros, por muy modesto que
sea. Si no se respeta lo que hacen otros, no se puede
exigir respeto.
Existen
cientos de blogs cubanos en el exterior que luchan a cambio
de nada… sin pedir ni recibir un dólar de nadie, haciendo
miles de sacrificios personales, sin cebarse a costa
de la libertad de Cuba.
Existen cientos de blogs cubanos en el exterior que luchan sin
charlatanería, sin ansias de protagonismo, sin buscar
notoriedad frente a un micrófono o una cámara
de televisión, sin arrogancia, humildemente, solo por
el ideal común, el fin de la dictadura cubana y la libertad
de nuestro pais.
Y
si necesitamos más unanimidad en esta lucha, la necesitamos
como el aire que respiramos, no la falsa unanimidad de los Castros…
la unanimidad sincera, aquella que se hace a cambio de nada
y sin esperar nada que no sea la libertad de Cuba.
En
el exterior, esa es nuestra unanimidad, la decisión de
hombres y mujeres libres, de escoger el método de lucha
que estime conveniente en contra del enemigo común, denunciando
desde diferentes frentes lo que sucede en Cuba y ayudar a acabar
por lo claro y sin rodeos… con el mito de la mal llamada revolucion
y por consiguiente la Dictadura que gobierna a Cuba.
Cuando
los jóvenes Margarita García Alonso, José
Luis Sito y Armando Añel humildemente, me enviaron la
convocatoria, no lo pensé dos veces: La puse por una
semana en nuestro Semanario.
Nadie
me obligo a nada, nadie me tuvo que hacer una reverencia, nadie
tuvo que tener conmigo un trato especial, nadie me pago, nadie
me puso una pistola en la sien.
Solo
entendi el mensaje y me uní a el sin cuestionar, porque
no era el momento de cuestionar, era el momento de actuar en
favor de una causa noble.
Puse
la entusiasta idea de estos jóvenes cubanos en primer
lugar y este Semanario pasó a un segundo lugar.
Particularmente
me han parecido bien mezquinas las palabras de Reinaldo Escobar
cuando dice:
No
me sumo a esta iniciativa porque sienta un precedente que rompe
con una de mis normas personales que se reduce a un principio,
si se quiere egoísta: no me gusta que me dicten lo que
tengo que escribir.
Cabe
preguntarle a Reinaldo Escobar:
¿Desde
cuando cumple con este principio? ¿Desde cuando no escribe,
hace, piensa y dice lo que quiere el gobierno cubano?
Sabemos
desde cuando… desde que el salario que les pagaba el gobierno
cubano, no le alcanzaba para comprar la pizza de boniato y el
vaso de vampisol en la esquina... y optaron por buscarse los
dólares a costa de la libertad de Cuba.
Creo
que en el exilio muchas veces, les hemos brindado honores a
quienes el tiempo nos ha dicho que no deberíamos brindárselo.
Criemos cuervos y nos sacaran los ojos.
Honores
a quien honor realmente se merecen. Debemos aprender mejor a
quien darselos. La Libertad de Cuba no es un concurso de Simpatia.
Yo
por mi parte… a partir de este momento me desmarco de ellos,
porque comienzo a ver, como se le sale la oreja peluda al monstruo.
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