Por
Raúl Martínez Rodríguez
Nació el 18 de septiembre de 1914 en el pueblo de Regla.
Sus padres fueron Pascual Faz y Angelita Monzón.
Perteneció
a una familia muy humilde de tres hermanos y Roberto tuvo que
batallar mucho para convertirse en un cantor de música
popular de renombre en Cuba y en el extranjero.
A
los 13 años de edad (1927) integraba el Conjunto Champan
Sport y más tarde el Tropical y Ricardo Cabana donde
ejecutaba las maracas, el güiro, el timbal y el contrabajo.
Es la época en que fue orientado por los músicos
tresero y trompeta Juan Suárez y el que sería
famoso Félix Chapottin con los cuales obtendría
los secretos del son cubano.
En
1930 Roberto Faz era parte del Septeto Ultramar organizado por
su padre y dos años más tarde (1932) ya era vocalista
de las Orquestas Copacabana, Continental y poco después
en el Grupo Habana. En 1935 en el famoso cabaret Sans–Souci
actúa con la famosa Orquesta Hermanos Palau
donde el estilo de Roberto Faz comienza
a ser notorio. A partir de 1936 no solo canta sino
también es un excelente ejecutante de percusión
como el bongó, las congas y pailitas criollas en las
Orquestas Cosmopolita donde actuaba en los programas de Radio
Cadena
Habana y CMQ con la Banda de los Hermanos Lebatard.
En
1941 es cantante y percusionista en el Hotel Nacional con la
orquesta del maestro Osvaldo Estivill en compañía
del cantante Tito Gómez y tres años más
tarde es cantante oficial del famoso conjunto Kubavana con el
que actuó en el cabaret Zombie Club y realizó
sus primeras grabaciones comerciales como la guaracha “No me
importas tú”, de Mario Recio, y el bolero “¿Por
qué te vas tan pronto?”, de Hugo Cruz, entre otras. Pero
su verdadera consagración la logra en 1944 cuando es
llamado por el cantante y director Roberto Espí para
cantor en su Conjunto Casino, donde con el tiempo se convirtió
en su vocalista más significativo y popular. Con dicha
agrupación Roberto Faz realizó sus primeras giras
al exterior, Puerto Rico, Venezuela (1945–1946) y poco después
a Tampa, Cayo Hueso, Panamá y México, país
en el que es muy conocido por sus grabaciones para la RCA Victor
y desde
1948 para la Panart de Cuba.
Desde
1950 Roberto Faz y el Casino con su mitológico trío
de voces de Espí, Faz y Robot, y más tarde por
Rolito y Reyes logran grandes triunfos en toda Latinoamérica.
La voz potente, clara y aguda, plena de musicalidad de Faz,
se llegó a convertir en una de las más afamadas
dentro del son, la guaracha
y de manera muy especial en el bolero. Se recuerdan muchos títulos
famosos con el Casino como “Realidad y fantasía”, de
Cesar Portillo de la Luz, “Quiéreme
y verás”, de J. A. Méndez y la guaracha “Que se
corra la bola”, de A. Ruíz.
En
los primeros años de la década del cincuenta actúa
con el Casino en principales programas de la televisión
cubana.
El
1956 Roberto Faz funda su popular conjunto con algunos músicos
del Casino y los cantantes Orlando Reyes
y Loelangel Rodríguez haciendo su debut en los salones
del Liceo de Regla, su pueblo natal. Y después actúan
en el Hotel Sevilla Biltmore, en el Casino Deportivo, el Stadium
Tropical y el conocido cabaret Alí Bar Club, junto a
Fernando Álvarez y haciendo dúo con el gran Benny
Moré.
En
1957 hace su primer larga duración con su agrupación
para los disco Panart de una factura excelente en grabación
y musicalmente. La voz de Faz y su conjunto tienen un éxito
rotundo especialmente con el bolero “Comprensión”, de
C. Doval y los sones “Como vivo en Luyanó”,
de R. Barrera y “Cositas
que tiene mi Cuba” de P. Zalazar. En 1966 Faz y su conjunto
llegan al clima de la aceptación popular grabando dentro
del estilo de los conjuntos de sones el denominado ritmo dengue.
Obras como “Dengue
de la cana”, de Montero y Castillo y del propio Faz, “Dengue
en fa”, con un ritmo arrollador.
El
sonero Roberto Faz con su presencia fraguaba optimismo y alegría.
Sustentaba toda su musicalidad probada en su afinación,
ritmo y extensión vocal, así como su rica improvisación
en guarachas y sones montunos. La excelente voz de Roberto Faz
se encuentra registrada en cerca de cuatrocientas grabaciones,
todas nutridas del son de los años treinta, las que constituyen
un ejemplo de la música popular cubana hasta nuestros
días.
El
26 de abril de 1966, en pleno auge del mozambique y el dengue
falleció Roberto Faz. Tres años atrás había
desaparecido Benny Moré. La década de 1960 tuvo
dos bajas muy duras para la música cubana, dos clásicos
que decían adiós a las armas.
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