Wilfredo
Cancio Isla
Diez
años después de haberse oficializado la
dolarización de la vida nacional,Cuba se ha convertido
en un país diferente.
El gobierno logró la supervivencia del país
ante la mayor crisis de su historia, pero el sistema socialista
proclamado a los cuatro vientos por el gobernante Fidel
Castro comenzó a deteriorarse como resultado de
las contradicciones derivadas del culto a la "moneda
del enemigo".
"Fidel Castro tuvo que admitir que aceptaba la implementación
de medidas económicas a pesar de que estaba contra
ellas", comentó Jorge Domínguez, profesor
de Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard.
" La dolarización fue el detonador de una
profunda crisis ideológica, pues a partir de ese
momento la gente no creyó más en la palabra
socialismo".
Fue el propio Castro quien anunció la "inevitable
medida" durante un discurso a puertas cerradas el
26 de julio de 1993 en Santiago de Cuba. Diecisiete días
después, la circulación del dólar
se hacía efectiva en la isla mediante un decreto
cuya publicación coincidió con el 67 cumpleaños
del mandatario cubano.
Ante los problemas económicos provocados por el
derrumbe del socialismo europeo y el fin del subsidio
soviético, Castro explicó en esa oportunidad
que la despenalización del dólar era una
necesidad impuesta por la vida, aunque advirtió
que podría resultar "antipática"
para los cubanos que se habían acostumbrado a la
inexistencia de privilegios.
“En realidad fue una medida a regañadientes,
porque los máximos dirigentes no quería
hacer nada y el cubano de a pie obligó a legalizar
una situación de facto", consideró
Marifeli Perez-Stable, profesora de la Universidad Internacional
de la Florida (FIU). "Pusieron el tapón, pero
se han olvidado de arreglar la tubería".
A la altura del 2003, los indicadores de la economía
cubana no resultan mucho más alentadores que una
década atrás.
Un informe reciente de la firma Dunn & Bradstreets
sitúa a Cuba entre las peores economías
del mundo, solo comparable con las de Angola, Congo, Sierra
Leona y Zimbabwe. La deuda externa del país acumula
la cifra récord de ,210 millones, sin contar otros
,000 millones por créditos comerciales a corto
plazo y ,000 millones de la deuda reclamada por Rusia.
El déficit comercial estaba en ,700 millones al
finalizar el 2002. Luego de haberse recuperado de la brusca
caída del 34 por ciento de su Producto Interior
Bruto en 1992, en los últimos tres años
el crecimiento ha descendido de 3 al 1.1 por ciento, obligando
al gobierno a reducir sus metas a 1.5 por ciento en el
actual año.
La ultima zafra azucarera fue la peor en 70 anos, con
apenas 2.1 millones de toneladas. Aunque las cifras oficiales
hablan de un 3.3% de desempleo, otros estudios llegan
a situarlo en el 11.9%.
El cambio del dólar se mantiene actualmente a 1
por 27 pesos cubanos. El salario promedio en la isla es
de unos 200 pesos mensuales.
Los pasos que junto a la dolarización permitieron
la supervivencia del régimen --como la apertura
al turismo y la limitada actividad privada—no son
ya suficientes, reconocen hasta los propios economistas
del oficialismo.
"Hace falta reactivar esas medidas, oxigenar esas
medidas y tomar otras medidas que permitan lograr mayores
dinámicas de crecimiento", dijo recientemente
Juan Triana, director del Centro de Estudios de la Economía
Cubana de la Universidad de La Habana.
Pero tanto expertos como figuras de la disidencia interna
se muestran escepticos.
"La legalización del dólar estabilizó
una situación para permitir al gobierno retener
el poder", señalo Perez-Stable, autora del
libro La Revolución Cubana, orígenes, desarrollo
y legado. "Pero la renuencia a hacer las reformas
económicas profundas demuestra la indiferencia
de la elite gobernante frente a las necesidades del cubano
de a pie".
La académica opinó que la tenencia de dólares
no encaja en un plan de reformas económicas como
las emprendidas en China y Vietnam, países que
están bajo la dirección de un partido único.
"Los chinos y los vietnamitas viven hoy mejor que
hace 15 años, con la ilusión de que van
a vivir mejor en el futuro; los cubanos, no".
Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión
Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional
(CCDHRN) coincide en que la situación del país
ha empeorado en una década.
"Mejoró si, la situación del 30 al
40 por ciento de las familias cubanas que reciben dólares
de sus familiares, pero vivimos en un país más
deteriorado y lleno de contradicciones, que ha perdido
su soberanía monetaria", expresó Sánchez.
Para el economista Vladimiro Roca, de la coalición
disidente Todos Unidos, la situación cubana hoy
es tan crítica como en 1993, porque "sigue
intacta la esencia del problema: la ineficacia del modelo
económico socialista".
"El país no se ha salvado con las remesas
provenientes del extranjero", dijo ayer Roca desde
La Habana. "Evitaron el colapso del gobierno, pero
el país se sigue hundiendo''.
Se calcula que el montante de las remesas se disparo de
0 millones en 1992 a casi ,000 millones en el 2002.
El disidente apunto que la única salida económica
para Cuba es una real apertura a la inversión y
al mercado, con el acceso de los cubanos a todo tipo de
propiedad.
La socióloga Silvia Pedraza, profesora de la Universidad
de Michigan, admitió que la economía cubana
atraviesa por "una situación límite,
propia de contradicciones insalvables", pero observó
que la dolarización provocó "una consecuencia
no intencional de enorme importancia para los cubanos".
"La dolarización facilitó mucho más
los vínculos de los cubanos de afuera y adentro,
y restauró los lazos familiares que el propio poder
se encargó de destruir por motivos políticos",
dijo la académica, que realiza un estudio sobre
la emigración cubana posterior a 1959. " El
dólar no va solo: entra con la influencia de quien
lo envía, con el cariño familiar de la carta
que lo acompaña" |