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Por
Jorge Felix
Editor del Semanario ¨El Veraz¨
A
veces cuando escucho, a algunos comunistas e izquierdistas extranjeros,
desde la comodidad de sus países de origen expresar que:
Ese período especial demostró, lo heroíco
que es el pueblo cubano, que ha podido resistir el bloqueo norteamericano.
Escuchar
esto, además de cínico, es realmente inhumano, asqueroso,
oportunista e inmoral, es faltar a la verdad, desde el fondo de
una cueva, una burla para el sufrido pueblo cubano, es ponerse
del lado del gobierno castrista en contra del pueblo cubano.
A
esos les digo, que las opiniones del pueblo en esa etapa, era
y aún lo sigue siendo: que el gobierno debería
renunciar en pleno, por llevar al país a esa situación…
considerando al gobierno cubano... el único y verdadero
culpable… que quiso por encima del hambre del pueblo,
conservar el poder a toda costa, no importara si ese pueblo muriera
de hambre.
Un
gobierno que hizo todo lo posible... para que el pueblo
no linchara a cada uno de sus miembros
Nada
heroíco tiene esa etapa de la vida de nuestro pueblo, lejos
de eso… fue una vergüenza como nación, ¿hasta
dónde se podía llevar a una nación y que
esta no se revelara en contra de esa dictadura? ¿Qué
le faltaba aún por hacerle al pueblo cubano? Solo ser sodomizado…
Además
del hambre, el gobierno continuó con la más bestial
represión a todos los niveles sociales, se crearon brigadas
de respuesta rápida al servicio del gobierno fascista,
al clásico estilo de la SS hitleriana, para reprimir cualquier
manifestación desesperada, se golpeó, se timó,
se chantajeó, se reprimió, cualquier intento de
revelarse de un ser humano en esas condiciones.
El
pueblo cubano se convirtió en un animalito, solo pensando,
el día entero, en el huevo, literalmente hablando, que
debía conseguir para poder alimentar a su familia y que
no se muriera de hambre, no tenía cabeza para otra cosa,
¿cómo iba a pensar en luchar contra el régimen,
en esas condiciones?. Y es que el hambre, el miedo social, son
desmoralizantes y flagelantes también.
Si
no me cree, lea esta anécdota a modo de ejemplo de cómo
estaba la población, que sucedió en la institución
donde trabajaba:
Entré
a uno de los Departamentos y de pronto veo a uno de los compañeros
de trabajo, que era uno de los más flacos del Departamento,
con un paquete de croquetas crudas encima de su mesa, que causaba
envidia a los demas... las comía crudas… una detrás
de otra, como un ser desesperado, le dije en broma: ¿Brother
ya tu estas así comiéndote las croquetas crudas?
Y me grita el delante de todo el mundo en el Departamento a todo
pulmón: Si ya estoy así, pero yo… al viejo maricón
ese… lo voy a ver pasar muertecito por delante de mí… por
eso me las estoy comiendo crudas cojones, pa verlo pasar muerto.
Nadie
lo chivateo o delató, nadie lo reprimió.
Esto
es para que estos izquierdistas y comunistas con barriga llena…
se metan en la cabeza… que el cuento del bloqueo no se lo creía
nadie en Cuba y que el pueblo lo único que deseaba era
y es, que el
gobierno cubano desapareciera de la faz de la tierra.
Esto
es solo un ejemplo, que refleja la opinión de la población,
pudiera mencionar miles de ejemplos.
Pero
es necesario mencionar un último y doloroso ejemplo de
la desesperación, el hambre a la que había llevado
al pueblo cubano, el gobierno castrista y a la subsiguiente represión…
es sin duda alguna el Hundimiento del Remolcador “13 de
MARZO”, el día 13 de julio de 1994 a las 3:00 a.m.
Personas que trataban de huir del hambre, del miedo, de la represión,
fueron bestialmente hundidas, por órdenes del gobierno
cubano, al respecto un retrato fiel de lo que sucedió allí:
Eran 72
personas en el remolcador. Las embarcaciones estatales se ubicaron
en los lados laterales (Polargo 3 y Polargo 5) lanzándoles
agua a presión -a todas las personas que se encontraban
en la cubierta- mediante los cañones que poseían.
La presión de los chorros es igual a 1500 Kg f
por pulg. cuadrada y utilizaba agua salada extraída
del mismo mar. Nunca terminaban los chorros.
El clamor y los gritos de las mujeres y niños que se encontraban
a bordo en la cubierta del remolcador “13 de marzo” no impidió
que cesara el ataque. Dicha embarcación se hundió
con un saldo de 41 personas muertas, muchos de ellos niños.
Muchas de las personas perecieron en el naufragio debido a que
se vieron obligadas a refugiarse en el cuarto de máquinas
por la alta presión de los chorros de agua que
les lanzaban a todos los que se encontraban en la cubierta.
Lanchas guardafronteras se encontraban en la escena un
poco alejados para que el hecho no tuviera matices militares,
pero estaban allí contemplando el genocidio.
Los sobrevivientes de la tragedia afirman que están
vivos por un milagro, pues en el instante en que estaban
a punto de morir, aparece un barco griego por las cercanías
y al notar las lanchas guardafronteras que estaba viendo
el hecho deciden finalmente prestar socorro. Estaban actuando
al parecer con la idea de no dejar testigos. Gracias al barco
griego hay 31 supervivientes.
Esto
ocasiono la condena de la La Comisión Interamericana De
Derechos Humanos como sigue:
Las
pruebas demuestran claramente que el hundimiento del
barco remolcador "13 de Marzo" no fue un accidente sino
un hecho premeditado e intencional. En efecto,
Jorge Hernández, sobreviviente de los hechos ocurridos
el 13 de julio de 1994, manifiesta que "Al
salir del morro el barco Nº 2 los embiste" y en "mar
adentro comienzan a ser embestidos por los barcos
Nº 2, 3 y 5". Que "el remolcador donde ellos se
encontraban recibió golpes a babor y estribor"
y "que los atacaban con chorros de agua". "Después
de la última embestida, se hunde la embarcación
debido a que había destrozado la popa". Finalmente,
"los remolcadores no los auxilian" sino que, "les
decían que fueran nadando hacia los guardacostas".
Por
su parte, Arquímedes Lebrigio manifiesta que "cuando
zarpó la barca, él se encontraba en la zona baja
del mismo y pudo constatar que no hacía agua por
ninguna parte" y "cuando subió a cubierta observó
que eran embestidos por la proa y popa". María
Victoria García Suarez señala que "en
eso vemos que vienen dos remolcadores de bombero atrás
de nosotros", "se pegan a los lados y entonces empiezan
a tirarnos agua". "Entonces seguimos y les decíamos
que no nos hicieran daño, que llevábamos niños
allí y les enseñamos los
niños y ellos seguían tirando agua".
"Después vimos dos más [barcos] como a siete
millas y se pusieron uno por cada lado: uno al frente,
otro por detrás y uno de cada lado" y "entonces,
los cuatro empezaron a tirarnos agua y uno de los buques agarró
a chocarnos...". Finalmente manifiesta la testigo que "estaban
los cuatro remolcadores --los que nos estaban
hundiendo-- y nosotros les dijimos que nos salvaran, que nos subieran,
que habían niños, y lo que hacían era reírse...".
El Estado de Cuba es culpable de la violación
del derecho a la vida --artículo I de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre-- de las 41 personas
que naufragaron y perecieron como consecuencia del hundimiento
del barco remolcador "13 de Marzo", hechos ocurridos
a siete millas de distancia de las costas cubanas, el 13 de julio
de 1994. Las personas que fallecieron aquella madrugada
son: Leonardo Notario
Góngora, Marta Tacoronte Vega, Caridad Leyva Tacoronte,
Yausel Eugenio Pérez Tacoronte, Mayulis Méndez
Tacoronte, Odalys Muñoz García, Pilar Almanza
Romero, Yaser Perodín Almanza, Manuel Sánchez Callol,
Juliana Enriquez Carrasana, Helen Martínez Enríquez,
Reynaldo Marrero, Joel García Suárez, Juan Mario
Gutiérrez García, Ernesto Alfonso Joureiro, Amado
Gonzáles Raices, Lázaro Borges Priel, Liset Alvarez
Guerra, Yisel Borges Alvarez, Guillermo Cruz Martínez,
Fidelio Ramel Prieto-Hernández, Rosa María
Alcalde Preig, Yaltamira Anaya Carrasco, José Carlos Nicole
Anaya, María Carrasco Anaya, Julia Caridad Ruiz
Blanco, Angel René Abreu Ruiz, Jorge Arquímedes
Lebrigio Flores, Eduardo Suárez Esquivel, Elicer
Suárez Plascencia, Omar Rodríguez Suárez,
Miralis Fernández Rodríguez, Cindy Rodríguez
Fernández, José Gregorio Balmaceda Castillo, Rigoberto
Feut Gonzáles, Midalis Sanabria Cabrera, y cuatro víctimas
más que no pudieron ser identificadas.
El Estado de Cuba es culpable de la violación a la integridad
personal --artículo I de la Declaración Americana--
de las 31 personas que sobrevivieron al naufragio del
barco remolcador "13 de Marzo", como consecuencia
del trauma emocional resultante del mismo. Las víctimas
sobrevivientes son: Mayda Tacoronte Verga, Milena Labrada
Tacoronte, Román Lugo Martínez, Dasy Martínez
Findore, Tacney Estévez Martínez, Susana Rojas Martínez,
Raúl Muñoz García, Janette Hernández
Gutiérrez, Modesto Almanza Romero, Fran Gonzáles
Vásquez, Daniel Gonzáles Hernández, Sergio
Perodín Pérez, Sergio Perodín Almanza,
Gustavo Guillermo Martínez Gutiérrez, Yandi Gustavo
Martínez Hidalgo, José Fabian Valdés, Eugenio
Fuentes Díaz, Juan Gustavo Bargaza del Pino, Juan
Fidel Gonzáles Salinas, Reynaldo Marrero Canarana, Daniel
Prieto Suárez, Iván Prieto Suárez, Jorge
Luis Cuba Suárez, María Victoria García Suárez,
Arquímedes Venancio Lebrigio Gamboa, Yaussany
Tuero Sierra, Pedro Francisco Garijo Galego, Julio César
Domínguez Alcalde, Armando Morales Piloto, Juan Bernardo
Varela Amaro, y Jorge Alberto Hernández Avila.
El Estado de Cuba es culpable de la violación del derecho
de tránsito y del derecho a la justicia --de las 72 personas
que intentaron huir de Cuba--, consagrados en los artículos
VIII y XVIII de la Declaración Americana de los Derechos
y Deberes del Hombre.
Se recomienda al Estado cubano realizar
una exhaustiva investigación a fin de identificar, procesar
y sancionar a los responsables del hundimiento del barco remolcador
"13 de Marzo", hechos que ocasionaron la muerte
de 41 personas.
Se recomienda al Estado cubano que proceda a recuperar la embarcación
hundida y a rescatar, y entregar los restos de las víctimas
a sus familiares.
Se recomienda al Estado cubano que pague una justa indemnización
compensatoria a las víctimas sobrevivientes y a los familiares
de los fallecidos por los daños patrimoniales y extrapatrimoniales,
incluyendo el daño moral.
Esto último, lo dijo la Comisión de Derechos Humanos
por decirlo, porque procesar a los culpables, es decirle al gobierno
de Cuba que se procese y se condene así mismo, ya que el
gobierno cubano fue quien dio la orden de hundir al remolcador…
tan es así, que no ha investigado ni condenado a nadie
por esta barbarie, mucho menos ha recuperado los restos de las
victimas.
El
gobierno fascista cubano dio la orden, porque para ellos eran
simplemente gusanos, como despectivamente llama a todo
aquel que esté en contra.
Nunca
el gobierno cubano ha mandado un solo helicoptero a rescatar a
personas ahogandose en el estrecho de la Florida, para ellos funcionaba
asi: ¿Te fuiste? pues ahora muerete.
¿Cuál fue la reacción de la gente
en Cuba?
El miedo social otra vez se hizo evidente, pero la rabia y el
odio contenido al gobierno, se hizo patente en muchas maneras
y se hacia más evidente en los puestos de trabajo, sobre
todo después de Castro justificaba cínicamente ese
asesinato como un accidente.
La
Habana estaba a punto de la explosión que se produciría
espontáneamente 22 días después.
Se acrecentaron los sabotajes cuando se iba la luz, contra las
tiendas del gobierno, la rotura de cristales de los hoteles, tiendas,
que representaban el apartheid Turístico del pueblo cubano,
aparecían más carteles de: Abajo Fidel.
El gobierno continuó reprimiendo, al punto que aquel que
fuera capturado poniendo un cartel diciendo ¨Abajo
Fidel¨ era condenado a la friolera de 15 años,
cosa que no sucede en ningún otro país de América.
Continua
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